Hombres G: "Ya no hay sacos de cartas, ahora recibimos e-mails"
Retro y tecnológicos al mismo tiempo
David, Javi, Rafa y Dani, cuatro nombres que a mucha gente no les dirán nada, pero que a cualquiera adolescente ochentera ponía el corazón del revés. Son los Hombres G. El tiempo ha pasado por sus cuerpos, pero insisten en hacer la misma música. Veinte años después los mismos ritmos y fórmulas les siguen devolviendo éxitos. Quizá de su gusto por lo clásico y de una dosis de romanticisimo que siempre ha acompañado a David Summers venga su escaso interés por los adelantos tecnológicos: "De esto sé muy poco. No quiero saber nada de blogs y cosas de esas. Al momento, rectifica con media sonrisa: "Bueno, no es para tanto, los fans se han portado muy bien con nosotros y nos hicieron nuestras primeras páginas web. Había en España, en México, en Perú, Colombia... Ahora tenemos la oficial". Desde hace poco tiempo experimentan en la red con su "Diario de grabación".
Todos recuerdan la época en que los carteros llegaban con sacos a su casa: "Esto es mucho más cómodo, ahora recibimos e-mails". Rafa Gutiérrez se confiesa un usuario compulsivo del teléfono, llama directamente y escribe los mensajes "con todas las letras". Daniel Mezquita va más allá: "Estoy mandando mensajes continuamente, y con politonos, y fotos..."
En todo este rato David no ha dejado de hablar por el suyo, pero se apunta a la conversación: "Tampoco me gusta el lenguaje de los SMS, es un error y va a perjudicar al castellano". En lo que sí están de acuerdo es que todos utilizan un móvil "de tapa". Entre risas, Javier Molina, el batería, confiesa que es una medida preventiva: "Nos llevamos algún que otro disgustillo por no cerrarlo bien así que...".
Tampoco andan mal de gadgets. Los cuatro miembros del grupo tienen ordenador. Rafa dos; portátil y sobremesa, pero le traen de cabeza: "Mis anécdotas no son precisamnete divertidas. Se me jode todo cada dos semanas y pierdo todo". Daniel Gutiérrez ha aprendido la lección: "Perdí las fotos digitales de dos años enteros. Me he comprado un mega disco duro y tengo que ir haciendo copias poco a poco para que no me vuelva a pasar. Aprendí la lección".
Los cuatro miembros del grupo que creó una generación de fans, "las chicas cocodrilo", se despiden mientras responden mensajes al móvil o consultan en el mismo su siguiente acto de promoción. Algunas cosas no cambian, con o sin tecnologías, como las obligadas citas con los medios.
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