Canarias endurece las medidas ante los nuevos brotes: mascarilla obligatoria y prohibido fumar en la calle
El Gobierno de las islas limita las reuniones sociales y el ocio nocturno ante el aumento de casos en estas circunstancias
El aumento de casos ha llevado a Canarias a endurecer las medidas contra la covid-19, introduciendo el uso obligatorio de la mascarilla en todos los espacios, que estaba ya implantado desde hace semanas en el resto de comunidades, y sumándose a Galicia en la prohibición de fumar en la calle cuando no se puede mantener la distancia de seguridad de dos metros. Además, el Gobierno presidido por Ángel Víctor Torres ha aprobado este jueves volver a restringir las reuniones a un máximo de 10 personas, tanto en espacios interiores como exteriores, y retrotraer las limitaciones en el ocio nocturno a las que había el 20 de junio: solo se podrán abrir los espacios al aire libre, para consumo sentado en mesa y con un aforo de las terrazas del 75%. En total, hay 28 brotes activos en el archipiélago, todos ellos originados en el entorno familiar o de ocio.
El presidente canario ha anunciado estas medidas adoptadas en un Consejo de Gobierno extraordinario tras el incremento registrado en las últimas horas de los casos positivos. Los 28 brotes afectan a 268 personas con PCR positiva y a 745 personas que han sido contacto estrecho y que han sido detectados tras el rastreo. El índice acumulado en 14 días, de 22 casos por 100.000 habitantes, aun estando muy debajo del dato nacional, de 90 por cada 100.000 habitantes, se ha multiplicado por tres en el último mes.
El brote que más positivos registra, con un total de 60 personas afectadas, tuvo lugar en una zona de discotecas de Gran Canaria. Nueve de cada 10 contagiados de covid-19 que se detectan en las islas en los últimos días son menores de 30 años y se han infectado participando en actividades de ocio o encuentros familiares sin cumplir con las medidas de seguridad. Por eso, Torres se ha dirigido a los jóvenes para recordarles que “no son invencibles” y que “cualquiera puede acabar en un hospital y morir”.
Por otra parte, el Gobierno de Canarias volverá a cribar, ante el incremento de casos positivos, a los usuarios de centros de mayores, así como a sus empleados. En este sentido, el jefe del Ejecutivo canario ha dicho que en ningún caso se ha planteado la prohibición de visitas en los centros geriátricos y que espera que las medidas aplicadas sean suficientes para evitar contagios.
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