Se venden vidas, aviones y especies desconocidas: el mercadillo de Internet cumple 25 años
Pierre Odmiyar lanzó eBay el 3 de septiembre de 1995; en menos de un año ya facturaba 7,2 millones de dólares
En 1995, Frank Fraser andaba buscando un puntero láser para usar en sus presentaciones. Ahuyentado por sus precios, que entonces se disparaban hasta los 100 dólares, este ingeniero canadiense intentó, sin éxito, fabricarse el suyo. En algún lugar de la floreciente World Wide Web encontró su plan C y compró un puntero láser estropeado con el objetivo de repararlo él mismo. Poco después le contactó Pierre Odmiyar, el propietario de la página web donde había hecho la transacción. Este programador informático de 28 años había lanzado AuctionWeb el 3 de septiembre de 1995 y no esperaba que la primera compraventa fuera un objeto inservible que había subido al portal para probar su funcionamiento.
Dos años después, aquella página web pasó a llamarse eBay. Y en estos 25 años ha visto rarezas de sobra para confirmar la poca épica del intercambio inicial: por sus escaparates han pasado (entre otros) ciudades, aviones militares, estadios de fútbol y un sándwich de queso a medio comer en el que, presuntamente, se mostraba la cara de la virgen María. “En eBay puedes comprar cosas que no encontrarás en ningún otro lugar. Es parte de la belleza de la plataforma”, sentencia Jorge Herrero, director de Innovación, Desarrollo de Negocio y Fidelización de eBay en el sur de Europa.
Aunque la plataforma nació como un portal de subastas donde se ofertaban principalmente artículos de segunda mano -y se convirtió así en pionera de la economía circular-, ha visto crecer con los años la presencia de vendedores que ofrecen artículos nuevos. “Nuestro propósito es claro crear oportunidades para pymes y autónomos en un contexto donde el comercio es cada vez más global y más digital. Ese era el discurso del fundador cuando empezó y sigue siendo el propósito sobre el que se construye todo”, explica Beatriz Reyero, vicepresidenta global de Estrategia y Conocimiento del Consumidor.
Primer empleado
Odmiyar había creado el germen de eBay en un fin de semana y como un proyecto personal “dedicado a reunir a compradores y vendedores en un mercado abierto y honesto”. Nueve meses más tarde, en junio de 1996, contrató a su primer empleado, Chris Argapao, para que ayudase a coordinar las crecientes operaciones online. “Pierre fue padrino en la boda de mi hermana… Cuando le dije que era infeliz en mi trabajo se rascó la barba pensando. Y luego dijo: Puede que tenga algo en camino para ti, en el futuro. Me llamó dos semanas más tarde”, recuerda Argapao en la web corporativa de la compañía.
Durante sus dos primeros años de vida, este escaparate de subastas online mantuvo un crecimiento mensual de entre el 20% y el 50%. Tanto es así, que en 1997 se alcanzó el primer millón de objetos vendidos. Mientras tanto, Odmiyar y su pequeño pero creciente plantilla trabajaban a toda velocidad para evitar que una sobrecarga tumbase la web. Y lo lograron… Hasta el 10 de junio de 1999. Aquel día, el sitio sufrió una caída que se alargó durante algo menos de 20 horas.
Con el cambio de milenio comienza la expansión global. En julio de 1999, eBay lanza las webs de Alemania, Australia y Reino Unido. A España no llegaría hasta 2002, ya con la opción de comprar ahora integrada como una alternativa al clásico sistema de pujas y con un avión vendido por 4,9 millones de dólares coronando sus subastas récord. Herrero fue precisamente el primer empleado de la compañía en nuestro país. Se incorporó en 2006 como responsable de Marketing para España. “Por mis inquietudes tecnológicas, fui evolucionando hasta cómo entender y solucionar los problemas de compradores y vendedores dentro de nuestro ecosistema”, comenta.
La historia de eBay también incluye una larga lista de adquisiciones en las que destacan la compra de Paypal e Skype. La primera se separó de su matriz en 2015 para convertirse en una empresa independiente, el 70% de la segunda se vendió en 2009 y el 30% restante pasó a Microsoft en 2011. Y a lo largo de los años, aparece recurrentemente el nombre de Warren Buffett. El magnate organiza anualmente una subasta benéfica que en 2019 alcanzó la puja récord de 4,6 millones de dólares.
El bestiario de las subastas
Vidas, cabelleras y presidentes
De aviones militares y buques hundidos
Un fósil y un erizo nunca vistos
En contraste con lo variopinto de los productos que pasan por eBay, el portal que les da cabida ha cambiado relativamente poco con el tiempo. Mientras otros gigantes de la web han pasado por rediseños que han puesto patas arriba hasta el mismísimo logo de la compañía, el aspecto de eBay, grosso modo, se ha mantenido estable. Herrero lo atribuye a lo heterogéneo de los usuarios de la veinteañera web. “Tenemos una base muy heterogénea: algunos llevan usando eBay desde 1995. El reto es hacer una experiencia de usuarios que acompañe a los que ya tenemos e ir introduciendo funcionalidades que mejoren la experiencia de los que se van incorporando”. En este sentido, la procesión (de cambios) va por dentro: la inteligencia artificial ya ha entrado a personalizar las búsquedas en función del tipo de usuario y sus preferencias. No en vano, eBay acumula 25 años de conocimiento sobre quienes llegan a comprar y vender a este gran bazar virtual. También se han integrado en la plataforma funcionalidades de búsqueda por imágenes y sistemas de traducción, entre otros servicios.
Ebay hoy (y mañana)
Sacar partido a esa base de datos es, según Reyero, uno de los grandes retos que plantea el futuro inmediato de la compañía. A la orilla de eBay ya está llegando la generación Z, que -igual que las anteriores- no es como las de antes. “Estos son el futuro usuario. Entenderles y hacerlo bien es un desafío para todas las empresas. Es gente súper adaptada a Internet, viven en las redes sociales, usan solamente el móvil, son exigentes, no tienen nada de paciencia, están acostumbrados a que todo esté súper personalizado...”, asegura.
También han llegado recientemente a la plataforma un gran número de comercios físicos que buscan en Internet un escaparate alternativo con el que compensar las pérdidas provocadas por la pandemia. “Nuestro propósito inicial se vuelve crucial en este momento. Por eso hemos tenido muchos programas de ayudas a las pymes”, añade la ejecutiva. ¿Es un aumento temporal? Reyero no lo cree. Aunque no descarta que en una hipotética vuelta a la normalidad, descienda la actividad de eBay, está convencida de que una buena parte de los recién llegados mantendrán esa presencia. “La gente ha adquirido hábitos, se ha quitado el miedo. Son cambios estructurales y lo estamos viendo: se mantienen después del confinamiento”.
¿Y dentro de 25 años? Reyero se imagina un eBay todavía más grande, pero anclado en el propósito de servir de punto de encuentro. “Nosotros inventamos el e-commerce. Ahora ya se ha desarrollado y tiene muchísimo futuro, y vamos a seguir en esa ola, pero manteniendo nuestra filosofía”.
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