La izquierda valenciana pide el cierre ya de la central nuclear de Cofrentes cuya prolongación acordó Transición Ecológica

La plataforma ecologista y ciudadana Tanquem Cofrents, con el respaldo del PSPV-PSOE, Compromís, Podem, Esquerra Unida y Esquerra Republicana, han urgido esta mañana al Gobierno a cerrar la central nuclear de Cofrentes (Valencia), sin prorrogar su licencia “ni un día más”, a falta de un mes para que concluya el periodo de explotación de la instalación de Iberdrola. “Está obsoleta, es peligrosa y un tapón para las renovables, produce entre 250 y 300 toneladas de residuos radioactivos al año y consume o evapora agua equivalente a 10.500 piscinas olímpicas de agua del río Xúquer [Júcar]”, ha resumido Lourdes Tejedor, portavoz de la plataforma, el argumentario contra la nuclear que empezó a funcionar en 1984.

El objetivo de Tanquem Cofrentes es que el Gobierno no conceda una nueva prórroga a la central, como plantea el calendario establecido en el protocolo para el cierre ordenado de las centrales suscrito en 2019 entre Enresa (Empresa Estatal de Residuos) y las eléctricas, con el visto bueno del Ministerio de Transición Ecológica. Este protocolo, que no ha sido recogido en una ley o un decreto, permite prolongar la vida de las siete nucleares en España hasta un horizonte máximo de 2035, en función de la antigüedad de cada una, a cambio de cerrar por primera vez un calendario de desmantelamiento de los centrales y de desarrollo de energías alternativas.

En estos momentos, el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) está estudiando el informe técnico de la prórroga de Cofrentes a petición de Iberdrola que concluirá la próxima semana. La actual concesión concluye el próximo mes de marzo.

La plataforma rechaza la postura de Iberdrola advirtiendo que “su vida útil acabó en 2011”. En cualquier caso, exige al Gobierno que mueva ficha y deje clara su postura porque todavía “no hay una decisión” firme.

Los partidos de izquierda con representación parlamentaria (PSPV, Compromís y Podem) aprobaron en 2017 una proposición no de ley en las Cortes valencianas en la que se pedía el cierre de Cofrentes en 2021, que no se prolongara y que no se construyera un almacén temporal de residuos (aprobado en 2019 por Transición Ecológica). El PP la rechazó y Ciudadanos se abstuvo. Los representantes de las formaciones citadas han estado presentes esta mañana en la conferencia de prensa, celebrada en el Centre Octubre de Valencia. “Es una cuestión de coherencia”, ha dicho el diputado socialista, Paco Gil. En los programas electorales generales de 2015, PSOE, Ciudadanos y Podemos se comprometían a no ampliar la vida de las nucleares.

Pero, políticamente, las circunstancias no son las mismas. La diputada de Podem Beatriu Gascó ha recordado que su formación no estaba en el Gobierno cuando Transición Ecológica llegó al acuerdo con las eléctricas. Y ha insistido en que que presionará tanto en el Congreso como en el Gobierno, en el que ahora sí que está integrado Podemos, para rechazar la prórroga. También el diputado autonómico de Compromís, Juan Ponce, ha incidido en que pedirá cuentas a las ministras de Transición Ecológica y de Industria, Teresa Ribera y Reyes Maroto, respectivamente.

A principios del pasado agosto, no obstante, el Boletín Oficial del Estado publicó una orden del Ministerio para la Transición Ecológica que permite que los dos reactores de la central de Almaraz (Extremadura) superen los 40 años de vida y sigan funcionando hasta 2027 y 2028. Es el precedente más cercano al caso que está viviendo ahora la central de Cofrentes. Tanto los socialistas como Podemos se habían manifestado contrarios, pero se impuso el acuerdo alcanzado.

En materia laboral, Tanquem Cofrents calcula que los cerca de 700 puestos de trabajo directos de la central (y unos 600 indirectos) no se verían directamente afectados por el cierre y que una parte importante se mantendrán durante el proceso de desmantelamiento que se podría prolongar décadas. Y afirma que este tipo de energía ya no puede competir con las renovables, por las que se debe apostar mucho más. “Es innecesaria: nos sobra nuclear por todas partes”, ha declarado su representante José Juan Sanchis.

Varios intervinientes han solicitado a Reyes Maroto, titular del Ministerio de Industria, que no apruebe la prórroga. Fuentes de Industria han señalado que la competencia corresponde a la secretaría de Estado de Energía, del ministerio de Transición Ecológica. La competencia era de Industria cuando se aprobó la proposición en 2017.

Por parte de los partidos, el diputado socialista en Les Corts Paco Gil ha asegurado que no saben “con certeza” la posición del Gobierno (PSOE-Unidas Podemos), aunque ha defendido que el PSPV es coherente con su postura desde la petición de cierre que aprobó el parlamento valenciano c. “Es el momento propicio para dar el paso de cerrarla”, ha sostenido, algo que ha relacionado con la llegada de los fondos europeos de reconstrucción y la implantación de energías renovables.

Gascó ha incidido en que su postura no ha variado en los últimos años s bien ha reconocido que “el problema es que no tenemos las carteras ni de Industria ni de Transición Ecológica: hacemos la presión que podemos”. “No queremos que se convierta en Fukushima o Chernóbil”, ha enfatizado, además de recordar el potencial de España para aprovechar la energía solar.

Compromís, socio del PSPV y Unides Podem en la Generalitat, también quiere que el Gobierno cumpla con su intención de cerrar todas las centrales y “la lógica impere” en el caso de Cofrentes. “A nivel preelectoral teníamos confianza de que el trámite fuera más ágil”, ha recordado Juan Ponce sobre las elecciones de 2019.

En la misma línea, Estefania Blanes (EUPV) ha llamado a “desmontar el mito de que los puestos de trabajo se van a perder de hoy para mañana”. Y María Pérez (Esquerra Republicana) ha advertido que el aumento de incidencias en Cofrentes demuestra la “inseguridad” de prorrogar su vida útil, además de defender que se pueda reconvertir en un centro de investigación del cambio climático.

Según indica la página web de la central de Cofrentes de Iberdrola, la nuclear aportó el 3,6% de la producción de electricidad de España el pasado año, un 16,5% de la producción de origen nuclear (que supone un 22,2% del total) y un tercio de la demanda eléctrica anual de la Comunidad Valenciana.