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Sanidad negocia con los médicos sus condiciones laborales: desde las guardias de 24 horas a la exclusividad en la pública

Los sindicatos protestan por un borrador que obliga a los residentes a una exclusividad de cinco años en el Sistema Nacional de Salud

La ministra de Sanidad, Mónica García, la semana pasada en una rueda de prensa.
La ministra de Sanidad, Mónica García, la semana pasada en una rueda de prensa.Gabriel Luengas (Europa Press)
Pablo Linde

El Ministerio de Sanidad quiere cambiar las reglas laborales de los trabajadores sanitarios, el estatuto marco que rige su profesión, y que lleva en vigor más de 20 años. El Gobierno se ha sentado este miércoles con los representantes de los trabajadores para avanzar en la negociación de un proyecto de ley que pretende cambiar (entre otras) dos realidades muy asentadas en la sanidad española: las guardias de 24 horas y la compatibilidad de los médicos para trabajar en la sanidad pública y la privada.

Aunque todavía no hay nada cerrado, esto último ha generado una gran contestación entre el colectivo médico y sus representantes. La ministra, Mónica García, anunció la semana pasada la intención de que los jefes de servicio y cargos directivos de los hospitales públicos estén obligados a trabajar para la sanidad pública en exclusividad y no puedan compatibilizar sus cargos con funciones en la privada. “Nadie se imagina que alguien pueda trabajar en Coca-Cola y en Pepsi a la vez”, dijo el lunes a los medios en referencia a esta iniciativa.

García aseguró que esta incompatibilidad no se extendería a otros profesionales que no ocupasen puestos de gestión. Sin embargo, un borrador que se filtró el viernes pasado también preveía que, en los primeros cinco años de profesión, los médicos que hayan pasado por el MIR (la residencia de cuatro o cinco años que convierte a los graduados en Medicina en especialistas) también tuvieran exclusividad en la pública.

Tras la reunión con el sector, la ministra, que ha comparecido en rueda de prensa, ha admitido que esta es una de las propuestas que hay sobre la mesa, pero que no es la de su departamento: “La del ministerio, que está debatiéndose, es la dedicación exclusiva para cargos directivos y de responsabilidad. La he explicado, motivado, y fuera de nuestro ámbito es totalmente entendible”.

García ha defendido su propuesta como necesaria “para dignificar el sistema sanitario” y se ha comprometido a continuar negociando con los representantes de los trabajadores para lograr un acuerdo que “beneficie a los profesionales, a la ciudadanía y a los pacientes”.

Los ánimos llegaban caldeados a la reunión. Los médicos y sus representantes se han mostrado muy contrarios a la exclusividad de trabajar únicamente en la Sanidad pública. “El énfasis que la ministra pone en el ejercicio mixto, público y privado de la medicina responde a un prejuicio de carácter ideológico y distorsiona la realidad, quizás con la intención de desacreditar las demandas de un colectivo médico obsesionado por obtener ‘beneficios obscenos’ [citando palabras de García]. Porque lo cierto es que la inmensa mayoría de los médicos españoles ejercen en exclusiva en la sanidad pública. Los médicos con exclusividad pública representan prácticamente el 100% de las plantillas en la mayor parte de España y son excepcionales aquellas provincias en las que este porcentaje baja del 70%“, lamentaba el Sindicato Médico Andaluz.

A la salida de la mesa, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM, el mayoritario en la profesión) mantiene su rechazo a esta propuesta y reclama un estatuto específico para los facultativos, “que recoja las especiales condiciones de formación y responsabilidad” de este personal.

La eliminación de las guardias de 24 horas, otra de las promesas del ministerio, tampoco ha satisfecho, tal y como está redactada, a los sindicatos. Lo que hace es eliminar la jornada ordinaria previa a la guardia, de forma que los profesionales trabajarían 17 horas, en lugar de un día entero. Los representantes de los trabajadores consideran que, según interpretan el borrador, esto obligaría a los profesionales a devolver las horas otro día, “probablemente en horario de tarde doblando turno”, algo que también ha desmentido García en la rueda de prensa: “Uno de los compromisos del ministerio es que no se excedan las 17 horas [de trabajo continuado], y que las horas de descanso no tengan que ser en ningún caso recuperables”. La ministra ha achacado esta confusión a una posible ambigüedad en la redacción que se corregirá.

El sindicato mayoritario entre las enfermeras (Satse) ha reconocido tras la reunión avances laborales y profesionales para enfermeras y fisioterapeutas, pero ha advertido que “aún queda mucho por mejorar, aclarar y concretar”. García cree que hay consenso a la hora de reconocer a cada profesional los créditos cursados en sus carreras, algo que no se venía haciendo desde la implantación del Plan Bolonia, que pasó a considerar grado estas dos titulaciones, mientras la categoría profesional seguía correspondiendo a una diplomatura, lo que restringe el desarrollo de la carrera y merma sus sueldos.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas, por su parte, ha urgido al Ministerio de Sanidad a priorizar una adecuada reclasificación de todas las categorías de la sanidad, especialmente los técnicos medios y superiores (Técnicos de laboratorio, TCAEs, entre otros).

La toma de contacto de este miércoles no será la última. Sanidad, que ha procurado mantener la discreción para poder avanzar en los puntos de fricción, continuará negociando. El secretario de Estado, Javier Padilla, ya había advertido en su cuenta de Telegram que todavía faltan unas semanas para que podamos ver un texto cerrado y negociado ―aunque todavía le quedará una fase de información y audiencia pública― que “sirva para reclasificar, avanzar en profesionalización de gestión, eliminar turnos de 24 horas” y “facilitar la estabilización reduciendo la temporalidad”.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.
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