_
_
_
_

"El tipo de cáncer no determina la terapia a seguir, sino la alteración genética que lo produce"

Es uno de los patólogos gastrointestinales e investigadores en cáncer colorrectal más reconocidos. Con 62 años, Stanley Hamilton dice con ironía que solo ha trabajado en dos instituciones, 25 años en la Escuela de Medicina y el hospital de la Universidad Johns Hopkins de EE UU y 13 años ya en el MD Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas, en Houston (EE UU), como profesor y director de la división de patología y medicina de laboratorio, un puente integral entre el tratamiento clínico y la ciencia básica.

Hamilton viajó a Madrid para participar en unas jornadas organizadas por este último hospital en su décimo aniversario en Madrid. Habló de los marcadores moleculares implicados en el cáncer de colon, segunda causa de mortalidad por cáncer en España.

Se analizan 800 fármacos que están a punto de salir al mercado

Para identificarlos, Hamilton explica que en el MD Anderson se organizan en grupos multidisciplinares y que la mayoría de los patólogos trabajan en uno o dos de estos grupos. Esta estructura de trabajo permite, en sus palabras, que la información de cada uno de ellos converja para reconocer genes concretos e identificar terapias concretas, que se trasladen a un test diagnóstico, que se pone en funcionamiento en el laboratorio.

"Este trabajo es de gran complejidad cuando se tiene en cuenta que hay unos 300 genes involucrados, que están casi a punto de salir al mercado 800 fármacos y que el subgrupo de pacientes con alteraciones genéticas en los que hay que comprobar el mejor uso de estos fármacos es menos del 10% de los pacientes con cáncer", apunta el experto.

Este profesor señala que el paso siguiente será estudiar otra alteración que se caracteriza por el aumento de número de copias de los genes y que se ha observado que está en distintos cánceres. "Todo esto nos conduce a decir que no es el tipo de cáncer el que determina la terapia, sino el tipo de alteración genética, que, a su vez, puede ser común a muchos tipos de cáncer, sea de colon, estómago, mama...", remacha el patólogo.

Hamilton explica que en el MD Anderson se analizan de manera rutinaria las tres alteraciones genéticas principales en el cáncer de colon: la inestabilidad en microsatélites (una deficiencia en la reparación del ADN y la alteración más característica en este cáncer), el K-Ras y el BARF.

La división que dirige Hamilton está organizada en cuatro departamentos superespecializados, donde trabajan 135 doctores en patología, más de 40 médicos y otras 900 personas entre personal técnico y administrativo, que ocupan ocho edificios y casi 20.000 metros cuadrados en superficie.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_