_
_
_
_

“Murdoch ya no vale nada”

El diputado británico Chris Bryant fue víctima de las escuchas del ‘News of The World’

Chris Bryant.
Chris Bryant.JORDI RUIZ CIRERA

“Soy muy proeuropeo, soy laborista, siempre he sido abiertamente gay y trabajé para la BBC. Esa es una lista de todas las cosas que odian Rupert Murdoch y The Sun y News of The World, explica el diputado británico Chris Bryant. Por eso no le sorprendió encontrar su nombre en la lista de los cientos de personas que han sido potencialmente víctimas de las escuchas del tabloide News of The World (NoW).

 Un caso que estalló en 2006 y en julio de 2011 se convirtió en un escándalo nacional que provocó el cierre del diario sigue en primera línea y ha llevado ya al procesamiento de siete personas. Entre ellas, el exdirector del diario y exportavoz del Gobierno y del Partido Conservador Andy Coulson, y Rebekah Brooks, exdirectora de The Sun y el NoW y ex consejera delegada de News International.

Mucho más que eso, ha diezmado la influencia del poderoso magnate Rupert Murdoch. “El nombre Murdoch ahora no vale nada en Gran Bretaña. En mi distrito siempre ha sido poco querido, porque era una zona minera y él ofreció sus periódicos a Thatcher para matar las minas y a los sindicalistas”, reflexiona este diputado galés de 50 años en su apartamento de Covent Garden, en el centro de Londres. “Aún no sabemos lo peor de lo que hicieron. Estoy seguro de que cuando lo sepamos, todo el mundo tendrá el sentimiento de que esto ha sido la corrupción comercial más grande de la historia británica”, asevera.

“Soy proeuropeo, gay, laborista y trabajé para la BBC. Por eso me espiaron”

Bryant se atreve a conducir la entrevista en castellano, una lengua que domina con la fluidez de quien ha vivido varios años en un país de habla hispana y los anglicismos propios de quien no la practica demasiado a menudo. Sostiene que no solo le espiaron por su perfil personal: había también ansias de venganza porque Rebekah Brooks, entonces conocida por su apellido de soltera, Wade, había revelado a preguntas suyas en el Parlamento que el diario solía hacer pagos a la policía. “Creo que intentaban matarme políticamente porque yo había hecho aquella pregunta en 2003”.

Lo que más le indigna es precisamente la connivencia entre los diarios de Murdoch y la Policía Metropolitana. En 2009, cuando The Guardian reveló que miles de personas habían sido espiadas, “escribí a la Policía Metropolitana para preguntar si habían encontrado algo sobre mí”. Tardaron 10 meses en contestarle. “Había dos páginas con mi nombre, mi teléfono móvil, otros números, direcciones, una lista de 23 números de casi todos mis amigos, diciendo ‘cuatro minutos, 23 minutos’, otros detalles de mi vida, y estaba claro que solo podían haber conseguido esos números y sabido esas cosas porque habían escuchado mi buzón de voz”.

“La policía sabía todo esto en 2006 y no hicieron nada. Y siempre decían a nuestro Parlamento que habían contactado con todas las víctimas y que solo había quizás 14. Y eso siempre fue una mentira. O no habían revisado todo el material que tenían o estaban mintiendo”, añade.

“News International había organizado un encubrimiento enorme. Yo siempre creí que después del Watergate todo el mundo había comprendido que el encubrimiento es siempre peor que el propio crimen original. Y en este caso es cierto porque por unas escuchas ilegales te caen entre seis meses y dos años de cárcel pero en la obstrucción a la justicia pueden ser siete, ocho años. Y por destruir pruebas, lo mismo. Tendremos 40 o 45 personas que irán a la cárcel. Algunos, seis o siete, por el delito original, pero la gran mayoría por lo que hicieron después con el encubrimiento”, vaticina.

Muchos creen que este escándalo va a cambiar el modo de actuar de la prensa británica. “En algún sentido, esto no va a cambiar nada”, opina él. “No seamos naifs. Muchos políticos se hacen periodistas y al revés. Yo escribo cada sábado para The Independent y tengo muchos amigos periodistas. Lo que sí ha cambiado es que nunca dejaremos que un hombre tenga cuatro periódicos, casi el 40% del mercado de periódicos, y sea el radiodifusor más grande de Gran Bretaña”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_