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Un plan de adopción de aborígenes desata la polémica en Australia

Los detractores de la medida temen propiciar una nueva 'Generación Robada' en la que unos 100.000 menores fueron separados de sus familias

Las autoridades y los grupos civiles australianos están inmersos en una polémica por la propuesta de permitir la adopción de niños aborígenes descuidados por sus padres, una medida que a algunos les recuerda a la Generación Robada, cuando unos 100.000 menores fueron separados de sus familias en gran parte del siglo XX.

El plan del Gobierno del Territorio Norte, donde habitan unos 64.000 indígenas, estudiará cada caso individualmente para que los menores víctimas de negligencia extrema por parte de sus progenitores sean adoptados por otras familias.

El jefe del Ejecutivo del Territorio Norte, Adam Giles, la primera persona de orígenes nativos en gobernar algunos de los estados australianos, indicó a los medios que no vacilarán en para tomar medidas en favor de la protección de los menores. Al Gobierno regional le preocupan sobre todo los niños indígenas que deambulan de un centro de acogida a otro, sin oportunidad de ser aceptados por terceros y que están expuestos a abusos sexuales, relaciones sexuales de riesgo, alcohol, drogas y que rara vez reciben una educación adecuada.

“Es frustrante cuando ves a padres que no tienen la capacidad para cuidar de sus hijos por distintas razones, como el abuso de alcohol, violencia doméstica, o muchas otras”, declaró el viceministro del Territorio Norte, Dave Tollner, al canal ABC. “En la pasada década solo un menor aborigen completó el proceso de adopción en esta región australiana por el temor de las autoridades de propiciar otra Generación Robada”, prosiguió el viceministro.

Los detractores de la iniciativa recuerdan la política de asimilación que entre 1910 y 1970 separó a unos 100.000 niños aborígenes de sus familias en Australia, por motivaciones religiosas y culturales y por el que el gobierno australiano pidió perdón en 2008. En la declaración, el gobierno pedía entre otras cosas como “un futuro en el que aprovechamos la determinación de todos los australianos indígenas y no indígenas, para cerrar la brecha que hay entre nosotros de la esperanza de vida, logro educativo y las oportunidades económicas”.

La directora ejecutiva de la Sociedad Aborigen de la Generación Robada, Vicki Lee-Knowles, afirmó que se siente “absolutamente horrorizada” por estas propuestas que soslayan el impacto a largo plazo que tuvo la política de separar a los niños indígenas de sus familias. “La pérdida cultural, tierra y lenguaje tiene un impacto a largo plazo en el bienestar social y emocional de los niños alejados, concluyó.

La directora de la asociación que defiende los derechos de esa población recordó la situación de extrema pobreza y ubicación en lugares remotos de las comunidades aborígenes. “Cuando no haya otra opción, hay espacio para la adopción”, aclaró Lee-Knowles.

El comisionado para la Infancia del Territorio Norte, Howard Bath, destacó que existe una crisis muy seria en torno a la protección de los menores en esa jurisdicción y los servicios sociales no dan abasto para vigilar por su bienestar.

Bath opina que si la adopción puede ser una medida clave en la protección de los menores, “la disposición tiene pocas posibilidades de progresar por los fuertes lazos que existen entre los aborígenes”.

La tasa de maltrato de menores indígenas en Australia ronda los 34,6 casos por cada 1.000, mientras que en el Territorio Norte llega al 43,3 por cada 1.000, según datos recogidos por el Instituto Australiano de Estudios Familiares entre el 1 de julio de 2010 y el 30 de junio de 2011.

En ese período y en todo el ámbito nacional, los niños indígenas fueron víctimas de negligencia 37,8 %, abuso emocional 32,3 %, abuso físico 19,9 %, abuso sexual 9,7 % y otros 0,3 %.

El Ejecutivo conservador que gobernó el Territorio Norte en 2007 puso en marcha un polémico plan de 'intervención' que contemplaba la intervención de la Policía en los asentamientos de las tribus aborígenes para detener presuntos abusos a menores y mujeres.

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