Futbolistas de la selección venezolana denuncian a su exentrenador por abusos sexuales

Los abusos en el fútbol femenino venezolano han salido a la luz. Veinticuatro jugadoras de distintos equipos de la selección venezolana han denunciado en un comunicado las situaciones sufridas durante años por parte del entrenador panameño Kenneth Zsemereta, quien dirigió la selección entre 2008 y 2017. Al estratega se le consideró artífice del despegue del equipo durante esos años en los que Venezuela despuntó. El comunicado acusa a Zsemereta de haber cometido estupro y haber abusado y acosado psicológica y sexualmente a varias jugadoras entre 2013 y 2017, varias de ellas con apenas 14 años de edad.

La Fiscalía venezolana ha reaccionado rápidamente a la denuncia y ordenó una investigación contra Zsemereta y uno de sus colaboradores, Williams Pino, también señalado por las jugadoras a través de una carta que se ha conocido el martes. Las jugadoras piden a la FIFA, confederaciones y ligas excluir a Zsemereta de sus plantillas e impedir que continúe entrenando equipos de fútbol femenino.

Sin mencionar su nombre, el comunicado refiere el caso de una compañera que confesó en 2020 haber sido víctima de Zsemereta desde los 14 años de edad y hasta los 18, entre 2013 y 2017, cuando el hombre fue despedido de la selección. El abuso al que fue sometida, según lo que han informado las futbolistas, la hizo rechazar participar en torneos, pese a que su sueldo como jugadora era el principal ingreso de su hogar. Esto, aseguran sus compañeras, fue usado por Zsemereta para manipular a la familia y presionar para que la joven continuara en la selección.

La salida del entrenador en 2017, sin embargo, no se debió a estos señalamientos. La Federación Venezolana de Fútbol señaló que fue fruto de los malos resultados, pero la prensa local atribuyó la medida a una represalia política porque el entrenador había dicho en una entrevista que algunas de las jugadoras tenían cuadros de desnutrición, en medio de la grave crisis económica y alimentaria que se vivía entonces en el país y que todavía sigue. Varias jugadoras que hoy lo denuncian lo defendieron entonces.

El técnico llevó a Venezuela a tres Mundiales sub-17 e hizo que la selección ganara dos campeonatos sudamericanos, en 2013 y 2016, y la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2010. A su retiro de la Vinotinto femenina, el entrenador tuvo un breve paso por un equipo de Primera División nacional, el Deportivo Táchira, y luego dirigió las selecciones femeninas sub-17 en República Dominicana y en su país hasta abril del año pasado, cuando nuevamente fue despedido. En 2019, cuando firmó el contrato por cuatro años para dirigir el combinado panameño, declaró que a los medios que sus años en Venezuela fueron “increíbles”. “Si pudiera regresar a la selección lo haría sin pensarlo”, dijo.

La denuncia de las jugadoras es un alegato contra la normalización del acoso, la violencia machista y la discriminación de género y por orientación sexual presente en el fútbol femenino profesional. El caso venezolano se suma dos escándalos revelados esta semana sobre abusos y coerción sexual en la Liga Femenina de Fútbol de Estados Unidos y la Federación Australiana de Fútbol. En un comunicado personal, la estrella del fútbol venezolano Deyna Castellanos, jugadora del Atlético Madrid, reconoce que los testimonios de las estadounidenses Sinead Farrelly y Mana Shim la hicieron reconocer los abusos que vivió en Venezuela y que ella tomaba como normales. Castellanos también firma el texto que denuncia al exentrenador.

Las futbolistas venezolanas señalan que Zsemereta constantemente manipulaba y amenazaba a las jugadoras de la comunidad LGTB con revelarle a sus padres su orientación sexual si no rendían en los juegos como él esperaba. A insinuaciones sobre su atractivo físico, regalos fuera de contexto, invitaciones indebidas y masajes no solicitados también estaban expuestas, según las denuncias.

“Aunque suene una locura para nosotras era normal que nuestro entrenador opinara, comentara y preguntara sobre nuestra sexualidad aun siendo menores de edad”, señala el texto. Las jugadoras aseguran que estas conductas eran apoyadas por el resto del cuerpo técnico.

“Mucha gente podrá pensar por qué tardamos tanto en decir esto. No ha sido fácil para nosotras este proceso, pero hemos entendido que como víctimas de abuso debemos alzar la voz”, señala el texto. “Muchas de nosotras nos sentimos culpables por haber estado tan cerca de todo esto y no habernos dado cuenta de algo tan grave y punible. Al mismo tiempo, no nos sorprendió la confesión porque ese era el tipo de ambiente que el entrenador cultivaba día a día”.

Estas denuncias vuelven a abrir la herida del abuso sexual en Venezuela, donde hace meses un deslave de testimonios de mujeres revelaron como abusadores sexuales a cantantes, artistas, directores de teatro, políticos y escritores como Willy McKey, quien reconoció los señalamientos de varias de sus víctimas y horas después se lanzó de un edificio en Buenos Aires, donde residía.

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