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El alcalde de Nueva York impone la vacunación obligatoria a todos los trabajadores del sector privado

Fauci tranquiliza a los mercados al señalar que los datos preliminares sobre la variante ómicron son alentadores

María Antonia Sánchez-Vallejo
Vacuna contra la covid-19 en Nueva York
Una doctora prepara una dosis pediátrica de la vacuna contra la covid-19 en un hospital de Nueva York, el 23 de noviembre.Steve Pfost (Newsday via Getty Images)

Cuatro días después de ordenar la inmunización de los trabajadores de las escuelas privadas, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, apura sus últimos días de mandato con una vuelta de tuerca a la obligatoriedad de la vacuna. El regidor saliente, que será sustituido el 1 de enero por Eric Adams, ha anunciado este lunes la inmunización obligatoria en todas las empresas del sector privado de la ciudad. La decisión se produce después de que la semana pasada la justicia congelara la implementación del requisito de pruebas y vacunas para empresas con 100 o más empleados que había adoptado la Administración del presidente Joe Biden en su intensa y activa política contra la pandemia.

El alcalde de Nueva Yorkm Bill de Blasio.Vídeo: KENA BETANCUR | EPV

De Blasio fundamenta su decisión en el riesgo añadido de la variante ómicron, junto con las reuniones navideñas, el efecto del frío y de la transmisión de la gripe en paralelo, más la inercia de los contagios por la variante delta. El regidor ha calificado la medida, la primera en su género en el país y que entrará en vigor el 27 de diciembre, de “ataque preventivo” para frenar otra ola de contagios por coronavirus y mitigar en lo posible la transmisión comunitaria de la nueva variante, de la que este fin de semana se habían detectado ocho casos en la ciudad.

Sobre la variante ómicron, un motivo de preocupación pero no de pánico según la Casa Blanca, el jefe del equipo médico presidencial, Anthony Fauci, ha logrado tranquilizar a los mercados, que han abierto este lunes al alza, al apuntar este domingo que los datos preliminares sobre la enfermedad que causa son alentadores. En declaraciones a la CNN, el epidemiólogo afirmó que los primeros indicios dejan entrever que podría ser menos peligrosa que la delta, que sigue representando el 99% de los casos y está provocando un repunte en las hospitalizaciones.

“Hasta ahora, no parece que tenga un grado de severidad muy grande” cuando cursa, señaló Fauci el domingo. “Pero debemos ser muy cuidadosos antes de establecer que es menos grave, o que realmente no provoca una enfermedad grave, en comparación con la delta”. El responsable médico de la Casa Blanca dejó también la puerta abierta a levantar las restricciones de viaje impuestas a ocho países del sur de África, mediante una evaluación diaria en función de los datos disponibles.

Sobre la obligatoriedad de la vacunación en el sector privado en Nueva York, es de prever que los afectados no se lo pongan fácil a De Blasio, habida cuenta del varapalo de la justicia federal a la medida de la Administración Biden. Su sustituto Adams ha declinado este lunes pronunciarse sobre si mantendrá los requisitos. Los colegios privados, en su mayoría religiosos, han reaccionado airadamente a la inmunización obligatoria. Responsables de escuelas judías y católicas instaron a De Blasio a reconsiderar su decisión, que afecta a 930 centros y unos 56.000 trabajadores. Según la ordenanza municipal, tienen de plazo hasta el próximo día 20 para recibir al menos una dosis de la vacuna contra la covid-19.

“Esta es un área en la que el gobierno [municipal] debería usar la persuasión, no la coerción”, lamenta en la carta el rabino David Zwiebel, representante de un consorcio de centros judíos y cristianos. Numerosas congregaciones se niegan a vacunarse por motivos religiosos. Los bastiones de los judíos ultraortodoxos en la ciudad presentan tasas de vacunación que bordean el 50%.

El personal docente y resto de trabajadores de las escuelas de la red pública ya estaban obligados a vacunarse, no sin controversias judiciales y resistencia por parte de los sindicatos del ramo, y se calcula que más del 95% de los empleados del Departamento de Educación están inmunizados. El alcalde se ha resistido a establecer el requisito para los estudiantes, como han hecho otras ciudades del país. De Blasio sí ha decretado, sin embargo, que las normas para el acceso a locales de restauración y ocio se impongan también a los menores entre 5 y 11 años.

De Blasio ha alentado también a los neoyorquinos a usar mascarillas en interiores, algo que no se cumple a rajatabla —numerosos viajeros en el metro o clientes en supermercados desprecian la recomendación—, y ha establecido la obligatoriedad de la vacuna para los trabajadores de guarderías y educación infantil. Todos los empleados de la ciudad, incluidos policías y bomberos, también están teóricamente obligados a vacunarse. Las tasas de inmunización entre estos cuerpos se han disparado en las últimas semanas.

Cerca del 90% de los adultos de la ciudad han recibido al menos una dosis de la vacuna, pero a partir del 27 de diciembre, en plenas fiestas navideñas, será obligatorio certificar la pauta completa para acceder al interior de restaurantes, teatros o gimnasios. El número de casos se ha multiplicado exponencialmente en la ciudad desde el pasado 1 de noviembre, con un incremento de más del 75% y un promedio de 1.500 contagios al día, según el Departamento de Sanidad municipal. Con respecto a la variante ómicron, las autoridades sanitarias rastrean los contactos de los asistentes al evento supercontagiador que fue una convención de anime, que reunió a 53.000 personas en tres días el último fin de semana de noviembre.

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