Cárcel Virtual en el centro de Madrid
El videojuego "La Fuga" mezcla experiencias virtuales y reales
Olvídese de la lima oculta en una barra de pan, de improvisadas sogas con sábanas anudadas o de trabajar meses excavando un túnel con la cucharilla del café; nada de esto le servirá para escapar de Mazzinia, un penal del siglo XXXI que el viernes abre sus puertas en el centro de Madrid.
Y es que, para tener éxito en "La Fuga", un videojuego interactivo que combina experiencias reales y virtuales, tendrá que aplicar ingenio, intuición y no poca destreza física si quiere superar las pruebas que le permitan fugarse de este inexpugnable centro de reclusión.
La firma de ocio Négone es la responsable de recrear esta cárcel de máxima seguridad tecnológica, ubicada en el edificio modernista La Pagoda en las inmediaciones del estadio Santiago Bernabeu.
El objetivo del juego es simple: escapar a través de las laberínticas dependencias carcelarias solucionando problemas de ingenio y superando obstáculos físicos. El fallo o la demora pueden delatar la presencia del díscolo presidiario, que deberá prestar máxima atención en esta carrera contrarreloj para no ser detectado y eliminado por el oscuro ordenador central.
Una pequeña consola electrónica en la muñeca y las explicaciones de un guía virtual son las únicas herramientas de las que dispone el jugador para fugarse, atravesando los tres niveles y 4.000 metros cuadrados que tienen las instalaciones, ambientadas con trabajados decorados futuristas y cambiantes efectos visuales y sonoros.
"Varios momentos del juego son verdaderamente inquietantes, con el humo, las luces, el ruido... Además, las preguntas son bastante complicadas. No es nada fácil salir de ahí", dijo José Ramón, de 26 años, tras salir de la atracción.
Proyecto español
El equipo directivo calcula que "La Fuga" recibirá unos 100.000 visitantes el primer año y que se jueguen en torno a 200.000 partidas, a entre 12 y 15 euros cada una.
En el primer año, la facturación total rondaría los cuatro millones de euros.
Madrid no será la única ciudad con presidio virtual. Négone tiene previsto iniciar su expansión, con una inversión de 15 millones de euros, en un centro en Nueva York a finales de 2006.
"En 2007, una vez esté en funcionamiento el local de Manhattan, esperamos arrojar beneficios en términos de Ebtida", dijo Silvia García, consejera delegada de Négone y una de las creadoras del juego.
El plan de expansión con el que trabaja el grupo contempla la apertura de 60 locales en diez años bajo un modelo diseñado por la consultora Economic Research Associates, especializada en ofertas de ocio. Tras Madrid y Nueva York, ciudades como Los Ángeles, San Francisco, Berlín o Hong Kong contarán con estos particulares centros de ocio penitenciario.
La tecnología que emplea Négone es cien por cien española, así como su capital. Ésta es la segunda experiencia empresarial de la compañía, que en julio de 2003 puso en funcionamiento una atracción interactiva similar en Getafe, que finalmente tuvo que cerrar sus puertas para centrar el negocio en las instalaciones de la capital.
Hasta 240 reclusos pueden forcejear al mismo tiempo con las férreas medidas de seguridad del presidio -jugando solos, en grupos o en comandos- y cumplir con el medio centenar de misiones diferentes que propone este particular Alcatraz urbano.
Pero que el jugador no se haga demasiadas ilusiones: tan sólo un cinco por ciento de quienes ingresan en Mazzinia por primera vez logran salir indemnes.
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