Diamantes al alcance de todos
Gemesis Corp. y Apollo Diamond fabrican diamantes apariencia idéntica a los de verdad
Dos firmas de EEUU fabrican en sólo tres días lo que a la naturaleza le llevó miles de millones de años: diamantes de composición y apariencia idéntica a los de verdad que se venden a la mitad de precio y que podrían revolucionar el sector. General Electric y la japonesa Sumitomo generaron pequeños diamantes para fines industriales hace ya varias décadas, pero hasta ahora nadie había logrado réplicas de los diamantes naturales con tal grado de precisión en cuanto a tamaño y calidad.
El hallazgo de Gemesis Corp. y Apollo Diamond ha llevado a los grandes de la industria a tomar cartas en el asunto. DeBeers, el gigante anglo-surafricano que controla en torno al 60 por ciento del comercio mundial de diamantes, ofrece desde hace algún tiempo máquinas gratis a los laboratorios internacionales encargados de certificar la autenticidad de las piedras preciosas.
La cosa no es para menos. De pasar desapercibidas, las piedras de Gemesis y Apollo podrían amenazar una industria que factura alrededor de 7.000 millones de dólares anuales en EEUU y unos 60.000 millones en todo el mundo.
Robert Linares, el fundador de Apollo Diamond, descubrió que había mucho en juego hace cinco años, cuando un desconocido se le acercó durante una feria del sector en Praga para decirle que su investigación podría hacer que acabase con un tiro en la cabeza. La advertencia no logró disuadirlo. La firma mantiene negociaciones con distribuidores de todo el mundo y espera enviar al mercado cientos de diamantes cultivados a principios de 2005, según asegura Bryant Linares, hijo del fundador y presidente de la compañía. Linares cree que cuando las máquinas de Apollo estén a todo
vapor, la firma producirá tantos diamantes como un pequeño país africano.
Gemesis, por su parte, debutó en el mercado en agosto de 2003 con sus diamantes amarillos. La compañía produce alrededor de 200 piedras mensuales en su nave
industrial de Florida, donde 24 máquinas transforman carbono puro en diamantes al reproducir las condiciones apocalípticas que se dan a más de 160 kilómetros bajo tierra: temperaturas de más de 1.000 grados centígrados y presión equivalente a varias toneladas por centímetro cuadrado.
Carlos Valeiras, el directivo de origen argentino que dirige Gemesis, dice que los diamantes de su empresa son "idénticos" a los que se encuentran en la naturaleza (los diamantes naturales son resultado de la lenta cristalización de carbono puro). "Disfrutan de todas las características que los han convertido en objetos adorados", dice Valeiras.
Robert Linares y Valeiras creen que les espera un futuro brillante y no sólo en el área de la joyería, sino también en la de semiconductores, sector en el que ambos tienen experiencia. Linares fundó y dirigió Spectrum, firma que vendió a mediados de
los 80 y que ayudó a desarrollar los microprocesadores de los teléfonos móviles. Valeiras, un ingeniero aeronáutico, trabajó como analista de semiconductores en un banco de inversión de Wall Street antes de llegar a Gemesis.
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