Protección de Datos alerta sobre los riesgos contra la privacidad en Internet
El director de la Agencia considera "deplorables y execrables" algunos productos de YouTube, Google o Yahoo
El director de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), Artemi Rallo, ha reclamado en el Congreso una respuesta reactiva clara frente a aquellos productos "deplorables y execrables" que hay en YouTube, durante su comparencia ante la Comisión Constitucional para presentar la memoria del organismo durante 2006.
"Quiero manifestar mi preocupación sobre fenómenos como YouTube que, de forma ilícita, pueden poner a disposición de cualquiera nuestra imagen y someter a notables riesgos la privacidad y dignidad del ser humano", ha asegurado Rallo. A su juicio, Internet no puede ser en ese sentido un territorio sin ley donde la impunidad esté instalada.
Junto a YouTube, el director de la Agencia ha alertado de los riesgos derivados de los motores de búsqueda, como Google o Yahoo, y de los servicios de correo electrónico ya que, según ha asegurado, los usuarios desconocen el alcance del uso de sus datos personales al utilizar estos servicios.
Protección de menores
En su comparecencia Rallo ha adelantado que sus dudas "podrían llegar a traducirse en un plan sectorial, teniendo en cuenta la rápida realidad cambiante", medidas que, en su opinión, deben dirigirse, muy especialmente, a la protección de menores, "evitando que puedan convertirse en las víctimas más perjudicadas por la aparente ausencia de reglas".
"Las nuevas tecnologías pone hoy 'en jaque' los criterios tradicionales de garantía de privacidad y exige una actualización y adaptación urgente", ha asegurado Artemi Rallo.
Otra de esas innovaciones es la videovigilancia, que está convirtiendo España en un 'Gran Hermano'. Así, el director de la Agencia ha destacado la importante proliferación de aparatos de videovigilancia, tanto públicos como privados. Los ficheros referidos a los mismos han pasado de sólo 10 en 2003 y 375 en 2006 a casi 3.500 en la actualidad. "La evolución de los datos registrados parece indicar que somos los propios ciudadanos los que estamos dispuestos a convertirnos en nuestro propio 'Gran Hermano".
