La introducción definitiva del chip marca el 50 aniversario de la tarjeta de crédito en España

La primera tarjeta de crédito de España fue puesta en circulación el 4 de octubre de 1954 por Diners Club y en la actualidad tiene más de 30 millones de usuarios. Al cumplirse su cincuenta aniversario, este medio de pago se prepara para sufrir cambios importantes, con la desaparición de la banda magnética y la introducción del chip.

Las tarjetas han evolucionado a gran velocidad, e incluyen ahora una amplia gama de productos adicionales, que será mucho mayor cuando se generalice la implantación del chip. Este dispositivo permitirá al usuario, por ejemplo, tener en la misma tarjeta bancaria también su identificación digital, los programas de fidelización de distintos grupos empresariales o el abono para el transporte.

El plástico se ha convertido en un indispensable que todos conocen y saben utilizar, y las entidades concentran su esfuerzo, no en dar a conocer las tarjetas y su mecánica, sino en convertirlas en un verdadero sustituto del dinero en efectivo. Según datos de Servired -la principal sociedad de medios de pago en España- los españoles se gastaron el año pasado en compras con tarjetas unos 57.000 millones de euros, una cifra muy superior a la de hace pocos años pero todavía tres veces inferior a la de los franceses.

Atados al efectivo

Pero el uso que se hace en España de la tarjeta para extraer dinero de los cajeros es mayor que en Francia -86.136 frente a 80.500 millones de euros-, síntoma de que los españoles siguen prefiriendo el efectivo como medio de pago. Para cambiar ese hábito, la banca empezó el año pasado a incrementar las comisiones por la utilización de cajeros para fomentar el pago en comercios con el dinero de plástico, un problema que la compañía inventora de la tarjeta de crédito ha eludido con su perfil de "exclusividad".

EURO 6000, otra de las redes que operan en España, informa de que las Cajas de Ahorro con las que trabaja incorporan el chip en sus tarjetas desde 1996, poniendo en marcha varias experiencias en las que se utiliza el monedero electrónico como medio de pago, entre las que destacan las siguientes: pago de tiempo de televisión y de teléfono en hospitales (hospital de Cruces de Bilbao) pago de tiempo de aparcamiento, ORA (Pamplona, Mallorca…) o el pago en cabinas públicas de Telefónica.

VISA: Más de mil millones de tarjetas

Pero conseguir que la población se adapte a nuevos servicios llevará todavía un tiempo a las entidades financieras, que han aprendido en el último medio siglo la paciencia que han de tener en este ámbito.

En los primeros años de la tarjeta y pese al entusiasmo inicial, el crecimiento fue menor de lo esperado, debido a los altos costes y a los problemas técnicos recurrentes. Finalmente, la solución partió de una iniciativa de Bank of America, que creó una organización nacional de tarjetas denominada Bank of America Service Corporation (BSC) y permitió a otros bancos emitir su tarjeta BankAmericard -conocida por sus tres bandas azul blanca y dorada.

La iniciativa de colaboración, posteriormente rebautizada como Visa, fue un sonado éxito, como atestigua actualmente su posición como el principal procesador de transacciones financieras del mundo, con más de mil millones de tarjetas en circulación.

Los orígenes

La leyenda del invento de este medio de pago se remonta a 1949, cuando el americano Frank McNamara descubrió, en una comida de negocios en el restaurante Major's Cabin Grill, que no podía pagar su cena porque había olvidado su cartera.

Aunque su esposa solucionó el apuro, McNamara decidió que jamás se vería en semejante situación, y decidió, junto con su abogado Ralph Schneider, crear la tarjeta "Diners Club", que en un principio se ofreció a 200 personas y servía como aval para el portador en un puñado de restaurantes. Al final de su primer año contaba ya con 20.000 afiliados.

En España, fue el antiguo Banco Bilbao el que primero introdujo la tarjeta BankAmericard, que tras un gran esfuerzo promocional se convirtió en una tarjeta de uso masivo. Su éxito impulsó la posterior expansión, así como la introducción y el desarrollo de un servicio similar por parte de otros bancos.