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Sanidad convoca a las comunidades para analizar medidas en España frente a la mpox

Por el momento no se han detectado casos en ninguna autonomía de la nueva variante del virus, y la transmisión es muy baja

La ministra de Sanidad, Mónica García, en una rueda de prensa tras el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en febrero de 2024.Foto: Gabriel Luengas (Europa Press) | Vídeo: EPV
Pablo Linde

El Comité de Seguridad Sanitaria de la UE se reunirá el próximo lunes para analizar la expansión de la viruela del mono (rebautizada como mpox). Un día después, el martes, el Ministerio de Sanidad ha convocado a las comunidades autónomas, que analizarán qué medidas tomar tras el decreto de la emergencia sanitaria de interés internacional, anunciado este miércoles por la Organización Mundial de la Salud.

La administración central y las autonómicas se reunirán en la Ponencia de alertas, el organismo técnico destinado a analizar y proponer medidas frente a emergencias sanitarias, como sucedía durante la pandemia de covid a la hora de imponer cierres, toques de queda o confinamientos.

La situación, sin embargo, no tiene nada que ver con la de entonces. No hay (ni se esperan, a no ser que la situación cambiase radicalmente) restricciones sociales sobre la mesa. La comunidad de Madrid ha propuesto controles en el aeropuerto de Barajas a los vuelos procedentes de los países afectados. Pedro Gullón, director general de Salud Pública, ha explicado esta mañana en la SER que esa y otras se estudiarán, si bien él mismo, antes de ocupar el cargo, no se ha mostró muy favorable a este tipo de controles por su falta de efectividad. Las iniciativas tendrán sobre todo que ver con el análisis de grupos de riesgo, el refuerzo de los mensajes de prevención y de vacunación centrados en ellos.

En España, la profilaxis preexposición está indicada para personas que mantienen prácticas sexuales de riesgo, especialmente ―pero no exclusivamente― gays, bisexuales y hombres que tienen sexo con hombres, personas con riesgo ocupacional como personal sanitario en consultas especializadas en atención de ITS/VIH que atienden a personas con prácticas de alto riesgo y personal de laboratorio que maneja muestras potencialmente contaminadas con el virus o personal que se encarga de la desinfección de superficies en locales específicos donde se mantienen relaciones sexuales de riesgo, siempre que no se pueda garantizar el uso adecuado de elementos de protección individual. La profilaxis posexposición se recomienda a todos los contactos estrechos de una persona con la enfermedad que no la hayan pasado.

Desde que comenzaron las vacunaciones, 40.610 personas han recibido un pinchazo. El Ministerio de Sanidad advirtió la semana pasada de que solo la mitad de ellas había recibido la segunda dosis, por lo que hizo un llamamiento a las demás para que fueran a sus centros médicos para pedirlas y recibir la inmunización completa, cuya efectividad se estima en torno al 80%.

La situación en España no ha variado desde que se produjo el brote en África y no se ha detectado en el país el clado 1B, la variante aparentemente más virulenta y letal que se está expandiendo por la República Democrática del Congo y otros países vecinos. Ni siquiera está claro hasta qué punto esta mutación es más peligrosa, ya que tanto la detección de casos como su tratamiento es mucho más deficiente que en los países occidentales.

Desde el inicio del brote en 2022 (por el que se inició la primera alerta sanitaria internacional por mpox) se han notificado 8.104 casos en España, la gran mayoría, 7.521, se produjeron ese mismo año. En 2024 se han notificado a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave) 264 infecciones de mpox, la mayoría en hombres con una mediana de edad de 37 años y nacidos en España. En el último mes, se notificaron casos en Madrid (116), Andalucía (67), Cataluña (22), Baleares (10), Comunidad Valenciana (11), Galicia (6), Castilla-La Mancha (6), País Vasco (5), Castilla y León (3), Canarias (3), Extremadura (1) y Murcia (1).

Frenar la expansión en África

La emergencia sanitaria, el máximo grado de alerta del que dispone la OMS, está más bien destinada a hacer frente a la expansión del virus en África. Es un mecanismo que no obliga a los estados a tomar ninguna medida concreta, pero que da un toque de atención a los gobiernos, facilita la coordinación internacional y agiliza la compra y distribución de vacunas sorteando algunos procesos burocráticos que tienden a retrasarlas.

Según explicaron el miércoles los responsables de la OMS, la decisión se tomó por unanimidad del comité de emergencias debido a varias razones: la propagación rápida de una nueva variante, la detección en países que nunca antes habían registrado casos de mpox, el riesgo que ve la OMS en la expansión más allá de África y el que afecte a personas vulnerables, como niños y embarazadas.

En esta ola de transmisión en RCD, los niños están siendo las principales víctimas: un 70% de los positivos son de menores de 15 años, y un 39% de menores de cinco años, que registran un 62% de las muertes (el virus siempre ha sido más peligroso para ellos). Sin embargo, la OMS quiere potenciar la vigilancia para entender bien cómo se está comportando el virus, sus patrones epidemiológicos y cómo y dónde se están produciendo los contagios.

En lo que va de año se han registrado 15.000 casos en África (más del doble que el año pasado por estas fechas) y 461 muertes por mpox. Esto supondría una tasa de letalidad de un 3%, una cifra altísima, pero es probable que en realidad sea muy inferior, ya que la capacidad de detección y diagnóstico de casos en los países afectados es baja.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.
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