Ansiada alegría en Barbate

La visión la tuvo en Lanzarote. Cristóbal Junquera estaba de viaje y ahí tuvo claro que el Gordo terminaba en 58. Lo escuchó en una conversación. Así que cuando regresó a su casa, en Barbate (Cádiz), no lo dudó. Y en el supermercado cerca de su vivienda, donde reparten suerte en una terminal expendedora, compró el 76.058. Y le tocó. Marinero recién jubilado. Con el ahogo económico siguiéndole de cerca. Dice Cristóbal que repartirá a medias el premio con su hermano Mario. “Es quien me cuida ahora que estoy malito”, resume.

Barbate, como otras localidades gaditanas como Chiclana o Algeciras, han repartido pellizcos del primer premio. Solo algunos décimos que se han vendido en ventanilla y con máquina, en el año en el que ha triunfado la compra electrónica. Lo saben en el supermercado donde adquirió su número Cristóbal. Y en la papelería que regenta Juan Gómez, donde también se han vendido algunos décimos. El dueño no sabía si tres o cuatro, pero estaba convencido de haber superado el millón de euros de premios. “Aquí viene muy bien”, resumía.

Barbate está acostumbrado a acaparar portadas. Y no siempre por buenas razones. En sus calles se palpa la necesidad, con una tasa de paro que ronda el 40%, con muchos barcos amarrados a tierra, cuando el mar y la pesca siempre han sido su sustento, con un ayuntamiento que no puede ni pagar a tiempo las nóminas de sus trabajadores. Así que su alcalde, Rafael Quirós, sonreía este sábado, feliz por saberse noticia por algo positivo. “Estoy emocionado”, admitía.

El Gordo disparó los ánimos festivos prenavideños y tanto al supermercado donde Cristóbal Junquera festejaba su suerte como a la papelería de Juan Gómez se acercaron numerosos vecinos con ganas de juerga. Hubo baile, cante y cava, animado por la presencia de los medios de comunicación, que captaban los momentos de exaltación. De los otros dueños de décimos no se supo nada, pero a Cristóbal y su hermano Mario le llovían las felicitaciones. “No sabemos qué vamos a hacer”, decían los hermanos tras intentar trasladar lo ganado en pesetas. “Son casi 70 millones de pesetas”, les soplaron. Y entonces la alegría se reiniciaba en saltos y abrazos.

La suerte, bastante esquiva con la provincia de Cádiz, repartió pellizcos millonarios con el Gordo, en Algeciras y un supermercado de Chiclana, donde acudió una pareja que admitió que había rechazado el número el día antes porque no quiso comprarlo en máquina. También dos quintos premios dejaron dinero en Cádiz, El Puerto de Santa María y Jerez. Pero fue en Barbate donde la fiesta se alargó más. Y, en gran parte, porque un marinero jubilado fue de viaje a Lanzarote y escuchó la conversación de su vida.