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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Violencia, ideación e imitación

La violencia es una conducta que nace de la decisión libre de una persona que pretende atacar y herir o matar a otra bajo las motivaciones más diversas

Cuando alguien dijo que el ser humano es una animal de costumbres, lo que afirmó es que la racionalidad humana lleva a la costumbre, a simplificar la conducta sobre la rutina y a construir esta sobre pautas generales que se copian y se reproducen al resolver de esa forma los problemas que se presentan.

La violencia es una conducta que nace de la voluntad, es decir, de la decisión libre de una persona que pretende atacar y herir o matar a otra bajo las motivaciones más diversas. Cuando una persona decide llevar a cabo un homicidio elabora todo un proceso que se inicia en la determinación de hacerlo, pasa por resolver el procedimiento para llevarlo a cabo con éxito, y llega hasta considerar qué va a hacer después (huir, entregarse, suicidarse…). Una persona que no esté familiarizada con este grado de violencia tiene que resolver todas estas cuestiones a partir de lo que conoce y de lo que imagina. Se trata de un proceso en el que todo lo que refuerce su idea y ayude a identificarse con el objetivo que se pretende reforzará la decisión, y contribuirá a que continúe hacia delante.

Los homicidios previos, por tanto, forman parte de las referencias que utilizan estos criminales para consolidar su voluntad y, como habitualmente ocurre en la conducta humana, se producirá un mayor o menor grado de imitación.

Esto no significa que la conducta imitada surja de manera espontánea a raíz de conocer lo que ha hecho la otra persona, es justo lo contrario, hay toda una ideación previa que nace de su voluntad. La imitación ayuda a reforzar esa primera idea y a copiar determinados elementos en la forma de llevarla a cabo, pero no genera la violencia a partir de la nada. La imitación tampoco significa inmediatez, es decir, si alguien toma como referencia un homicidio para llevar a cabo otro, no tiene por qué hacerlo de manera inmediata ni hacerlo exactamente igual al modelo. También implica que en todo momento la persona es responsable de lo que decide y de lo que hace, la imitación no significa descontrol, es justo lo opuesto, lo que hace es demostrar que hay proceso racional de toma de decisiones basado en el conocimiento en el que se integra un caso previo. Y mucho menos debe suponer una limitación de la información en los medios de comunicación, lo que sí es importante es conocer esta realidad para mejorar la información, pues es ese conocimiento el que ayudará a prevenir la violencia por medio de la concienciación.

La prevención de la violencia también pasa por imitar, en este caso por imitar la paz.

Miguel Lorente Acosta es forense y experto en violencia de género.

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