El primer móvil con Windows Phone 8
El modelo 8X de HTC destaca por su capacidad multimedia
Es nuevo, pero no da esa sensación. Tiene un aire a viejo conocido. Por fuera recuerda al Lumia 900 de Nokia. Con pantalla de 4,3 pulgadas, supuestamente imposible de rayar que sobresale sobre una cubierta de plástico que envuelve la parte posterior del teléfono. Es de una sola pieza, no se puede extraer la batería (de 1800 mAh, algo más generosa que los habituales 1400 mAh), ni ampliar la memoria (de 16 gigas). Tan solo tiene un puerto MicroUSB para cargar la batería o pasar datos y otra ranura para introducir la tarjeta telefónica, de tamaño MicroSIM.
Al encenderlo, la diferencia con respecto a Windows Phone 7 es pequeña. La interfaz es muy parecida: dos filas de cuadros en vertical, con información que se actualiza automáticamente como si fueran notificaciones, y el menú con la configuración, programas y accesos predeterminados a la derecha. La pantalla inicial no llega a la capacidad de adaptación de los widgets de Android, pero sí permite estar al tanto de todo de un solo vistazo.
Sí ha mejorado la experiencia inicial: es mucho más sencillo configurar un correo ya sea profesional (Exchange) o personal (Yahoo!, Outlook o Gmail). Lo mismo sucede con la importación de contactos, donde se puede unificar la agenda de teléfonos y correo con los perfiles de Facebook y Twitter.
Entre los méritos de HTC está poner el foco en la experiencia multimedia con sonido mejorado con tecnología Beats (los que fabrican los auriculares que lucen los famosos) y una cámara de 8 megapíxeles rápida, con buenos resultados incluso con poca luz y grabación de vídeo en alta definición. El enfoque es rápido y el disparo en ráfaga sin demora. Invita a decir adiós a la cámara compacta.
El menú cuenta con presuntas utilidades como la linterna o el espejo, pero que en un momento concreto cumplen una función. También aparece un acceso directo tanto al “Rincon infantil” como al “Rastreador local”, donde se sugieren programas para niños, comercios y servicios cercanos.
Una de las dificultades, sobre todo si se viene del mundo Android, es saber qué aplicaciones están abiertas. Está pensado para usarlo sin reparar demasiado en el programa concreto, sino en pasar de una a otra según necesidad. El navegador web, adaptado a HTML 5, es especialmente brillante, carga rápido y está adaptado al tamaño de la pantalla sin demasiada molestia. La tienda de aplicaciones de móviles sigue creciendo. De acuerdo, no hay Instagram, pero es de lo poco que se echa en falta. Hay desde WhatsApp a Facebook, Twitter, Angry Birds... Lo más buscado está.
En el uso hay algo que incomoda, que no tiene tanto que ver con este modelo como con la interfaz del sistema operativo. En ocasiones se escribe blanco sobre negro y, como para cuando se envía un correo, negro sobre blanco, pero un blanco tan brillante que resulta molesto si es un correo largo.
Como no podía ser de otro modo, el servicio de música se integra con Xbox, la consola de Microsoft, y el buscador por defecto es Bing. Los mapas, también.
Se trata de un teléfono interesante, de alta gama, pero quizá con un precio demasiado elevado, 599 euros en el mercado libre, si se tiene en cuenta los precios de iPhone 4S, 5 o incluso Samsung Galaxy S3. Sobre todo, cuando se trata de un sistema operativo recién llegado.
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