El panorama después de la lava: “Esto es muy duro, desaparecen casas delante de nuestros ojos”
El Cabildo de la isla de La Palma y los dos ayuntamientos más afectados trabajan para paliar los efectos de una erupción que ya ha engullido casi 200 viviendas
“La situación es demasiado… Esto es muy grave, muy, muy duro”. La alcaldesa de Los Llanos de Aridane ha visto este martes cómo las coladas del volcán Cabeza de Vaca, que entró en erupción el domingo, penetraban en la localidad de Todoque (1.300 habitantes) en su lento, pero inexorable, avance hacia el mar. “Estamos desbordados”, dijo la regidora. Por la tarde, la situación ha empeorado y la lluvia de ceniza se ha intensificado en todo el municipio. De fondo, siempre presentes, las continuas deflagraciones y el rugido del volcán.
“La situación es de zona catastrófica en el Valle de Aridane”, confirma el presidente del Cabildo, Mariano Hernández Zapata. “Es muy duro, muy complejo lo que estamos viviendo, literalmente desaparecen casas delante de nuestros ojos”. Y afirma: “Estamos profundamente angustiados, impotentes ante lo que está sucediendo”.
Las evacuaciones se han convertido en una situación común en buena parte de las localidades de los Llanos de Aridane, por cuyo territorio discurre una lengua de lava que amenaza viviendas y negocios. La inquietud también sigue en El Paso, donde se ha originado el volcán. “Vivimos en un nerviosismo continuo”, asegura un grupo de vecinos del municipio reunidos en el campo de fútbol, emplazamiento que el domingo pasado sirvió para reunir a los primeros evacuados y que actualmente se usa como centro de reparto de alimentos a los damnificados.
El alcalde, Sergio Rodríguez, explica la incertidumbre de sus habitantes. “El volcán sigue lanzando coladas, la lava sigue expandiéndose y por eso resulta imposible hacer un diagnóstico. Hoy mismo ya no he visto una casa que ayer todavía estaba en pie”. En conjunto, calcula Rodríguez, el número de casas devoradas por el volcán asciende a casi 200, y el presidente del Cabildo no descarta que la cifra final ascienda al medio millar una vez alcance el mar.
La evacuación de Todoque fue la más llamativa durante el martes. Pero no la única. Las calles cortadas se multiplican por todas las poblaciones de la isla, con Policía Nacional, Local y Guardia Civil controlando todos los accesos.
A última hora de la tarde de este martes, las fuerzas de seguridad permitieron a sus habitantes regresar a sus casas en Puerto Naos y La Laguna. Solo durante el mínimo tiempo, para recoger lo imprescindible. Hasta las siete en punto. Siempre acompañados. “Son órdenes de la superioridad”, explica Pedro Cuesta, inspector jefe de la Policía Nacional y coordinador de la Décima Unidad de Intervención Policial.
Es el caso de Manuela y Francisco, un matrimonio octogenario de La Laguna al que un operativo de protección civil ha acompañado a sus casas bajo el chirimiri de cenizas. “Toda nuestra vida está ahí”, dicen llorando a los agentes, que les repiten empáticos que solo pueden coger lo indispensable.
“Seguimos en situación de emergencia”, ha asegurado este martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, confirma la situación a Europa Press. La estimación del comité científico es que la lava avanza a unos 120 metros por hora, y no a los 700 calculados inicialmente. La colada discurre por dos lenguas, una de las cuales, la situada al suroeste, en Las Manchas, tiene “un movimiento mínimo”, apenas unos dos metros por hora, y el comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) “duda” de que se vaya a reactivar.
La otra es la que avanza inexorablemente ladera abajo, y es la que entró este martes en Todoque, cuya iglesia tocó por la tarde. Esta lengua está alimentada, además, por la nueva boca que se abrió en la noche de este lunes y que obligó al desalojo de los vecinos de Tacande, en El Paso.
Inés Galindo, investigadora del Instituto Geológico y Minero de España, matiza que estas explosiones no tienen por qué ser síntoma de una mayor virulencia del volcán. En su opinión, el Cabeza de Vaca sí está registrando episodios de actividad estromboliana intensa, “lo cual es completamente normal”, y que durante la mayor parte del tiempo esta es “estable”. Los volcanismos estrombolianos se caracterizan por erupciones explosivas separadas por periodos de calma de extensión variable.
Ayudas europeas
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha tratado de lanzar un mensaje de tranquilidad a la población al mediodía del martes, dando por garantizada la llegada de recursos de los fondos de solidaridad europeos en su comparecencia tras la reunión del Pevolca. Según explicó Torres, en presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para las regiones ultraperiféricas de la UE como Canarias se exige un 1% del PIB en pérdidas, lo que significa unos 400 millones de euros en el caso de las islas, “cifra que, por desgracia, superaremos con creces”, ha dicho. Todo el dinero no bastará para compensar, de todos modos, la pérdida de las casas de casi 200 familias.
“La primera zona afectada fue El Paraíso”, relata el alcalde Sergio Rodríguez en una mesa del campo de fútbol. “En un principio pensábamos que iba a salvarse, pero en la parte más cercana a Los Llanos sí se vio afectada”. Afuera, en el aparcamiento del campo de fútbol, deambula preocupada María Rodríguez (58 años), vecina de ese asentamiento. “Mi casa es la primera de todas, pegada a la montaña, a lo alto”, explica nerviosa. “No sé qué ha sido de ella... me preocupa el saqueo y pienso: ¿Qué más da si se salva? ¿Voy a estar ahí sola, rodeada de lava y de todos estos malos recuerdos?”
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