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Un futuro útil para las cabinas telefónicas

La ‘startup’ iUrban remodela y convierte los antiguos espacios públicos en puntos de carga e información turística

El uso de las cabinas telefónicas quedó atrás cuando el teléfono móvil se convirtió en el rey de la telefonía. Parecen tiempos lejanos aquellos años en los que la gente rebuscaba un par de monedas en su bolsillo cuando necesitaba hacer una llamada estando en la calle. Desde Telefónica advierten de que la demanda del servicio de cabinas "se ha reducido drásticamente en los últimos años por la intensa penetración de la telefonía móvil en todos los segmentos de la sociedad" y que, por tanto, la escasa demanda ha encarecido los cotes de prestación del servicio. Según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, el 88% de los españoles jamás ha utilizado una cabina telefónica y, además, el coste de mantenerlas ha ido aumentando en los últimos años hasta situarse en 2,07 millones de euros en 2015. 

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Sin embargo, el mismo avance de la tecnología que ha provocado el declive de las cabinas también puede darles una segunda oportunidad. La startup iUrban, con sede en Málaga, inició en 2016 una colaboración con Telefónica gracias a La Farola, un proyecto de aceleración de iniciativas emprendedoras impulsado por la Junta de Andalucía y la operadora española. Gracias a este acuerdo, la empresa malagueña instaló una zona de carga para móviles y una pantalla táctil de 18,5 pulgadas como centro de información en siete cabinas repartidas entre Granada, Sevilla y Málaga que, hasta el momento, han funcionado con éxito, aseguran.

“Mientras la gente carga el teléfono está en las cabinas una media de 5 minutos y, mientras tanto, tiene una pantalla que proporciona información municipal, ciudadana, eventos de la zona, puntos de interés en todos los idiomas, comercios y más cosas”, explica Andrés Martínez, CEO de la empresa. Según el empresario, el “chollo” de la propuesta es que las cabinas ya tienen toda la obra civil e instalación eléctrica hecha y se puede instalar Internet porque tienen la toma de teléfono. “La idea es quitar el módulo de teléfono y desarrollar una pantalla que queda encima. No hace falta obra, por lo tanto, se da un nuevo uso a un elemento que está en la calle de forma más sostenible”, dice Martínez. Lo llama “economía circular”, dar valor a lo obsoleto.

Teléfonos móviles cargándose en una neocabina
Teléfonos móviles cargándose en una neocabinaiUrban

Tras aceptar su propuesta hace dos años, el programa de aceleración les dio la oportunidad de hacer un proyecto piloto instalando tres cabinas en Málaga que tuvieron una buena acogida. Cargaron el móvil e interactuaron con ellas casi 5.000 personas al mes y, de ahí, Martínez y sus socios llevaron el proyecto a Sevilla y Granada. El vandalismo al que suele ser sometido el mobiliario urbano todavía no les ha pasado factura: la cámara situada en las cabinas les permite grabar un vídeo para detectar a quiénes intentan pintarlas o destrozarlas.

Es Telefónica quien distribuye a los ayuntamientos la solución de cambiar las cabinas por neocabinas de información turística 24 horas; los responsables de iUrban hacen el resto. Después, cada ayuntamiento tiene una base de datos y un gestor para administrar y actualizar la información de las cabinas. Los resultados están siendo buenos. “En año y medio hemos crecido bastante, a pesar de lo difícil que suele ser potenciar las smart cities” dice el empresario. Pero la modificación del Real Decreto 424/2005 del 15 de abril, en lo relativo a las guías telefónicas, al servicio de información sobre números de abonado y los teléfonos públicos de pago, puede frenar el proyecto.

Adiós al servicio de telefonía pública

El pasado 30 de abril el Gobierno se mostraba a favor de eliminar las cabinas y guías telefónicas del Servicio Universal, definido como el conjunto de servicios básicos de comunicaciones electrónicas garantizadas a los ciudadanos. El desuso del servicio de telefonía pública ha provocado que ningún operador haya querido hacerse cargo de las cabinas en los últimos años. En 2016, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital realizó un concurso público para elegir al operador que garantizara el servicio, pero ninguna compañía se presentó. De hecho, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia envió un informe al Gobierno aconsejando que se eliminaran. Tras el fracaso del concurso, el Ejecutivo obligaba a Telefónica a hacerse cargo de los teléfonos públicos, pero la operadora anunció el año pasado que eliminaba su filial de cabinas.

Actualmente, tanto Telefónica como iUrban están a la espera de saber qué va a ocurrir, ya que la modificación del Real Decreto no será efectiva hasta 2019. El periodo de alegaciones sobre la modificación de la norma jurídica estará abierto hasta el próximo 24 de mayo. Desde iUrban afirman que, debido a la reforma, ahora están un poco estancados. “Teníamos 20 ciudades más que están interesadas en este proyecto, pero estamos a la espera de ver dónde vamos a poner el dispositivo o si podemos hacer nosotros una especie de cabina emulando a las que había”, explica Andrés Martínez.

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