Los 365 representantes de Suecia en la Red
El país escandinavo ha dejado la gestión de la cuenta oficial de Twitter @sweden en manos de sus ciudadanos durante siete años
El yo es el que predomina en las redes sociales. Por eso, la mayoría de usuarios optó por contarse a si mismo al tomar el control del perfil @sweden. “¿Me estáis siguiendo porque os interesa Suecia? Error! A partir de ahora estáis interesados en lo que yo hago”, escribió en diciembre de 2011 Jack Werner, la primera persona que recibió el encargo de gestionar la cuenta oficial del país escandinavo. Después de él vinieron otros 364 ciudadanos y con ellos más de 200.000 mensajes generados en la plataforma durante siete años, que han acabado por construir una especie de relato virtual común para explicar a toda una nación.
“Hemos tenido gamers, foodies, periodistas, cómicos, investigadores, músicos… Todos ellos han ayudado a dibujar un lienzo de nuestro país basado en historias reales”, explica Anna Rudels, miembro del Instituto de Suecia, el organismo que lanzó el proyecto Curatos of Sweden con el objetivo de relanzar el interés en el país y mostrar su “talante democrático y abierto”. Cada semana, una persona toma el control de la cuenta; así se han ido turnando desde que el proyecto empezó en 2011. Las personas que dirigen la cuenta son nominados por otros tuiteros/ internautas. Después, un comité del Swedish Institute decide, a partir de estas propuestas, a quién le eligen.
“Queríamos tener una mezcla de mujeres, hombres, jóvenes, mayores, diferentes intereses y diferentes profesiones. Creo que hemos ayudado a la gente de fuera a entender Suecia de una forma más auténtica y profunda”, cuenta Rudels por correo electrónico antes de que se cierre el próximo 30 de septiembre una iniciativa copiada por Irlanda y que ha cosechado 147.000 seguidores además de recibir numerosos premios.
Vättern is Sweden's second largest lake. Fancy an autumn swim? pic.twitter.com/xKX1AVU0BJ
— Sweden.se (@swedense) September 24, 2018
Desde que arrancó la experiencia, los usuarios se han expresado como han querido en torno a todo tipo de temas. Así, las publicaciones más superficiales sobre actividades de la vida cotidiana se han mezclado con contundentes comentarios políticos y sociales. Aunque ha habido intervenciones celebradas de forma unánime como la reacción de un usuario cuando el presidente de EE UU, Donald Trump, cuestionó la acogida de refugiados en el Estado nórdico, la red social también ha servido como altavoz para polémicos comentarios antisemitas en un país que constató el auge de la ultraderecha en las elecciones celebradas este mes.
Al respecto, Rudels admite que el clima en las redes es más duro que nunca y que algunos usuarios que tomaron el control de la cuenta han recibido amenazas. En estos siete años, dice, han intentado desarrollar un código de conducta para garantizar que las interacciones entre usuarios fueran constructivas a la vez que trataban de mantener reglas abiertas para garantizar la libertad de expresión. “Solo unos pocos tuits han sido borrados”, asegura.
“Yo he hablado de música, de musicales, de mi libro preferido, sobre la muerte. También me apetece abordar mi sexualidad, porque es un tema importante para mi”, dice Rebecka Strahlén, la penúltima persona en tomar las riendas de @sweden. Strahlén, quien confiesa ser muy activa en las redes sociales, relata que antes de aceptar llevar la cuenta se sintió algo preocupada, pero que ahora está muy satisfecha de haberlo hecho: “Mis tuits por lo general han sido bien recibidos. A un tipo no le gustó que dijera que soy feminista cuando me lo preguntaron, pero no me preocupa. Si no quiere leer lo que escribo, pues adiós”.
De cara al futuro, la responsable de Curatos of Sweden pronostica que este no va ser su último proyecto y asegura que con su equipo están buscando nuevas formas originales para generar interés en su país en otras plataformas como Youtube. “Lo que hemos aprendido de @sweden es que para ser auténtico y único lo importante es dejar de controlar y confiar en la interacción en sí misma”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.