"Me voy al paro, pero lo que me preocupa es la dependencia"

César García va al paro después de casi seis años como valorador de dependientes en Albacete. Tiene 37 años y "suerte" porque su pareja está trabajando y la hipoteca no se quedará desasistida. "Pero he visto a varias compañeras llorar, ellas viven solas y no tienen apoyo", dice. "Nos han dicho que cojamos las vacaciones y luego estaremos en la calle, pero a mí lo que me preocupa es cómo va a quedar la dependencia en la región, porque nunca hemos estado al día, siempre hay trabajo atrasado y ahora, con la mitad de la plantilla de valoradores...", lamenta.

Los valoradores van a las casas y determinan el grado y nivel que presenta cada solicitante de una ayuda de dependencia. Son equipos en los que hay psicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales. César es psicólogo y siempre ha estado vinculado al trabajo social, ahora con la dependencia. "Hemos estado meses formándonos para aplicar correctamente el nuevo baremo con el que se mide la dependencia de la gente y ahora nos vamos a la calle. Y hay trabajo atrasado. A los usuarios que valoramos con grado y nivel [es decir, como dependientes en alguna medida] no se les está contestando siquiera. Sus expedientes se quedan aparcados. Solo se les contesta a los que no son dependientes y no podrán optar a una ayuda", asegura. "Y también a los que se les da una ayuda porque tienen ya una plaza en una residencia privada", dice.

Es fácil inferir que la lista de espera para ser valorados y recibir posteriormente una ayuda se incrementará en la región si ahora son la mitad los trabajadores que se dedican a ello.