Una llamada a emergencias de la mujer hallada muerta en Villalbilla fue crucial para que la Guardia Civil entrase en la casa
El hombre negó cualquier relación con el fallecimiento antes de que la juez decretara su ingreso en prisión, mientras la investigación prosigue para determinar si hubo inducción al suicidio
Una llamada al teléfono de emergencias de la mujer encontrada muerta en Villalbilla fue determinante para que la Guardia Civil entrara en su vivienda este domingo 8 de septiembre y encontrara su cuerpo sin vida, según fuentes cercanas al caso. Esta llamada de auxilio se realizó el 1 de septiembre y en ella la mujer decía que estaba atrapada, pero después se cortó. Esa comunicación telefónica sirvió para obtener la orden judicial para acceder al domicilio, sumadas a los indicios que los investigadores ya habían recopilado desde que comenzaran las pesquisas el 4 de septiembre. Sin embargo, cuando la Guardia Civil pudo acceder, encontró a la víctima ya fallecida y en “incipiente estado de descomposición”. La instrucción continúa para esclarecer en qué circunstancias murió Raquel B. una mujer de 54 años. Fue su propio marido el que denunció su desaparición y aseguró que no la veía desde que se fue a visitar a su madre el día 31 de agosto. César S. G. fue detenido acusado de homicidio o de inducción al suicidio y permanece en prisión provisional por orden del juez.
Según explican fuentes del vecindario, la pareja había contado que habían construido en la buhardilla del chalet una “especie de casita” donde se metía ella cuando “no aguantaba el ruido” de los vecinos. Varios residentes apuntan que la mujer había comentado en varias ocasiones que era muy sensible a los ruidos. La Guardia Civil hizo público un vídeo en el que se ve la pequeña entrada a este espacio. Es en esa estancia donde fue hallada la víctima rodeada de material farmacológico. La vivienda fue adquirida por la pareja en 2018 y está situada en una urbanización en la que cada chalet está rodeado por terreno verde, en el que las casas no lindan unas con otras y se ubica a las afueras de esta localidad madrileña de 16.000 habitantes.
El domingo, cuando todas las pruebas recopiladas por la policía apuntaban a que la mujer se hallaba en el interior del domicilio, la Guardia Civil entró con permiso judicial y descubrió el cuerpo de Raquel. Poco después detuvo al marido, que en ese momento no se encontraba en la casa. Diversos testigos aseguran que César intentó escapar cuando se acercó a su vivienda y vio el despliegue policial. Los agentes permanecieron al menos seis horas en el chalet, llevando a cabo la inspección técnico ocular y recopilando pruebas.
Sin signos de violencia
Según los resultados preliminares de la autopsia, el cuerpo no presentaba signos externos de violencia y la principal hipótesis que manejan los investigadores es que murió como consecuencia de la ingesta de pastillas. Las pesquisas deberán determinar su la mujer las ingirió por propia voluntad o fue forzada física o psicológicamente a hacerlo. Fuentes cercanas al caso aseguraron a Efe que la mujer había tenido dos intentos de suicidio y que padecía depresión.
Desde el primer momento, las contradicciones en la declaración del hombre lo colocaron en el centro de la diana de las sospechas de la Guardia Civil. En esa deposición, él afirmó que no la veía desde el 31 de agosto, cuando se había ido a ver a su madre en coche. Las sospechas se incrementaron cuando los agentes descubrieron, alertados por los vecinos, que el coche que usaba la mujer para ir a trabajar y que está a nombre del marido, se hallaba aparcado cerca de la vivienda, pero en un lugar inusual. En este punto de la investigación, existe casi la total certeza de que la mujer nunca salió de la vivienda y ha permanecido en esa estancia hasta que los investigadores descubrieron su cadáver. Él declaró en sede judicial y aseguró que no tenía nada que ver con la muerte de su esposa. Tras esta intervención, la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Alcalá de Henares (Madrid), en funciones de guardia, acordó en la tarde del miércoles la prisión provisional comunicada y sin fianza para César.
La mujer trabajaba como vendedora de seguros y no se conoce empleo al hombre detenido. En su página de LinkedIn, el hombre incluyó que había sido jefe de almacén y se presenta como autor de libros de contenido esotérico en una editorial especializada en publicaciones de crecimiento espiritual. También señala que ha cursado un máster en medicina natural. En una pequeña biografía publicada en la página web de su editorial, se especifica que a César se le aparecieron unos seres con 10 y con 27 años para decirle que debía ir a la India para fomentar su “crecimiento espiritual”, así que se marchó a ese país, donde vivió 11 años “en un templo”.
Según fuentes cercanas al caso, la pareja, especialmente él, eran cercanos a los Hare Krishna y varios vecinos aseguran que realizaban ritos de meditación en su finca. Los residentes en la urbanización también aseguran que era habitual que salieran a dar largos paseos y que él solía llevar una especie de collar o rosario y que entonaba rezos mientras caminaba.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
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