RTVE, al borde del precipicio

La oleada de bajas en la cúpula deja a la televisión pública en una posición “insostenible”. Así lo aseguran varios miembros del Consejo de Administración, que ven agravada la situación de TVE por el anuncio de su director, Santiago González, de abandonar la cadena el próximo junio. Su salida dejará descabezada la televisión, como ya lo está la corporación. Pero mientras los consejeros admiten que RTVE ha funcionado relativamente bien sin un presidente ejecutivo, dudan de que pueda sobrevivir sin un director de TVE. Sobre todo si, como temen fuentes del grupo, el Gobierno reduce el presupuesto aún más allá de los 204 millones de euros previstos. El año pasado los ingresos fueron de 1.200 millones y para este ejercicio calculan que el Ejecutivo podría situar esta partida en 960. Esto significaría situar RTVE al borde del precipicio.

El anuncio de la renuncia de Santiago González, que está al frente de la televisión pública desde enero de 2010, ha pillado desprevenidos a algunos consejeros. El periodista canario le confió su decisión a un pequeño grupo, entre los que estaban representantes del PP y de formaciones minoritarias. Pero otros se han sentido molestos porque consideran que el preaviso para la extinción de su contrato debería haber sido anunciado ante el propio Consejo. “No se nos ha presentado oficialmente el preaviso ni nos han comunicado nada. El Consejo no tiene constancia. Es el organismo que le nombró y, por tanto, debería saberlo”, dice el vocal de CiU, Josep Manuel Silva. Miguel Ángel Sacaluga (PSOE) afirma: “Hubiera preferido enterarme en una sesión del Consejo y no por la prensa”.

El representante de UGT, Santos Ruesga, sin embargo, cree que “lo normal” es que González presentara su escrito al área de recursos humanos. “Formalmente, el Consejo no tiene noticia de que se vaya. Sería razonable que lo supiera, pero quien tiene que computar los meses del preaviso es el departamento de personal”, dice. Teresa Aranguren, de IU, mantiene que lo mejor hubiera sido que lo notificara simultáneamente al Consejo y a recursos humanos.

Varios consejeros también ignoraban el preaviso presentado por la jefa del Gabinete del presidente de RTVE, Silvia García Malsipica, que asume asimismo el cargo de secretaria del Consejo. Su intención es reincorporarse al puesto de Administración del que procede, en la Abogacía del Estado, según precisan fuentes de la corporación.

Las dimisiones presionan a PP y PSOE para acordar la renovación de la cúpula del ente

Integrado por nueve miembros tras la salida de Jesús Andreu, del PP, el 1 de abril, el Consejo tiene previsto reunirse el próximo día 11. Para esa fecha, algunos de los miembros que quedan en sus puestos aseguran que podría estar ya sobre la mesa el nombre del futuro presidente. El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y el líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, se han dado de plazo hasta el mes de junio para alcanzar un consenso. Pero la avalancha de dimisiones en el seno de la televisión pública podría acelerar el proceso.

En caso de que PP y PSOE no se pongan de acuerdo, algunos consejeros no descartan que el Gobierno modifique la actual legislación (la renovación del Consejo exige una mayoría de dos tercios de las Cortes) para nombrar al presidente de RTVE por mayoría absoluta. Eso dejaría las manos libres al PP para salir de la encrucijada.

Otra opción pasaría por cambiar los estatutos de RTVE para que uno de los actuales consejeros pudiera asumir la presidencia ejecutiva. Esta solución debería ser impulsada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Pero el equilibrio de fuerzas en la televisión dista mucho de ser un reflejo del Parlamento. El PP tiene ahora tres consejeros y el PSOE, dos. Las otras cuatro sillas son para CiU, IU, ERC y UGT. En el Parlamento el PP tiene mayoría absoluta, pero en la televisión la llave la tiene la autodenominada “mayoría de progreso”.