Tres días incomunicados
Los afectados por el corte de las comunicaciones en Melilla constatan su impotencia tras la avería que les impide hacer uso de Internet y los teléfonos móviles
Juan Lorenzo Olivares, 57 años, profesor de instituto
El corte de las comunicaciones ha llevado a este melillense a una situación curiosa. Desde hace meses juega a la bonoloto de una forma ''automática'' es decir, cada lunes, su lotero apuesta electrónicamente por unos números que él tiene asignados. La paradoja llegó cuando descubrió que no sabía si había ganado 36 euros a pesar de tener el boleto premiado. Ante esta situación, se pregunta: ''¿Qué pasaría si a alguien que juega cada semana los mismos números le toca la lotería pero no puede cobrarla por la falta de comunicación entre las entidades de Lotería con Melilla?''. ''Es un completo desastre'', afirma. ''En mi caso no es muy importante porque 36 euros no me suponen nada, pero, ¿qué hubiera pasado si me toca?''.
Carmen Alarcón Hinojo, 45 años, ama de casa
Se define como una de las ''privilegiadas'' que puede vivir sin este tipo de ataduras. Ama de casa y madre de dos hijos, reconoce que, a pesar de tener móvil, el corte en las comunicaciones no le ha supuesto una alteración. ''Como no lo uso, no me afecta'', comenta. Sin embargo, sí le ha ocurrido lo contrario con la telefonía fija. ''El lunes no podía ni llamar ni recibir llamadas, y desde casi la madrugada, sólo recibir, pero no llamar. Yo tengo una hija en Málaga, y no podía hablar con ella; un hijo en Valencia, y lo mismo. Y lo peor fue con mi madre. Acostumbro a llamarla dos veces al día para preguntarle como se encuentra y ha sido imposible''.
Francisco Ríos Ortiz, 49 años, médico
Francisco trabaja en el servicio de UVI en el Hospital Comarcal. El lunes 19 cubría la guardia, por lo que no hizo mucho uso del móvil. Sin embargo, confiesa, ''fue un caos porque no podíamos localizar a los especialistas. Sólo se podía contactar con ellos en sus domicilios, pero, como era el Día del Padre, no todos se encontraban allí. Tuvimos que llamar a la Policía para que les buscaran en sus casas. Por suerte no pasó nada''. Francisco estuvo intentando retomar la red, pero fue imposible, aunque se lo ha tomado ''con calma''. ''El único problema es que se mete la red marroquí, y si alguien quiere contactar contigo, como es una llamada internacional, te cobran también a ti''.
Mamen Morata, técnico de sonido
Técnico de sonido de Onda Cero Melilla, ha padecido en primera persona la necesidad de estar localizada permanentemente. ''Al no tener teléfonos móviles –ha comentado– tuvimos que estar todo el lunes pendiente del teléfono. Movistar y Vodafone comenzaron a dar un poquito de cobertura, apenas nada, pero mi compañía, Orange, nada de nada. No se ha dado ni por aludida''. Mamen confiesa que, ''como muchas de las cosas que pasan en Melilla, esto va para largo. Han traído aparatos para las instituciones, pero ya han dicho que el problema durará entre 10 y 12 días''. A nivel personal, la sensación de impotencia se le ha agravado con la situación de un familiar ingresado en el hospital. ''Tengo a mi familia en la península histérica; es una impotencia total y, aunque no te acostumbras nunca, no te queda otra que esperar''.
José Carlos Romero Santamaría, 51 años, Jefe provincial de Tráfico
A nivel profesional, el delegado en Melilla ha protagonizado la otra cara del problema. A nivel interno, en la delegación no se han visto afectadas las comunicaciones, tanto telefónicas como en red. Pese a que la saturación de la línea telefónica es un factor constante en la ciudad, la labor diaria de la oficina se ha visto disminuida levemente, ya que, al estar afectadas otras entidades, los trámites de la Administración no se han podido obtener de la misma forma que en un día normal.
Alicia García Olert, 42 años, ATS
Ha reconocido a ELPAIS.com que el móvil era algo ''que no quería para nada'' hasta que se produjo la avería. Desde entonces, no duda en decir que es ''primordial''. A ella también le ha afectado el corte en las comunicaciones. ''Tengo un hermano en Teruel con el que tenía que hacer unas gestiones, y fue imposible''. Alicia confiesa que estuvo ''enfadada'' durante todo el día de ayer, aunque reconoce que, poco a poco, está ''más concienciada y no le afecta tanto''. Si tuviera que describir su situación con dos palabras, serían ''impotencia'' y ''locura''.
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