Las contraseñas más seguras viajan a través del cuerpo humano
Pones un dedo en tu móvil, con la otra mano tocas una puerta bloqueada y se abre: tu cuerpo ya puede transportar información cifrada para desbloquear dispositivos
En un mundo en el que los ataques informáticos son cada vez más frecuentes, la transmisión de información por el aire ha demostrado ser extremadamente insegura. Junto a los ataques, también está creciendo el internet de las cosas, lo que hace que cada vez haya más objetos cotidianos vulnerables a los hackers, como un televisor inteligente o una casa domotizada. Esta situación ha llevado a un grupo de ingenieros informáticos de la Universidad de Washington a buscar una manera más segura de enviar información y la solución que proponen es transmitir las contraseñas a través del cuerpo humano. Así los datos viajan sin fugas que puedan ser hackeadas, como sucede con la información que se envía a través de wifi o bluetooth.
Para conseguirlo han aprovechado las transmisiones generadas por pantallas táctiles. "Hasta el momento, los sensores de huellas dactilares se han utilizado como un dispositivo de entrada. Ahora, hemos demostrado por primera vez que también pueden ser utilizados para enviar información cifrada al cuerpo que los toca y al receptor que se quiera desbloquear", afirma el autor principal del estudio Shyam Gollakota, profesor de informática e ingeniería. Las ondas que transportan estas contraseñas ofrecen una forma más segura para transmitir información autenticada entre dispositivos que están en contacto con el cuerpo y un teléfono que confirma su identidad pidiendo escribir una contraseña o una huella dactilar.
El primer prototipo para el que han trabajado permite desbloquear puertas: poniendo tu huella dactilar en el móvil y tocando una puerta bloqueada con la otra mano, puedes abrirla: la información cifrada se envía del teléfono al receptor de la puerta a través del cuerpo. Con este proceso se pide además un doble check: la contraseña ya no es solo tu huella dactilar, además tienes que ser tú quien abra la puerta, porque la información que la desbloquea viaja solo a través de ti.
El equipo de investigadores analizó los sensores de los teléfonos inteligentes para saber cuales generan transmisiones de baja frecuencia —por debajo de los 30 megahercios— que atraviesan el cuerpo sin ser dañinas y no se propagan a través del aire. Encontraron que los táctiles generan señales en el rango de 2 a 10 megahercios, suficientemente potentes para transmitir datos cifrados.
Esta tecnología también podría ser útil para los wearables —dispositivos integrados en la ropa o los accesorios— pero la utilidad que más destacan los expertos se aplica a los dispositivos médicos como los monitores de glucosa o las bombas de insulina, que tratan de confirmar la identidad de una persona antes de enviar o compartir datos.
Por ahora, el proceso ya se ha testado con el iPhone y con los paneles táctiles de ordenadores Lenovo. Los ingenieros consiguieron generar transmisiones a través de personas de diferentes alturas, pesos y tipos de cuerpo. También funciona cuando los sujetos están en movimiento, mientras caminan y mueven los brazos: todas las pruebas que han hecho hasta el momento son satisfactorias.
A pesar de este avance en seguridad para transmitir información, los creadores aseguran que "se trata solo de un primer paso, un método arcaico en comparación con todo lo que se podría hacer" si los fabricantes de sensores táctiles les proporcionasen más acceso a su software.
En los últimos años, la investigación en el uso de medidas biométricas para crear y transmitir contraseñas seguras ha avanzado a pasos agigantados. Las combinaciones de números y letras han pasado de moda: más allá de las huellas dactilares usadas por Apple o el reconocimiento del rostro de Samsung, la empresa Fujitsu ha desarrollado un software que utiliza las venas de las palmas de las manos como medio de pago.
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