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Desarticulada una macrorred de menores que distribuía pornografía infantil por WhatsApp

La Policía Nacional ha liderado una operación internacional con 33 detenidos, 17 de ellos en España y la mayoría menores de edad

P.O.D.
Un grupo de adolescentes usa sus teléfonos móviles.
Un grupo de adolescentes usa sus teléfonos móviles.Getty

La Policía Nacional ha liderado una macrooperación internacional contra la pornografía infantil en la que han sido detenidas 33 personas en 11 países de tres continentes diferentes. En concreto, en España son 17 los arrestados y otras nueve personas más están siendo investigadas, la mayoría de ellos menores de edad. El más pequeño tiene 15 años. Se les acusa de almacenar y distribuir pornografía infantil a través de una aplicación de mensajería instantánea. Los arrestados compartían material pedófilo junto a otros contenidos de violencia extrema, llegando a elaborar stickers (pegatinas) en los que se observaba cómo niños muy pequeños sufrían abusos sexuales. La han denominado Operación Chemosh, ha durado 26 meses y ha estado liderada por la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional en colaboración con Interpol, EUROPOL y los cuerpos policiales de Costa Rica, Ecuador, Francia, Guatemala, India, Italia, Pakistán, Perú, Reino Unido y Siria.

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Colaboración ciudadana

La investigación comenzó a raíz de una información procedente de la colaboración ciudadana recibida en el correo electrónico denuncias.pornografia.infantil@policia.es En ella se alertaba sobre la existencia de un grupo de WhatsApp, formado por menores de edad, en el que varios de sus participantes compartían contenidos de abusos sexuales a niños. Compartían archivos de contenido pedófilo, en ocasiones de extrema gravedad, en unión de otros contenidos que sí eran legales pero que no eran aptos para menores de edad por su extrema dureza.

Tales contenidos llegaron a viralizarse hasta tal punto que en varios de los casos se habían elaborado stickers en los que aparecían menores de edad muy pequeños abusados sexualmente. Algunos de los participantes de dicho grupo abrieron otros chats análogos. En algunos de ellos participaban pedófilos extranjeros adultos que intercambiaban material de esta temática. Todo ello dio como resultado una investigación que implicó a 11 países, incluido España, y a un elevado número de investigados.

Chicos con el móvil de los padres

Los detenidos en España pertenecen a distintos estratos sociales y culturales y no se adaptan a un perfil único, salvo que todos ellos son varones y que en su mayoría son jóvenes. Dada esa juventud, y atendiendo a criterios según la gravedad de los hechos cometidos, en ocasiones se ha optado por no detener a los implicados, sino tomarles exploración como investigados no detenidos en unión de sus tutores legales. La mayor parte de los investigados tenía sus terminales de telefonía móvil a nombre de sus progenitores, por lo que ellos también fueron investigados previamente para descartar su implicación.

En España se han realizado cinco detenciones en Las Palmas, tres en Madrid, dos en Valladolid y uno en las provincias de Santa Cruz de Tenerife, Murcia, Valencia, Palencia, La Rioja, Cuenca y Salamanca. Además, cinco personas son investigadas en Madrid, y una en las provincias de Valencia, Guadalajara, Ciudad Real y Alicante. De todos estos detenidos e investigados, 14 son menores de edad y otros siete tienen menos de 25 años. La edad media de los 26 implicados es de tan sólo 22 años.

La Operación Chemosh se planteó desde un primer momento no sólo como un golpe contra la pornografía infantil en chats de habla hispana, sino como un intento de evitar que jóvenes españoles tuvieran contacto con material pedófilo o con personas peligrosas que pudieran tratar de pedirles material propio autogenerado. Para tales objetivos, ha sido fundamental la colaboración entre España y los distintos países implicados, con la importante mediación de Interpol y EUROPOL.

Cómics con abusos a menores

En la isla de La Palma, los agentes detuvieron a un joven de 19 años que se había iniciado en el mundo de la pedofilia a través de cómics en los que aparecían menores de edad que sufrían abuso. A continuación, pasó a buscar activamente material sexual de menores de edad, si bien no solía ser un miembro activo de grupos de pedofilia ante el temor de ser detenido, a pesar de que solía instigar a otros miembros a que compartiesen su material pedófilo.

En la provincia de Ciudad Real, se encontraba uno de los más peligrosos de todos los investigados. Se trata de un varón de 29 años que no sólo descargaba pornografía infantil de los chats investigados, sino que intentaba que otros usuarios de los grupos le dieran contactos de niñas para acosarlas y obtener material, prometiendo intercambiar contactos de otras menores que, según decía, se dejarían acosar y con las que no sería posible que fuera detenido por la Policía al ser extranjeras. Este individuo fue arrestado tras contactar con un agente que se hizo pasar por un interesado en intercambiar contactos.

Agentes infiltrados

En Madrid se detuvo a tres personas, entre ellas un menor de 15 años que deseaba ser administrador de grupos de chat de pedofilia y para lo cual almacenaba gran cantidad de archivos que podía distribuir entre los componentes de dichos grupos. Otro de los detenidos, un adulto de 50 años, tenía discapacidad intelectual y frecuentaba grupos de chat de menores de edad.

En Palencia se detuvo a otro de los pocos varones adultos no adolescentes, un varón de 32 años que incitaba a otros miembros del grupo a realizar los hechos investigados mientras que él únicamente descargaba los archivos que otros compartían.

Otro de los detenidos es un joven búlgaro de 21 años que había huido de Italia cuando se llevó a cabo un registro domiciliario en su vivienda, previa solicitud de la Policía Nacional de España, por lo que no pudo ser detenido en esos instantes. Eligió España para huir sin saber que, precisamente, viajaba al país que había solicitado su detención, por lo que fue arrestado en el domicilio de un familiar ubicado en Salamanca. Poseía gran cantidad de pornografía infantil en su teléfono móvil.

Detenciones internacionales

En el extranjero se han realizado cuatro detenciones en Ecuador, dos en Costa Rica, Uruguay y Perú y una en India, Italia, Francia, Pakistán, Reino Unido y Siria. Todo esto se ha producido gracias a la colaboración internacional y a la importancia que esta operación ha tenido para los diferentes cuerpos policiales de los distintos países. Entre las detenciones llevadas a cabo en el exterior, destacan las realizadas en Uruguay, donde, además del investigado que había intercambiado material pedófilo con los investigados españoles, se detuvo a la madre de una menor que abusaba de su hija y enviaba las imágenes de esos abusos.

Con esta operación, que ha durado 26 meses, los agentes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional han sido capaces de recuperar archivos de pornografía infantil desconocidos, por lo que esta intervención redundará en una elevada identificación de los menores de edad que protagonizan las imágenes. La investigación continúa abierta en distintos países de América y se esperan nuevas detenciones.

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Sobre la firma

P.O.D.
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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