Las claves de las leyes SOPA y PIPA
La posible aprobación de estas dos leyes ha revolucionado a los internautas estadounidenses
Los internautas estadounidenses se han levantado contra dos proyectos de ley contra la piratería: la ley SOPA y la PIPA. Sitios como Wikipedia y Facebook han manifestado su oposición a estas normas y algunos incluso han llegado a cerrar durante 24 horas como medida de protesta. Te explicamos qué son exactamente y cuáles son sus puntos más conflictivos.
¿Qué son las leyes SOPA y PIPA?
Los proyectos de ley Stop Online Piracy Act y Protect Intelectual Property Act están pendientes de aprobación en el Congreso y el Senado respectivamente y tienen como objetivo terminar con la piratería y el robo de material protegido por derechos de autor.
Apartados clave de la ley SOPA
1. Imponen a los proveedores de internet ejercer de "vigilantes" para detectar las páginas que compartan contenido ilegal y les otorga inmunidad a los proveedores de internet si bloquean portales de usuarios que no hayan cometido delito.
2. El Gobierno podrá cerrar páginas alojadas en EE UU y que permitan las descargas de contenido protegido por derechos de autor, violando por tanto la propiedad intelectual, aunque sus dueños residan en el extranjero.
3. El Departamento de Justicia podrá cerrar páginas web sin orden judicial así como impedir que cobren beneficios de anunciantes, bloquear dominios de internet y hacer que buscadores como Google eliminen esas páginas de los resultados de búsqueda.
4. El Gobierno de EE UU podrá impedir el uso de las herramientas empleadas por ciudadanos de China o Irán para burlar la censura.
¿Qué significaría en la práctica?
La ley responsabilizaría a aquellos buscadores, portales y páginas que publiquen links a contenido protegido y otras webs de descargas. Mediante una orden judicial, cualquier productora de cine que descubra que una página ofrece copias ilegales de sus películas, podría obligar a Google a eliminarla de los resultados del buscador.
Sitios como Facebook, YouTube o Flickr deberían responder por el contenido que recomienden los usuarios en cuanto haya sospecha de que viola la propiedad intelectual. Los usuarios, por tanto, serían responsabilizados al compartir-en páginas personales, redes sociales y correos electrónicos- links a webs que alojen copias ilegales, aunque no las hayan hecho ellos mismos ni se beneficien económicamente de su distribución.
A favor y en contra
La comunidad tecnológica de EE UU lidera la oposición a las leyes. Mozilla, Twitter, la Fundación Wikipedia, Yahoo!, Facebook, Ebay, AOL, Zynga y hasta 55 inversores y más de 200 emprendedores han manifestado al Congreso su preocupación por el posible impacto de la legislación en el mercado.En el Congreso, la controversia de los textos de las dos normativas ha convertido en aliados a grupos de políticos tan poco comunes como la excandidata republicana Michelle Bachman, la demócrata y exportavoz de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, el aspirante presidencial republicano Ron Paul, y Darrell Issa, miembro de la derecha más conservadora y uno de los grandes opositores de SOPA. A favor de la legislación también se han unido el veterano demócrata Patrick Leahey, el republicano y candidato a las presidenciales de 2008 John McCain, el independiente Joe Lieberman y el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.
La Cámara de Comercio de EE UU, uno de los grandes grupos a favor de la legislación, alega que la piratería cuesta a los negocios norteamericanos más de 135.000 millones de dólares al año.
Argumentos de los detractores de la ley
Las leyes SOPA y PIPA, ambas creadas para salvar puestos de trabajo de diferentes industria, podrían eliminar empleos al crear incertidumbre por obligar a las empresas a destinar más tiempo al control y vigilancia de todo el material que compartan los usuarios. También defienden que el Gobierno de EE UU podría ordenar el bloqueo de páginas web utilizando métodos parecidos a los empleados en China o Irán y que, a pesar de todo, la nueva legislación no impediría las copias ilegales.Finalmente, advierten que las leyes podrán fragmentar internet, censurar la Red, dificultar la innovación en industrias que tradicionalmente se han beneficiado de la libertad online y porque suponen una intervención demasiado amplia por parte del gobierno en los derechos de los ciudadanos.
Washington contra Sillicon Valley
Los medios norteamericanos han identificado dos sectores. Por un lado, industrias productoras de contenido -discográficas, cinematográficas, editoriales, etc. Este sector defiende que la piratería y las herramientas que permiten generar y distribuir copias ilegales son una amenaza para esta industria. Los legisladores han respondido a su llamada.
Por otro lado, la comunidad tecnológica y las empresas de internet. Ellos argumentan que el avance de leyes como SOPA y PIPA recortarán la libertad de expresión y la innovación que permitió que compañías como YouTube, Flickr, Google o Facebook se convirtieran en lo que son hoy.
Las leyes responsabilizarían a cualquier usuario que no haya realizado una copia ilegal de contenido protegido pero publique un link en su página o perfil de una red social, recomendado dicho material. Esta posiblidad ha llevado a expertos como Clay Shirky y los responsables de la Fundación por la Libertad Electrónica a defender que el derecho a compartir está protegido por la libertad de expresión.
También se debate estos días quién tiene solucionará el problema de la piratería. "La solución debe llegar desde el propio mercado, no de una intervención gubernamental". Es lo que defiende el influyente portal Oreilly: "El término 'piratería' implica que la amplia presencia de copias no autorizadas de contenido protegido es el resultado de malas actuaciones intentando apresar un mercado legal. Pero la historia nos ha demostrado que esto es principalmente el resultado de un fallo del mercado".
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