Una corte federal de EE UU rechaza el principio de neutralidad en Internet
La FCC no podrá prohibir a los proveedores de Internet que ralenticen la velocidad de acceso a la red según los clientes
Una corte federal de Apelaciones de Estados Unidos falló este martes en contra del principio de neutralidad en la red que defiende la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). La sentencia supone un golpe para uno de los principios básicos del funcionamiento de Internet en el país, que garantiza el acceso igualitario a la Red para todos los usuarios.
El tribunal, formado por tres jueces, ha determinado que Verizon, la empresa de telecomunicaciones que se enfrentaba al Gobierno, tiene derecho a establecer diferentes velocidades de descarga de datos de la red para distintos clientes de acuerdo con la regulación actual. Durante los últimos años, tanto la FCC como numerosas organizaciones defensoras de la neutralidad en la red, han argumentado que se trata de una práctica discriminatoria que perjudica a ciudadanos y pequeñas y medianas empresas.
En defensa de este principio, la FCC aprobó una normativa que prohíbe a los proveedores de Internet -como Verizon- que establezcan diferentes velocidades de acceso a la Red. La Corte, coincidiendo con instancias judiciales inferiores que han estudiado antes el caso, asegura que la FCC se excedió en su autoridad para regular la actividad de estas empresas.
La sentencia judicial también representa un paso atrás para la Administración Obama. El mandatario hizo de la neutralidad en la red uno de los argumentos de su programa electoral en 2008 y, desde su llegada a la Casa Blanca, ha abogado por el acceso igualitario a las comunicaciones online. Este martes, el presidente de la FCC, dejó abierta la posibilidad de apelar la decisión ante el Tribunal Supremo.
“Me comprometo a mantener nuestras redes como motores del crecimiento económico, bancos de pruebas de servicios y productos innovadores y canales de comunicación para todo tipo de expresión protegida bajo la Primera Enmienda”, afirmó en un comunicado Tom Wheeler, presidente de la FCC, tras conocer la sentencia.
Wheeler asegura que el organismo está considerando "todas las opciones posibles" de cara al futuro, “para asegurar que las redes de las que depende Internet sigan ofreciendo una plataforma libre y abierta” y que funcione “en defensa de los intereses de todos los americanos”.
Una de esas posibilidades es modificar la descripción otorgada a Internet dentro de las regulaciones de la FCC. El organismo considera que se trata de un servicio de información y no de telecomunicaciones. Al hacer este cambio, los operadores de Internet deberían funcionar bajo las mismas condiciones que las telefónicas y, del mismo modo que éstas no pueden dar prioridad a una llamada sobre otra -ni cobrar más por ese privilegio- tampoco se podría hacer en el caso del acceso a Internet.
“Dado que la Comisión ha elegido clasificar a los proveedores de banda ancha de manera que estén exentos de tratamiento como compañías comunes, la legislación prohíbe expresamente que queden regulados como tales”, argumentaron los jueces, que sí reconocen que la FCC es la autoridad competente para regular el tráfico de Internet, aunque no en las condiciones actuales.
Verizon afirmó a través de un comunicado que la FCC “no puede imponer condiciones del siglo pasado a los proveedores de acceso a Internet” y garantizó a sus clientes que la decisión “no perjudicará a su capacidad para acceder a la red como hasta ahora”.
“La sentencia abrirá mayores espacios para la innovación y los consumidores tendrán más opciones para elegir por sí mismos como acceden y experimentan con la red”, dice el comunicado. “Verizon está y estará comprometido con una Internet abierta que facilite a los usuarios un acceso sin obstáculos a las páginas web y su contenido, como, cuando y donde ellos quieran”.
Los defensores de la neutralidad en la red alegan sin embargo que este principio favorece la innovación y la experimentación que ha caracterizado al sector de la tecnología en los últimos años, promoviendo la creación de miles de empresas. De anularse el principio de neutralidad, aseguran, miles de compañías -y sus clientes- se verían afectadas por velocidades de navegación más bajas, al no poder igualar las cuotas que sí pueden pagar los gigantes de las telecomunicaciones.
Los proveedores como Verizon tendrían mayor facilidad para ralentizar la velocidad de acceso a páginas y contenidos de sus competidores, favoreciendo sin embargo a aquellos servicios pertenecientes a sus socios. Por el contrario, servicios de streaming de contenido audiovisual podrían verse obligadas a pagar más a los proveedores de Internet para que sus clientes puedan acceder a los vídeos con una calidad adecuada, un coste que podría acabar repercutiendo en el consumidor.
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