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Una cámara modular que aúna lo mejor del vídeo de acción y del universo 360

La china Insta360 lanza un órdago en el sector con la One R, que permite intercambiar objetivos y cuenta con el primer sensor de una pulgada desarrollado por Leica

La cámara Insta360 One R.
La cámara Insta360 One R. Z. A.

Tanto las cámaras de acción como las que graban en 360 grados tienen funcionalidades bastante limitadas y, por ello, están destinadas a pequeños nichos de mercado. No obstante, la china Insta360 ha decidido combinar ambos mundos en un solo aparato que ha presentado hoy, y que amenaza con sacudir los cimientos del sector. La cámara Insta360 One R inaugura una solución modular que adopta un sistema como el de las cámaras de objetivos intercambiables para ampliar considerablemente el abanico de posibilidades que ofrece al usuario.

Por un lado está el módulo del procesador, el cerebro, que incluye también una pequeña pantalla táctil para acceder al menú directamente desde la cámara o ver lo que se está grabando. Por otro lado, la empresa ofrece tres módulos con objetivos diferentes: una lente doble de 360 grados con luminosidad f 2.8 que graba a una resolución máxima de 5760x2880 píxeles; un objetivo gran angular f 2 con una distancia focal equivalente a 16,4 mm. emparejado con un sensor 4K; y un innovador módulo gran angular -14,4 mm.- diseñado en colaboración con Leica que adopta el primer sensor de una pulgada y ofrece una resolución de 5,3K. “Ninguna otra cámara de acción ofrece mejor calidad de imagen”, comenta el director de Comunicación de Insta360, Eli MacKinnon, en una entrevista con EL PAÍS.

El conjunto se cierra con el módulo de la batería, que se acopla en la parte inferior de la cámara. Cuando está completamente montada, es sumergible hasta cinco metros de profundidad sin necesidad de carcasa. Y, como los módulos se pueden acoplar en ambas direcciones, frontal y trasera, la pantalla es también perfecta para vlogs, ya que se puede montar de forma que quede mirando a quien se está grabando. Por si fuese poco, es posible previsualizar la imagen en la pantalla táctil incluso cuando se graba con la lente de 360 grados. “El objetivo era crear la cámara con mayor versatilidad del mercado, y el uso de módulos es lo que permite hacerlo sin comprometer aspectos como el tamaño y el peso”, explica MacKinnon.

No obstante, el directivo reconoce que, a pesar de que la mayoría de las redes sociales ya permiten su publicación, el vídeo en 360 grados no se ha popularizado tanto como se previó en un inicio. “Pero nosotros creemos que hay potencial pendiente de explotar, porque el 360 nos permite grabar todo lo que hay a nuestro alrededor sin necesidad de preocuparnos por lo que aparece en escena. Eso no quiere decir que lo vayamos a publicar en ese formato. Nosotros apostamos por su uso para reencuadrar la toma a nuestro gusto y crear imágenes asombrosas que de otra forma sería imposible captar. El terreno de las cámaras de acción es perfecto para ello porque, por definición, son momentos en los que uno no puede estar pensando en el encuadre”, explica.

Insta360 ya experimentó con esa opción en su anterior cámara, la exitosa One X, y ahora lleva el concepto un paso más allá. MacKinnon avanza que, en el futuro, las cámaras de 360 grados podrán grabar en 8K, o incluso en resoluciones mayores, que permitirán luego reencuadrar e incluso hacer zoom en detalles sin que eso reduzca la calidad. “Quizá entonces no haga falta ningún otro tipo de cámara”, apunta. “Pero todavía no estamos en ese punto, así que el gran angular tradicional, que ofrece más calidad de imagen, sigue teniendo su lugar”, añade, en referencia a los módulos más tradicionales.

MacKinnon también afirma que la inteligencia artificial va a ser clave para popularizar estas cámaras, ya que permite reducir al mínimo la necesidad de editar los clips. “El propio sistema es capaz de determinar los mejores ángulos de cada momento, y proponerlos al usuario. Este siempre tiene control total sobre la imagen, pero cuenta con la asistencia de los algoritmos”, comenta. Eso permite, por ejemplo, seguir a un sujeto incluso cuando desaparece del plano durante un momento por culpa de algún obstáculo. En el modo 360 basta con decir mark that para que reconozca a quien queremos que protagonice la escena. “Y va más allá, porque incluso propone diferentes ediciones de cada clip”, apunta el directivo.

Z.A.

Entre los diferentes modos especiales predefinidos se encuentran el hyperlapse -vídeos en cámara ultrarrápida- y el starlapse -que recoge el movimiento de las estrellas-. Asimismo, la One R también añade efectos de estilo hollywoodiense que permiten congelar el cuerpo del protagonista mientras todo a su alrededor continúa moviéndose -stop motion-, y sus algoritmos son capaces de hacer desaparecer el paloselfi en el que está montada la cámara para convertirla en un dron que sigue al usuario.

Aunque es evidente que la One R ha sido diseñada pensando en quienes no quieren liarse la manta a la cabeza para obtener vídeos llamativos, Insta360 tampoco se ha olvidado de los profesionales y permite grabar en formato RAW para realizar una postproducción más elaborada por ordenador. “Aunque se pueden editar los vídeos sin necesidad de descargarlos en el teléfono, desde cuya aplicación se pueden controlar todos los parámetros de la cámara, la One R incluye también un sistema de transferencia sin cables ultrarrápido por WiFi”, explica MacKinnon.

Este periódico ha podido probar la cámara en una versión preliminar y, sin duda, el uso resulta muy sencillo e intuitivo. Cambiar de objetivos también es rápido, aunque en cada operación hay que soltar también la batería y eso la ralentiza unos segundos. La montura para el ‘paloselfi’ o el trípode es muy útil, y lo mismo sucede con la curiosa funda que ha ideado la empresa para proteger las lentes semiesféricas del módulo 360. En definitiva, la One R confirma a Insta360 como una de las empresas más innovadoras del sector de las cámaras de acción y pone en apuros a líderes como GoPro.

“Con la One R, los usuarios van a recibir dos cámaras por el precio de una”, sentencia MacKinnon. No en vano, los precios son muy comedidos. El kit con el objetivo gran angular 4K y con la lente de 360 grados se venderá a 500 euros, mientras que el precio ascenderá a 589 euros con el objetivo de Leica en vez del esférico. La opción más económica es la que incluye solo el módulo con el gran angular 4K, que costará 320 euros.

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