El futuro será plegable
Samsung y Huawei ultiman los primeros modelos de pantalla que se dobla
El mercado de la telefonía móvil sigue avanzando hacia nuevos formatos y tecnologías que dejarán atrás todo lo visto hasta la fecha. Los fabricantes luchan de forma descarnada contra las limitaciones impuestas por los avances de la tecnología, y ya no solo la aplicable en los móviles, sino la que toca especialmente los procesos de producción. Ahora se prepara una nueva generación de terminales que prometen cambiarlo todo: se podrán doblar.
Lo próximo que está por llegar si se confirman filtraciones, previsiones e incluso anuncios de los propios fabricantes, serán móviles que uno podrá doblar como un pañuelo en el bolsillo y desplegar cuando se usen. Son varias las marcas que llevan años trabajando en lograr avances en esta tecnología y crear un móvil de estas características, y parece que por fin estamos a las puertas de un anuncio por parte de alguno de los grandes.
Las ventajas de una pantalla plegable
En este sentido, son al menos dos grandes fabricantes los que estarían a punto de presentar un móvil plegable: Samsung y Huawei. El primero, de confirmarse como ciertos los rumores, anunciaría su esperado Galaxy F (la ‘f’ viene de foldable, plegable en inglés) en cuestión de semanas; se especula que el anuncio tenga lugar el mes que viene o en noviembre, aunque también se da por sentado que el producto no llegaría al mercado hasta bien entrado 2019. Lo que parece claro es que en el próximo Mobile World Congress el protagonismo le corresponderá a este tipo de pantallas y dispositivos.
Huawei es el segundo fabricante que ha anunciado ya que entra en esta batalla e incluso le pone fecha -más cauta-: mediados de 2019. Apple, por su parte, parece permanecer al margen en esta pugna, pero ello no quita para que los de Cupertino hayan registrado una buena cantidad de patentes en esta dirección. Pero… ¿por qué luchan las marcas por desarrollar móviles de estas características? Podríamos decir que un móvil plegable serviría de revulsivo en un mercado que parece haber alcanzado ya los confines de la innovación.
Más allá de poder llevar en los bolsillos un dispositivo futurista y transgresor (ya de por sí, la cuestión de imagen sería un activo incalculable), el móvil plegable ofrece otras ventajas: al doblarse permite ocupar mucho menos espacio en el bolsillo y lo que resulta más importante, crearía una nueva categoría de dispositivos en los que los desarrolladores darían rienda suelta a su talento para ofrecer múltiples soluciones al usuario. Un móvil plegable lograría, por otro lado, revertir la curva descendente en las ventas de un producto, el smartphone, que ha alcanzado ya la saturación en los mercados del mundo desarrollado. Pero además, los fabricantes lograrían incrementar la facturación unitaria por dispositivo, ya que el usuario sí estaría más dispuesto a pagar cantidades más elevadas por algo realmente revolucionario.
Sin embargo, el recorrido ni ha sido ni está siendo fácil para los fabricantes. Se trata de un reto de dificultad casi inédita en los procesos productivos en los móviles; ya no es solo la dificultad de desarrollar una pantalla táctil operativa que pueda plegarse, también hay que tener en cuenta que este tipo de móviles contarían con dos pantallas, la trasera y la frontal. Samsung nos dio un aviso allá por 2014 de lo que podría ser el futuro con móviles de estas características y como puede apreciarse en el vídeo, otra de las ventajas del móvil plegable es que una vez doblado, cuenta con otra pantalla que puede tener múltiples usos.
Dos pantallas significa no solo más coste de producción y circuitería: también hay que alimentar dos frentes y los estándares del mercado demandan ya baterías que ofrezcan al menos un día completo de uso intenso. ¿Será posible en las primeras versiones de estos móviles? Parece que en cuestión de semanas saldremos de dudas.
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