En busca del Tió

Mide 8 céntimetros, está hecho con madera, luce barretina y hay 500 de ellos distribuidos en espacios públicos de toda Cataluña. El Tió, ese tronco que caga regalos en Navidad, se reivindica a sí mismo. En una acción inspirada en el bookcrossing (dejar libros en lugares públicos para que lo recojan otros lectores y, una vez leídos, dejarlos de nuevo), un grupo de creativos han distribuidos 500 Tiós de Navidad por las calles catalanas para reivindicar su protagonismo y que pasen de mano en mano. Ahora mismo viven en bancos, estaciones o esquinas, por citar tres lugares.

A través de la página web Socdetio.cat, los organizadores proponen un juego que consiste en encontrar algunas de estas figuras. Quien encuentre un Tió debe entrar en la web y gracias al código que encontrará en el tronco podrá conocer su recorrido y dejar mensajes a otras personas que lo encontraron antes. El único compromiso que tiene quien lo encuentre es que debe liberarlo de nuevo.

"No forma parte de ninguna campaña de comunicación. Simplemente pensamos que el Caga Tió estaba quedando arrinconado por el Papa Noel y los Reyes Magos", afirma Albert Torres, creativo de la agencia Keepu. De momento, ya se han recatado 176 Tiós.