Cómo saber si tengo gripe o covid. Así funcionan los nuevos test de antígenos

¿Covid o gripe? Aunque los síntomas de ambas enfermedades son casi indistinguibles, este otoño será posible diferenciarlos. Por primera vez desde que comenzó la pandemia, hay en las farmacias test que son capaces de detectar uno y otro: pruebas de antígenos prácticamente idénticas a las que venían usándose para el coronavirus, pero que ahora también son sensibles al virus de la influenza.

La temporada de otoño-invierno viene con ambos patógenos de la mano, algo que no había sucedido hasta ahora. Ya ocurrió en el hemisferio sur, donde la gripe regresó a una estacionalidad (algo adelantada) que había perdido por la interferencia de la covid y las medidas para doblegarla.

En España, los datos apuntan a que sucederá algo parecido. Los boletines epidemiológicos del Ministerio de Sanidad sitúan la incidencia de ambos patógenos prácticamente a la par. Los contagios llevan subiendo algo más de tres semanas, de forma sostenida, aunque moderada.

El procedimiento de las pruebas de antígenos combinados es el mismo que el que se venía utilizando para la covid: se toma la muestra con el hisopo en la nariz o con saliva, dependiendo del tipo, y se mezcla con una solución que aporta el kit de diagnóstico. A partir de aquí, hay dos clases de pruebas: las que tienen dos cavidades en las que poner la muestra resultante: una para gripe y otra para covid y las que tienen solo una. En ambos casos, la línea roja determinará si encuentra antígenos de coronavirus o de influenza (tipo A o B).

El ciclo de ambas enfermedades tiene una duración parecida: tardan entre uno y cuatro días en incubarse y la infección suele durar otros 8 o 10. María del Mar Tomás, de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), recuerda que las pruebas de antígenos son muy fiables en personas con síntomas que dan positivo, pero no tanto cuando el resultado es negativo. “Puede haber un fallo en la toma, que esté todavía en periodo de incubación o que la carga viral no sea suficiente”, resume.

Por esta razón, recomienda a quienes tengan síntomas compatibles con cualquiera de las dos enfermedades que mantengan las precauciones básicas para no contagiar a los demás, especialmente a las personas mayores o con problemas inmunitarios, que son las que más riesgo tienen de acabar hospitalizadas o incluso morir por culpa de estos virus.

Nada hace pensar por el momento que ni la gripe ni la covid vayan a ser ahora más graves que en las últimas olas, en las que la letalidad y la tasa de hospitalizaciones fueron muy inferiores al comienzo de la pandemia. Si la variante ómicron sigue comportándose de forma similar, es previsible que haya mucha transmisión, pero no tanta afectación al sistema sanitario como en 2020 y 2021.

Por el momento, la variante predominante es la misma que causó la séptima ola: la BA.5, un sublinaje de ómicron, aunque ya se han detectado otras que podrían sustituirla. Los estudios publicados hasta ahora se refieren a la ómicron original; uno de julio muestra que los test de antígenos seguían dando positivo para la mayoría de los contagiados (83%) cinco días después de los primeros síntomas. Con el paso del tiempo la cifra va cayendo. Para la mayoría, la infección desaparece cuando pasan entre 8 y 10 días, pero todavía quedaba un 13% que se mantenía positivo después de este tiempo.

En general, se correlaciona un resultado positivo en la prueba de antígenos con la capacidad de contagiar a los demás, algo que deben tener en cuenta las personas que se la hagan.

Otro estudio publicado este mes indagaba en los síntomas más frecuentes de ómicron entre más de 3.000 personas que dieron positivo en un test de antígenos. Son, por este orden: tos (67%), dolor de garganta (43%), congestión (39%]) y dolor de cabeza (35%). La pérdida del olfato o del gusto (5%) y la diarrea (5 %) fueron los menos notificados.

Los nuevos test permiten distinguir si estos síntomas se deben a una gripe o a la covid. Más allá de la curiosidad, esto puede ser más importante para pacientes mayores o inmunodeprimidos, que podrían iniciar uno u otro tratamiento en función de la enfermedad, explica Roger Paredes, jefe de servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Trias i Pujol de Badalona. Para el resto de la población, las precauciones para no infectar a otras personas deberían ser parecidas en ambos casos, especialmente con las personas más vulnerables.