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A-Space, una Comunidad de internautas sólo para espías

Los servicios secretos estadounidenses se esfuerzan por crear una red social para compartir información

Los servicios secretos estadounidenses se esfuerzan por resolver los problemas para compartir información inherentes al mundo de los espías, ésos a los que con gran espectacularidad se culpa de no haber conseguido prevenir los atentados del 11-S. Tienen una especie de red en mente y están adoptando tecnologías de Internet que millones de jóvenes ya dominan. En diciembre, afirman las autoridades, los organismos introducirán A-Space, una variante extremadamente secreta de los sitios de red social MySpace y Facebook.

La 'A' se refiere a "analista", y mientras que los usuarios de Facebook intercambian fotos, consejos domésticos y cotilleos, los analistas secretos podrán comparar notas sobre fotos por satélite de emplazamientos nucleares norcoreanos, insurgentes iraquíes y misiles chinos.

A-Space se unirá a Intellipedia, la Wikipedia de los espías, que proporciona conocimientos a los profesionales de los 16 organismos secretos estadounidenses. Dieciséis meses después de su creación, señalan las autoridades, la versión altamente secreta de Intellipedia tiene 29.255 artículos, con una media de 114 artículos y más de 4.800 ediciones de artículos diarios.

Una Biblioteca de Inteligencia Nacional independiente incluirá todos los informes secretos oficiales emitidos por cada organismo. Y 'blogs' accesibles sólo a otros espías proliferan tras los muros de seguridad. "Vemos que Internet nos adelanta por el carril rápido", dice Mike Wertheimer, de la Dirección de Inteligencia Nacional y encargado de revisar la introducción de A-Space. "Jugamos un poco a ponernos al día".

Los escépticos declaran que las preocupaciones territoriales ?la maldición del mundo del espionaje?, podrían impedir a los analistas utilizar las herramientas. Wertheimer reconoce que algunos gerentes no animan a su gente a añadir artículos a la enciclopedia de Internet, por temor a que a sus organismos no se les reconozca el mérito de la nueva información.

Y al mundo de los servicios secretos poner a funcionar herramientas de Internet le exige una revolución cultural. La mejor información secreta sigue llamándose SCI, siglas en inglés de Información Sensible Compartimentada, y la separación de datos ofrece protección contra filtraciones y topos; o al menos eso dice la teoría.

Pero los atentados del 11-S revelaron que acaparar información podía conducir a la catástrofe. En un informe publicado el mes pasado, el inspector general de la CIA hablaba de una familia de espías disfuncional, en la que la Agencia de Seguridad Nacional se negaba a compartir con la CIA las interceptaciones de Al Qaeda, y a su vez, la CIA ocultaba información al FBI.

Más de 50 funcionarios de la CIA leyeron a comienzos de 2000 cables sobre dos de los futuros secuestradores, pero no pidieron al Departamento de Estado que los pusiera en una lista de vigilancia, se afirma en el informe.

Ahora hay muchas esperanzas de que una comunidad virtual que reúna a los 100.000 trabajadores de los servicios secretos pueda ayudar a los espías a compartir información de manera automática, como ocurre con los estudiantes de secundaria.

Los espías veteranos y los expertos aplauden la nueva tecnología, pero advierten de que no es la panacea. Amy Zegart, profesora de política pública en la Universidad de California y autora de Spying blind: The CIA, the FBI and the origins of 9/11, detecta 23 momentos en los que la CIA o el FBI podrían haber parado la trama. Pero no ve "prácticamente ninguna posibilidad" de que la Red hubiese supuesto una diferencia, porque los funcionarios no reconocieron la importancia de la información que tenían.

Los creadores afirman que A- Space incorporará tanto correo electrónico secreto como desclasificado, permitirá la edición colectiva de documentos y los analistas podrán escribir un nombre y descubrir al instante lo que organismos lejanos han descubierto de él.

Conscientes de que dicho sistema podría ser vulnerable a los topos, las autoridades dicen que los ordenadores marcarán a los usuarios que descarguen grandes cantidades de datos o que busquen repetidamente información fuera de su área de trabajo.

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