Conectar a ciudadanos y gobiernos
Reunirse con otras personas para colaborar fuera de Internet es imprescindible, como también lo son las plataformas digitales de colaboración colectiva
Nuestra sociedad ha cambiado mucho desde los primeros intentos serios de instaurar la democracia hace un par de siglos. Pero nuestra democracia no ha evolucionado mucho y no está en sintonía con los ciudadanos. Suele existir una desconexión entre la ciudadanía y las autoridades que hace que resulte difícil mantener una sociedad civilizada. Tenemos que cambiar esta situación.
Los ciudadanos tienen que ser capaces de reunirse, debatir, priorizar, planificar y llevar hasta el final los asuntos más importantes, en la Red y fuera de ella. Este proceso debería ser fácil e intuitivo para todos. Necesitamos herramientas que nos ayuden a superar la apatía para empezar a cambiar de verdad las comunidades. Tenemos que centrarnos en asuntos que nos toquen el corazón, específicos para cada comunidad, y movilizar a los ciudadanos para que hagan realidad sus ideas.
Necesitamos herramientas que nos ayuden a superar la apatía para empezar a cambiar de verdad las comunidades
El hecho de utilizar ideas y soluciones pensadas por los ciudadanos fomenta la satisfacción de la población, la conciencia cívica, y la comprensión de los presupuestos y la planificación. Los buenos proyectos participativos consisten en una colaboración entre personas interesadas que beneficia a todas ellas. ¿Cómo llevarlo a la práctica? En las zonas donde el acceso a Internet es escaso, se pueden usar los colegios, las bibliotecas y las cafeterías como conexión entre el mundo físico y el cibernético. En todos los proyectos, los participantes deben conocer las reacciones, algo que es parte de la colaboración. Si no se nos comunican los resultados, pensaremos que nuestros esfuerzos son inútiles y es menos probable que participemos cuando vuelva a presentarse la ocasión.
En Citizens Foundation, trabajamos en la democracia de código abierto en Internet desde 2008 para hacer partícipes a los ciudadanos y conectarlos con las autoridades. Desde 2010, Better Reykjavik (una Reikiavik mejor) ha llevado a la práctica cientos de ideas de los ciudadanos; los estonios han utilizado nuestros programas informáticos para conseguir mediante la colaboración colectiva algunos cambios legales; y Better Neighborhoods (mejores barrios) es un proyecto presupuestario participativo que ha servido de inspiración a otros, entre ellos Madrid Decide (foro ciudadano lanzado por el Ayuntamiento en septiembre para proponer ideas).
Ninguna forma de interacción humana resulta planamente inclusiva, y la Red no es más exclusiva que una reunión en un lugar físico. Reunirse con otras personas para colaborar fuera de Internet es imprescindible, como también lo son las plataformas digitales de colaboración colectiva para priorizar ideas, acotar el debate y presentar los datos importantes de una manera relevante.
Si se combinan actividades en la Red y fuera de ella, centenares de miles de personas intervendrán en asuntos reales. Sería posible que los ciudadanos se organizasen en torno a los asuntos que les importan, planteasen peticiones concretas a las autoridades y las llevaran a término. Las herramientas que nos ayudarán a tomar el control de nuestra vida y nuestra comunidad ya están ahí. Un ejemplo sería este: mientras desayuno, mi AIA (ayudante provista de inteligencia artificial, por sus siglas en inglés) me habla de una reunión interesante en el Ayuntamiento, sobre las normas de la circulación en bicicleta, un tema de mi interés. Le pido que me inscriba y cree un documento informativo sobre una idea que me gustaría presentar.
Gunnar Crímson es cofundador y consejero delegado de Citizens Foundation de Islandia. gunnar@citizens.is.
Traducción de News Clips.
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