El Gobierno alemán acuerda nuevas normas para combatir el coronavirus en otoño e invierno
Los planes incluyen la obligatoriedad de mascarillas FFP2 en aviones y trenes de larga distancia en todo el país
El Gobierno federal de Alemania ha aprobado este miércoles nuevas medidas para combatir una previsible ola de contagios de coronavirus en otoño e invierno. Los planes incluyen la obligatoriedad de las máscaras FFP2 en los aviones y trenes de larga distancia de todo el país. Los niños de entre seis y 14 años, así como el personal, podrán llevar las mascarillas médicas que actualmente son obligatorias para todos.
El Consejo de Ministros también aprobó que, desde el 1 de octubre hasta el 7 de abril del próximo año los Estados podrán imponer más medidas de protección, en función del nivel de infección. Entre ellas, se incluye el uso obligatorio de mascarillas en los autobuses y trenes de transporte local (que ya están en vigor en algunas regiones, como Berlín), así como en otras zonas interiores de espacios públicos. No estarán obligadas a llevarlas en eventos culturales, recreativos o deportivos y restaurantes aquellas personas que muestren una prueba negativa. Además, se pueden autorizar excepciones a quienes demuestren estar recientemente vacunados o recuperados de la infección.
Las nuevas medidas fueron presentadas por el ministro federal de Sanidad, Karl Lauterbach (SPD), y el ministro federal de Justicia, Marco Buschmann (FDP). Antes de su entrada en vigor, deben ser ratificadas por las Cámaras de representantes (Bundestag y Bundesrat).
Según el proyecto, el uso de una máscara FFP2 en los trenes de larga distancia y en los aviones sería obligatorio en todo el país a partir del 1 de octubre y estaría limitado inicialmente hasta el 23 de abril de 2023. Las personas de entre 6 y 14 años pueden seguir usando mascarillas médicas. Además, se aplicarán en toda Alemania las pruebas obligatorias y el uso de mascarillas para acceder a las clínicas y centros de atención sanitaria. También se aplica a los empleados de los servicios asistenciales.
“Con este conjunto de instrumentos, podemos hacer frente a la previsible ola de coronavirus en otoño”, ha asegurado el ministro de Sanidad, Lauterbach, sobre la decisión del gabinete. “Los Länder tendrán todas las posibilidades de reaccionar de forma adaptada”, ha añadido. El objetivo del Gobierno es evitar las altas tasas de mortalidad, las numerosas ausencias del trabajo y las graves consecuencias a largo plazo.
Pero la decisión de imponer la obligatoriedad de usar mascarillas en los aviones ha llegado con polémica, ya que nadie la usó durante un reciente viaje a Canadá del canciller Olaf Scholz y el ministro de Economia Robert Habeck, junto a una delegación de 80 personas, incluidos 25 periodistas. Un portavoz del Gobierno justificó la ausencia de mascarillas diciendo que todos los pasajeros habían sido sometidos a una prueba PCR antes de la salida, pero lo cierto es que esas pruebas no eximen a nadie de llevar el tapabocas en los vuelos regulares.
Niveles de intervención
El proyecto ahora aprobado por el Consejo de Ministros prevé diferentes herramientas de intervención para los Estados, dependiendo de la gravedad de la situación sanitaria. En un primer estadio, por ejemplo, se puede obligar a usar mascarilla en todo el transporte público. También se puede imponer una “obligación de máscara en zonas interiores de acceso público”. Aparte de las personas que den negativo en una prueba, se establecen otras posibles excepciones para quienes se hayan recuperado de forma demostrable de la covid y para las personas vacunadas en los últimos tres meses.
Si la situación empeora pese a esas medidas, los Länder también pueden suprimir las excepciones en una segunda fase mediante una resolución de los Parlamentos regionales. Esto también haría que las máscaras fueran obligatorias en los grandes eventos interiores y exteriores. Para los primeros, se puede imponer una distancia mínima interpersonal de 1,5 metros y limitaciones de aforo.
No habrá cierre de escuelas, anunció Lauterbach en una rueda de prensa conjunta con su colega del Ministerio de Justicia. Buschmann advirtió del peligro de la fatiga pandémica en vista de la situación actual, más bien relajada, de la infección. “Hay una sensación en este momento [y los ciudadanos se preguntan]: ¿no puede acabar toda esta mierda?”, dijo el ministro. “Pero el virus aún no ha desaparecido”, añadió. Las nuevas disposiciones incluyen ayudas para que las residencias de ancianos refuercen su personal de apoyo.
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