Skype cumple 10 años

Más de 300 millones de usuarios activos al mes y más de dos mil millones de minutos al día. Este es el mejor aval de Skype, comprado por Microsoft por 5.920 millones de euros hace dos años, para celebrar su décimo aniversario.

Raúl de la Cruz, director de Publicidad & Online de Microsoft España, valora los cambios sufridos en estos dos lustros: "Poco tiene que ver con el servicio inicial, estrenado con una llamada en Estonia con el actual sistema que funciona en cuatro pantallas con normalidad: móvil, televisión, ordenadores y tabletas. Ya no solo sirve para hablar, también para compartir archivos o el contenido de la pantalla en tiempo real durante una reunión".

En todo caso, no están solos. Google acaba de lanzar Hangouts, que ofrece muchas de las opciones de Skype, pero sin necesidad de pagar, como es el caso de las videoconferencias de grupo. De la Cruz considera que no tienen competencia como tal: "Ni como soporte publicitario, ni como servicio nos pueden igualar. Está claro que van a mejorar, Google es una gran empresa, pero nuestra integración con otro software no está a su alcance".

Esta integración se refiere a Outlook, su servicio de correo, tanto profesional como la nueva marca del antiguo Hotmail. Se puede llamar a través de Skype a cualquier contacto de la agenda con un botón de acceso directo. Esta facilidad de uso se está añandiendo también en los videojuegos de su plataforma Xbox.

El directivo tampoco teme a fenómenos emergentes como Line o WhatsApp. "Aunque son gratuitos (o casi), dan un servicio limitado. No llegan a este nivel. WhatsApp está en una sola plataforma, el móvil. Nosotros lo enfocamos como una forma de comunicación más amplia", subraya.

El último avance es el videocontestador. En lugar de dejar un mensaje de voz, se deja un vídeo con el mensaje en caso de que un contacto no esté conectado. El futuro pasará por las llamadas en tres dimensiones, una opción que todavía parece lejana por exigir un ancho de banda lejos del usuario doméstico y cámaras de doble lente.

En el último año Skype ha tenido que enfrentarse a las acusaciones de los activistas chinos, cuyas sospechas apuntan a que han compartido datos privados con las autoridades locales. De la Cruz insiste en que sus clientes pueden estar seguros, pero con un matiz: "Al final, o acatamos las normas o no podemos dar servicio. En nuestro caso, tanto Skype como MSN, se pliegan a las directivas de Estados Unidos".