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El Congreso envía al Gobierno la propuesta sobre el cannabis medicinal con la oposición de la derecha

El PP reitera su rechazo y Vox dice que es el primer paso para “hacer de España un narcoestado”

El diputado de Vox Juan Luis Steegmann (derecha), junto a su compañero Francisco José Alcarez, en los pasillos del Congreso, en octubre de 2020.
El diputado de Vox Juan Luis Steegmann (derecha), junto a su compañero Francisco José Alcarez, en los pasillos del Congreso, en octubre de 2020.Mariscal (EFE)
Xosé Hermida

Juan Luis Steegmann Olmedillas es un veterano hematólogo, miembro de varias sociedades científicas, que militó años en el PSOE antes de acabar recalando en Vox por su amistad con Santiago Abascal. Látigo del Gobierno durante la pandemia, Steegmann agrandó este lunes en el Congreso la lista de siniestras maquinaciones que su partido suele atribuir al Ejecutivo “socialcomunista”. “La izquierda tiene como objetivo hacer de España un narcoestado”, denunció el diputado de Vox, poco antes de que la Comisión de Sanidad del Congreso aprobase definitivamente la propuesta para regular el uso medicinal del cannabis, que ahora será remitida al Ministerio de Sanidad. La apoyó casi toda la izquierda, sí, aunque también Ciudadanos y el PNV. En el rechazo se quedaron el PP, que esgrimió argumentos técnicos, y Vox, que lo consideró el preludio de una catástrofe.

El documento, aprobado inicialmente la semana pasada por una subcomisión específica que durante el último año ha escuchado las opiniones de expertos, propone permitir el consumo, bajo prescripción médica, de preparados a partir de las plantas del cannabis para tratar determinadas dolencias. Los productos serán expedidos con preferencia por las farmacias de los hospitales, aunque se abre la posibilidad de hacerlo también en algunas de la red comunitaria. El Ministerio de Sanidad se había comprometido a poner en práctica las recomendaciones del Congreso, que pide que la regulación esté lista en seis meses. “Confiamos en que el Ministerio cumplirá los plazos”, afirmó el diputado socialista Daniel Viondi.

A algunos grupos de izquierda, incluido Unidas Podemos, la propuesta les parece insuficiente, aunque nadie se opuso. El socio minoritario del Gobierno se sumó a una enmienda, que no prosperó, de EH Bildu y ERC para permitir el autocultivo de la droga a los pacientes que la tengan prescrita. También Ciudadanos pedía ir más lejos y aprovechar este debate para abrir la puerta a la legalización del cannabis con fines recreativos, lo mismo que reclamó y seguirá reclamando Unidas Podemos. Todos ellos, al igual que el PNV, promotor en su día de la iniciativa, se felicitaron, en cualquier caso, por haber introducido cambios en la propuesta inicial del PSOE, “poco ambiciosa”, a juicio de esos grupos. Entre esas modificaciones figura la ampliación del catálogo de dolencias para las que se podrán prescribir estos productos.

Solo la derecha se opuso. El PP, que durante los trabajos de la subcomisión había mostrado una posición ambigua, se decantó por el no. Argumentó que la evidencia científica sobre la eficacia terapéutica de los usos del cannabis es aún escasa y pidió que, antes de tomar una decisión, el Ministerio de Sanidad elabore un “libro blanco” al respecto. El rechazo de Vox lo justificó Steegmann con el relato de las plagas que acechan a España tras esta decisión. Luego vendrá la legalización total del cannabis, vaticinó, y la conversión del país en un “narcoestado”, como repitió varias veces. Steegmann también atribuyó a la diputada mallorquina de Unidas Podemos Lucía Muñoz un proyecto para implantar “el monocultivo de marihuana en Baleares”. “Quieren tenernos a todos fumados”, ilustró en su arenga el conocido popularmente como “el doctor de Vox”.

Lo cierto es que los socialistas volvieron a poner de manifiesto que entre sus planes inmediatos no figura el de legalizar completamente esta droga. “Es importante distinguir entre los usos terapéuticos y los usos lúdicos”, subrayó el diputado Viondi. “En un caso se trata de mejorar la calidad de vida de las personas y en el otro no se mejora ninguna”. El PSOE se había afanado en incorporar al PP al consenso, y Viondi dedicó un reproche tácito a la actitud de los populares: “Todos los que estamos aquí sabíamos que teníamos que tomar esta decisión. Otra cosa es que algunos no lo hayan hecho por los motivos que sean”.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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