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Así son los androides que Amazon prueba en su centro de robótica en Seattle

La compañía empieza a experimentar con robots humanoides que ayudan a los trabajadores a reciclar contenedores

Digit, el robot humanoide, en una demo en un centro de robótica de Amazon al sur de Seattle.Foto: ISABEL RUBIO | Vídeo: EPV
Isabel Rubio

Desde esta semana Digit es un trabajador más de Amazon. Este robot humanoide ha empezado un periodo de pruebas en un centro de investigación y desarrollo de robótica al sur de Seattle. En una demo ante un grupo de periodistas internacionales, Digit anda despacio pero decidido hacia una caja amarilla. Estira sus piernas y extiende sus dos brazos hacia ella. La coge con unos ganchos que imitan a las manos, da media vuelta y avanza hacia una mesa en la que la suelta. Para acabar de empezar en este empleo, Digit no parece hacerlo mal. No obstante, a priori resulta un poco lento y torpe en comparación con un humano.

Amazon cuenta con más de 750.000 robots que trabajan con sus empleados, que son un millón en todo el mundo. Ayudan a mover, clasificar, identificar y empaquetar los pedidos de los clientes. Digit es el primero cuya forma imita a la de un ser humano. De momento, su labor en el centro de robótica es ayudar a los empleados con el reciclaje de contenedores, “un proceso muy repetitivo”, según la compañía.

Este androide ha sido diseñado por la compañía Agility Robotics. El director de tecnología de esta empresa, Jonathan Hurst, destaca que “se mueve más como una persona que el estereotipo de robot rígido. Eso lo convierte en un robot más eficaz en un mundo construido para las personas”, añade. Mide 175 centímetros, pesa unos 65 kilogramos y puede transportar hasta 16 kilogramos, según indica Agility Robotics en su página web.

De momento, los movimientos que puede ejecutar son mucho más limitados de los que realizan los robots de Boston Dynamics, que suelen acaparar titulares por su forma de correr, saltar y dar volteretas. Digit es capaz de recoger y dejar objetos de diferentes tamaños y pesos. Además, puede andar hacia adelante, hacia atrás y de lado, girar sobre sí mismo, caminar agachado, estirarse o inclinarse. Sus creadores aseguran que puede moverse por césped, rocas y bordillos.

Agility Robotics no es la única empresa que diseña este tipo de robots humanoides. Otras compañías como Figure AI, 1X, Apptronik y Tesla también trabajan en este tipo de máquinas, que cada vez son más avanzadas. Las mejoras en visión por computadora y el aprendizaje automático favorecen, por ejemplo, que los androides puedan moverse en diferentes entornos con precisión y realizar tareas como agarrar objetos. Entre las ventajas de estos robots con dos piernas, sus impulsores citan que pueden desplazarse más fácilmente por rampas, escaleras y terrenos inestables, además de entrar en espacios reducidos y agacharse o estirarse mientras trabajan.

“El mejor robot es colaborativo”, ha afirmado este jueves Tye Brady, director de Tecnología de Amazon Robotics, en un evento en Seattle al que EL PAÍS ha sido invitado por el gigante del comercio electrónico. El experto asegura que máquinas como Digit pueden ayudar a las personas a resolver problemas: “Aquellas labores repetitivas y mundanas las puede hacer un robot y, de hecho, las hace mejor. Se trata de una colaboración hermosa entre máquina y humanos trabajando en conjunto”.

Problemas en los almacenes

Amazon ha estado en el punto de mira en varias ocasiones en los últimos años por “un sistema de empleo estresante y con un monitoreo constante sobre la productividad”, según relató The New York Times en 2021. Un informe publicado ese mismo año por el Centro de Organización Estratégica indicó que los índices de lesiones en Amazon duplicaban a los del sector de almacenamiento y que las lesiones graves superaron en un 80% al promedio de la industria en 2020.

La compañía no ofrece cifras sobre el número de trabajadores afectados por una posible sustitución de robots como Digit, de haberla, ya que, según explican, normalmente los trabajadores realizan varias labores y pueden ir cambiando de trabajo. Brady defiende que con la llegada de máquinas a las infraestructuras de Amazon “las tasas de incidentes fueron un 15% más bajas en las instalaciones de Amazon Robotics que en las no robotizadas en 2022″, pero niega que esto pueda conducir a que la compañía necesite menos personal. “Estamos desplegando tecnología robótica capaz asumir actividades físicamente exigentes, impulsando así la seguridad en nuestras operaciones”, ha afirmado el experto.

La compañía argumenta que, a medida que se apuesta por los robots y la automatización para aliviar la carga física del trabajo, mejorar la ergonomía y aumentar la seguridad, el papel del ser humano también cambia. Así lo afirma Emily Vetterick, directora de Amazon Robotics, que asegura que “un empleado puede pasar de trabajar en un puesto a supervisar el funcionamiento de varios puestos o varios robots”. Desde que Amazon introdujo los robots en sus operaciones, asegura haber creado más de 700 tipos nuevos de puestos de trabajo que antes no existían.

Después de que Digit coja una caja de una estantería y la deje en otro lugar, tendría que entrar en acción una persona, como ha explicado Vetterick. Los trabajadores de carne y hueso también juegan un papel fundamental cuando algo falla. En la demo a la que ha asistido EL PAÍS, a Digit se le ha caído una caja al suelo y no ha sido capaz de recogerla. Poco después, un empleado de Amazon la ha vuelto a colocar en su sitio.

Para Julie Shah, profesora de aeronáutica y astronáutica en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), “la mejor forma de optimizar el rendimiento de un equipo humano-robot es desarrollar robots que sean colaboradores activos y que ayuden a un humano a conocer sus capacidades, limitaciones y comportamientos. La pregunta no es cómo mitigar el problema de que los robots quiten el trabajo a las personas, sino cómo aprovechar al máximo a las personas con la tecnología que tenemos”, ha afirmado.

Pese a que cada vez más máquinas invaden las instalaciones del gigante del comercio electrónico, Brady no cree que en el futuro los almacenes y los centros de distribución vayan a estar totalmente automatizados. “No creemos que sea práctico desarrollar una tecnología con la que los clientes no puedan beneficiarse de las habilidades y procesos que las personas hacen bien. Las inversiones que estamos llevando a cabo en el campo de la robótica parten del principio de que estos sistemas pueden trabajar en colaboración con las personas trabajadoras, y así es como concebimos el largo plazo”, sentencia.

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Sobre la firma

Isabel Rubio
Es colaboradora de las secciones de Tecnología, Ciencia y Salud de EL PAÍS. Además de seguir de cerca a Apple, Samsung y otros gigantes, prueba dispositivos y analiza el impacto de los avances tecnológicos en la sociedad. También verifica contenidos científicos en la fundación Maldita.es.

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