Detenidos dos miembros de una ONG por vender comida que ellos obtenían gratis a personas en exclusión
Los dos trabajadores han sido arrestados en Alicante por los presuntos delitos de estafa continuada y falsedad documental
La Policía Nacional investiga a la ONG Plaes Asistencial, con cinco sedes repartidas por la provincia de Alicante, por la presunta venta ilegal de lotes de comida procedentes del Banco de Alimentos y destinados a personas en exclusión. Dos trabajadores de la asociación han sido detenidos por presuntos delitos de estafa continuada y falsedad documental. Sobre uno de los arrestados, además, pesaba una reclamación judicial por malos tratos continuados en el ámbito familiar.
La alarma saltó cuando la Unidad de Control del Fondo Español de Garantía Agraria, dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, detectó irregularidades en el reparto directo de alimentos a personas en situación de pobreza por parte de la ONG y presentó una denuncia. La investigación ha concluido que la organización "presuntamente vendía de forma ilegal lotes de comida a algunas personas que figuraban como beneficiarias o bien utilizaban presuntamente esos alimentos para pagar ciertos servicios que la organización contrataba". Parte de estos lotes de comida acababa en Marruecos, según las fuentes consultadas, que han explicado que sospechan que los alimentos también se utilizaban para pagar a voluntarios que trabajaban para la ONG o como bonificación de reparaciones domésticas en la asociación.
Los agentes han detenido a dos personas. A ambos se les acusa de los delitos de estafa y falsedad documental. El principal responsable, de origen peruano, tenía 49 años, fue arrestado en Torrevieja, tras haber activado un dispositivo de búsqueda. Sobre él constaba además "una reclamación judicial en vigor por malos tratos habituales en el ámbito familiar". La segunda detenida, de 30 años y también de origen peruano, fue localizada en Alicante.
La fundadora de la asociación, Frida Falcón, asegura por teléfono a EL PAÍS que desconoce que se hubiera producido alguna detención en el seno de la ONG. Falcón sí explica que la policía la ha "investigado" a ella —que no ha sido detenida— y a otra persona, pero asegura que su cometido es meramente "espiritual" y que lo único que hacía Plaes era "entregar comida a quien la necesitaba". Concede que puede haber algún "desorden" en sus papeles, pero insiste en que, a su juicio, todo está en regla.
No obstante, Falcón sí reconoce que en alguna ocasión habían detectado que algunos beneficiarios "vendían" en el mercadillo de Alicante parte de estos alimentos, que recogían de su organización "y de otras parroquias". Cuenta que, además de los usuarios "que para recibir comida debían presentar la documentación que acreditaba que eran beneficiarios del Banco de Alimentos", también había "socios que pagaban lo que podían, tres o cinco euros al mes", y se llevaban "alguna mercancía", lo cual es ilegal. Ese dinero se destinaba a sufragar algunas de las actividades de Plaes, subraya la fundadora. "Pero eso pasa en todas las asociaciones", se justifica Falcón.
El Grupo de Delincuencia Económica de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Alicante comprobó que las cinco sedes de la organización, ubicadas en Alicante, Elche, Torrevieja y Mutxamel, habían recibido alimentos con el fin de repartirlos, bien "mediante la elaboración de comidas preparadas para ser consumidas en las instalaciones de la organización o mediante la entrega directa de lotes de comida". Pero detectaron numerosas irregularidades. Fuentes de la investigación han informado de que se desconoce el paradero de hasta cerca de una tonelada de comida. "Muchos de los beneficiarios figuraban en los listados de forma duplicada", según estas fuentes, por lo que los agentes dedujeron que las listas "podían haber sido falseadas para que ciertas personas obtuvieran más alimentos de los que les correspondían".
En otra de las instalaciones "existían diversas incoherencias en las notas de entrega de los lotes de comida ya repartidos, puesto que constaban que su reparto era superior al número de productos previamente recibidos". Los agentes desplazados también detectaron "anomalías en los locales, que no reunían las condiciones higiénicas necesarias para desarrollar esta actividad".
La sede principal de Plaes, ubicada en el barrio alicantino de la Florida, estaba cerrada este miércoles. Según los vecinos, la ONG no tiene un horario determinado y, en ocasiones, congrega a gran cantidad de personas que llegan para solicitar ayuda. En la otra, situada en el barrio de San Blas, una voluntaria que apenas habla español se dedica en exclusiva a vender ropa usada, aunque algunos vecinos señalan que han visto camiones descargando alimentos en sus dependencias.
Según la fundadora de la asociación, en la ONG colaboran una decena de voluntarios. Fuentes de la investigación señalan que "algunos de los trabajadores no cobraban por los servicios prestados, siendo remunerados en algunas ocasiones con comida del Banco de Alimentos". Los agentes policiales definen a los voluntarios como "personas necesitadas, sin trabajo", que, en algún caso, "se encontraban en situación irregular" en España.
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