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La guerra de las vacaciones escolares enfrenta a Alemania

Estados del norte piden a los del sur que se adapten al calendario lectivo escalonado que siguen la mayoría de los 'länder'

Una estudiante, camino de la escuela en Fráncfort, este miércoles.
Una estudiante, camino de la escuela en Fráncfort, este miércoles.Michael Probst (AP)

Los Estados federados alemanes están en pie de guerra a cuenta del reparto de las vacaciones escolares. En Alemania, el calendario de los colegios varía según los Estados. Las seis semanas de vacaciones de verano se reparten y van rotando cada año por los 16 länder para evitar atascos en las autopistas, precios desorbitados en los hoteles y masificaciones en los aeropuertos.

Todos los Estados entran en la rotación menos Baviera y Baden-Wurttemberg, ambos en el sur del país, donde se celebra Pentecostés en junio y eso hace que se retrase el resto de las vacaciones hasta mediados de verano para que no se junten unas con otras. Hay además una razón histórica en estas zonas tradicionalmente agrícolas, en las que los estudiantes empezaban las clases una vez que se había recogido la cosecha. El resultado es que disfrutan de un calendario escolar envidiado por otros Estados que ahora piden abolir los privilegios del sur. Este año, por ejemplo, los alumnos en Berlín volvieron al colegio el 4 de agosto, mientras que en Baviera acababan de empezar las vacaciones a finales de julio.

Eso ha sido así durante seis décadas, pero ahora, cuatro Estados del norte —Hamburgo, Baja Sajonia, Berlín y Renania del Norte-Westfalia— han propuesto cambiar el sistema. Sobre todo, porque la idea es unificar los exámenes de algunas materias de la selectividad, lo que resulta difícil con disparidades tan grandes en el calendario escolar, que darían ventaja a los estudiantes de unos Estados sobre los de otros. Quieren estrechar la franja vacacional y reducir del 1 de julio al 10 de septiembre el margen para repartir las vacaciones, para evitar grandes cambios en el curso lectivo de un año a otro. Quieren de paso, acabar con los privilegios del sur y que todos participen del mismo sistema. Pero los bávaros han dicho que ni hablar.

Tensiones federalistas

Markus Söder, el primer ministro bávaro, ha excluido cualquier cambio en el sistema de reparto de las vacaciones como exigen otros Estados. Ties Rabe, ministro regional de Educación de Hamburgo, respondió furioso al desplante bávaro: “Se va a volver en su contra. A partir de ahora, cada Estado decidirá las vacaciones de verano por su cuenta, como Baviera. Que disfruten en las largas autopistas bávaras”, dijo al periódico Süddeutsche Zeitung en alusión a los previsibles atascos. Si no hay reglas para Baviera, no habrá reglas para nadie, vino a decir el representante de la ciudad-Estado del norte. El alcalde de Berlín, Michael Müller, enmarcó el debate en un conflicto más amplio. “No puede ser que algunos crean que el federalismo consiste en implementar los propios intereses; se trata de dar y recibir”, recordó.

El tema de las vacaciones y de la unificación de ciertos temas educativos se negociaba desde hacía tiempo en un nivel técnico entre los Estados, pero al saltar al plano político, la polémica corre el riesgo de impedir cualquier avance, explica a este diario Peter Albrecht, portavoz del ministerio regional de Educación de Hamburgo. “La cuestión está bloqueada, pero nosotros queremos cambiar las reglas”, confirma.

Las negociaciones se retomarán el año que viene con el objetivo de adoptar una decisión que el sector turístico espera con cierta impaciencia. Las líneas aéreas y los operadores necesitan mucha antelación para planear las vacaciones. Y eso, a pesar de que la disputa versa sobre el calendario entre 2025 y 2030. Hasta 2024, el calendario escolar alemán ya está pactado y publicado.

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