La incidencia del coronavirus repunta por primera vez desde el 27 de enero, pico de la tercera ola
Un modelo matemático predice que, sin nuevas medidas, el descenso de los diagnósticos será mínimo a partir de mitad de mes
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Advertencia
El Ministerio de Sanidad ha advertido de que los datos que dio el 10 de marzo eran incorrectos. La incidencia no subió a 139,59, sino que siguió bajando. Se quedó en 133,83. Tampoco los casos reportados fueron 13.459, sino 7.118 para un total de 3.172.101. Las defunciones registradas, la ocupación de hospitales y UCI se mantienen.
La tendencia de la pandemia y los ajustes después de que este martes no hubiera datos de Cataluña han hecho que se adelantara lo que tanto se temía: que la tasa de incidencia a 14 días por 100.000 habitantes volviera a subir. Este miércoles está en 139,59, cuando el martes llegó a 139,08. La duda ahora, que nadie se atreve a predecir, es si esto quiere decir que empieza la cuarta ola o si se trata de una de las fluctuaciones habituales en las curvas cuando van llegando a su mínimo. El punto de cambio de tendencia entre la segunda y la tercera ola se alcanzó en 188,72 el pasado 10 de diciembre. Entonces no hubo titubeos: con la misma continuidad con que este parámetro bajaba (llevaba haciéndolo desde el 4 de noviembre) empezó a ascender (lo hizo ininterrumpidamente hasta el 27 de enero, cuando alcanzó 899,93 casos).
El sistema ha incorporado 13.459 casos, una subida importante después del dato del martes (4.013), menguado por la falta de datos de Cataluña. Al tomar la variación en siete días se ve que la tendencia es al alza. En Canarias, Cataluña, Extremadura y Melilla la tasa sube con respecto al martes.
Mientras este primer indicador crece, no lo hace el resto: los fallecidos comunicados (234) son el mínimo en un día desde el 8 de enero. El total está ya en 71.961. La ocupación de los hospitales ha pasado del 8,57% al 7,28% en siete días; la de las UCI del 26,26% al 22,89%.
Con esta situación queda la pregunta de cómo va a ir la evolución en el futuro. Preverlo es casi imposible. Pero hay un ejercicio que sí se puede hacer con ciertas garantías: predecir qué pasaría si los factores no cambian. Y eso es lo que con un desarrollo de inteligencia artificial aplicado a las series temporales ha hecho un equipo de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) llamado Precov2. La conclusión no es halagüeña: si algo no cambia —y aquí podrían entrar en acción las vacunas— la bajada de casos que se está experimentando se mantendrá unos 14 días, para estancarse en unos 3.000 diarios a partir de entonces.
“Lo importante es destacar que la predicción se basa en que nada cambie”, dice el profesor de Inteligencia Artificial de la UNED José Luis Aznarte, que ha liderado el proyecto. Cuenta con financiación gubernamental a través del Instituto de Salud Carlos III y la cooperación de la empresa Inverence. “El sistema toma los datos que le facilita Escovid19data y va ajustando el resultado sobre la marcha”, explica el director del trabajo.
Miguel Ángel Martínez Beneito, experto en estadística de la Sociedad Española de Epidemiología, opina que se trata de una de las mejores aproximaciones al tema que ha visto, y pone su valor, sobre todo, en los datos a corto plazo (7 y 14 días). “Se ve que se mantiene la bajada, aunque cada vez más lenta como corresponde al final de la curva”, dice, y destaca la gran variación que hay entre comunidades: “Es normal que en Valencia la curva se aplane porque se va a acercar a cero; otra cosa es en otras comunidades donde la tasa es mucho más alta, como Madrid”. El modelo predice que en los próximos siete días la incidencia baje en todos los territorios menos Ceuta.
El modelo prevé que también la caída del número de defunciones se frene hasta casi el estancamiento, alrededor de las 1.300 semanales. Manuel Franco, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), valora que el modelo incluya márgenes de confianza y aclare el origen de los datos. Y añade que esta cifra, casi 200 muertos al día, debe impulsar a no relajar las medidas. A este especialista no le sorprende la tendencia marcada. “Lo sorprendente es que no se haya llegado antes a esta situación, y más teniendo en cuenta que en gran parte de Europa ya hay un aumento de casos. Hay que tener en cuenta que una ola arrastra a otras”, advierte, en referencia a que, al igual que dentro de España si una comunidad va mal ese efecto puede trasladarse al resto, dentro del continente los efectos se contagian.
De hecho, el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) predice un aumento de casos en el continente, y en su repositorio de datos European COVID-19 Forecast Hub ya ha incorporado el Precov2 como un elemento para el cálculo de la evolución española.
Aznarte admite que la curva que dibuja su modelo cambiará con las circunstancias, como el impulso de la vacunación o la falta de medidas de protección durante la Semana Santa. Pero Martínez Beneito cree que, por la naturaleza de la pandemia y el tiempo que tardan los afectados en mostrar síntomas y en analizarse, la línea de los próximos siete días será similar a la proyectada. Franco insiste: la evolución de la incidencia (o de los casos) está llegando a un punto en que hay serio riesgo de que empiece a empeorar. Y en ese sentido apunta a que las vacunas y las restricciones a la vida social son fundamentales.
Información sobre el coronavirus
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