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Bruselas propone aprovechar el apagón analógico para expandir un Internet más rápido

Las operadoras podrán servirse en 2013 de frecuencias liberadas con la llegada de la TDT.- Bruselas quiere que las operadoras compartan sus redes de fibra óptica

Bruselas quiere garantizar a todos los europeos un acceso rápido a Internet. Para conseguir este objetivo, también en las zonas rurales o menos pobladas donde las redes alámbricas no llegan, la Comisión Europea ha anunciado hoy que los operadores podrán servirse de frecuencias liberadas por el apagón de la televisión analógica. Esta medida entraría en vigor en 2013, aunque algunas excepciones persistirían hasta el 2015.

Para ello, Bruselas forzaría a los estados miembros a liberar la banda de 800 megaherzios para los servicios de comunicación electrónica. Se trata de una iniciativa a la que algunos países como Alemania o, próximamente, Francia ya se han adelantado para potenciar la telefonía móvil de cuarta generación. Esta red podría cubrir el servicio en zonas despobladas o rurales que carecen de conexión alámbrica. De esta manera se combatiría la brecha digital. Por otra parte, se mejoraría la velocidad del servicio. La Unión Europea de Radiotelevisión ha mostrado su inquietud porque la medida puede crear, a su juicio, interferencias con la señal audiovisual.

La Unión Europea no apostará únicamente por la conexión si hilos, pero considera que esta tecnología es la que permite en un tiempo razonable cubrir las necesidades de las zonas desasistidas. Bruselas quiere que en 2020, los europeos puedan disfrutar de conexiones de, al menos, 30 megabits por segundo, y que la mitad de ellos pueda disfrutar de un Internet a 100 mbps gracias a una nueva generación de conexiónes con fibra óptica. El problema es el coste del despliegue de esta infraestructura.

Con respecto a la fibra óptica, la Comisión ha recomendado a los grandes operadores de telecomunicaciones dar acceso a los rivales a sus redes de nueva generación de fibra óptica, aunque ha evitado fijar los precios, algo que quedará en manos de los reguladores nacionales. Bruselas sostiene que la regulación de los precios no supone poner un tope al retorno de las inversiones, ya que los ingresos medios por cliente, que actualmente se sitúan en 37 euros al mes de media, aumentarán entre un 10% y un 15% con las nuevas redes de alta velocidad, según sus cálculos.

El Ejecutivo comunitario desoye así las peticiones de los operadores históricos, que habían reclamado a Bruselas desregular las redes de fibra óptica para fomentar la inversión que necesita el sector en Europa, cifrada por las propias compañías en alrededor de 300.000 millones de euros. Según los cálculos de Bruselas, se requieren entre 180.000 y 270.000 millones de euros para hacer llegar la banda ancha a todos los hogares en 2020.

"Aunque los operadores de telecomunicaciones deben realizar enormes inversiones para desplegar las redes de fibra de nueva generación, no podemos correr el riesgo de que esta transición fundamental conduzca a una remonopolización de las redes de telecomunicaciones, perdiendo los beneficios que la competencia ha generado hasta ahora", ha dicho la comisaria Kroes para justificar las nuevas reglas. El nuevo marco normativo recoge otra de las reivindicaciones históricas de los operadores, la segmentación dentro de un mercado (por ejemplo entre áreas rurales o urbanas), lo que permitirá en que las zonas donde hay más competencia se avance en la desregulación. Finalmente, Bruselas apuesta por facilitar las inversiones conjuntas de varias compañías en redes de alta velocidad. No obstante, las grandes compañías consideran la nueva regulación como una "oportunidad perdida" porque mantiene el control de precios, pero sin concretar y dejándolo en manos de los reguladores nacionales.

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