El Gobierno gallego abre la puerta a eliminar carreras con pocos alumnos
La nueva norma prevé excepciones en estudios "estratégicos" para la comunidad
Las carreras del futuro deberán tener un mínimo de 50 alumnos. La ordenación de titulaciones universitarias que aprobó ayer el Consello de la Xunta enarbola la bandera de la "racionalización" y la "coordinación" a la hora de diseñar la oferta futura de grados del Sistema Universitario de Galicia (SUG), pero también afectará a las carreras ya implantadas. A partir del curso académico 2015-2016 para las licenciaturas y del 2013-2014 para los grados, las carreras con menos de 50 alumnos tendrán tres años para captar más estudiantes o deberán presentar un plan de reestructuración. El medio centenar se exigirá a los campus A Coruña, Santiago de Compostela y Vigo, mientras que para los de Ferrol, Lugo, Ourense y Pontevedra serán 45.
El decreto del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo, que, según la Consellería de Educación, fue consensuado y aprobado por los tres rectores, aumenta en 10 las plazas necesarias para crear un nuevo grado que marcó el bipartito y el Consello Galego de Universidade en 2007, cuando se abordaba la implantación del modelo de grados impuesto por el Plan Bolonia. Los nuevos grados que propongan las tres universidades gallegas deberán estar respaldados por estudios de viabilidad y demanda que justifiquen su creación. Desde que se ponga en marcha un nuevo grado, tendrá tres años de plazo para alcanzar la marca mínima de alumnos y, si no lo logra, la universidad deberá presentar un estudio para replantear la titulación y hacerla "más adecuada a la demanda actual". Este mecanismo se aplicará también para las licenciaturas y grados -que tendrán que adaptarse al requisito de los 50 alumnos en el curso 2013-2014- ya en marcha.
Cada grado tendrá tres años para alcanzar el número mínino de alumnos
Sin embargo, habrá excepciones para algunas titulaciones. La Xunta valorará las "singularidades" de algunas carreras por ser "estratégicas" para la comunidad. Por ejemplo, que se impartan en un único campus, como los casos de Filología Clásica o Filosofía, que tienen un número bajo de matriculados pero solo se pueden estudiar en la capital gallega. Hay casos también de carreras con alta demanda y una exigente nota de corte para poder cursarla que no superan la cuarentena de alumnos, como el caso de Comunicación Audiovisual, implantada hace siete años en las universidades gallegas. Educación matiza que, en estos casos, serán las universidades las que deban tomar medidas para adaptarlas al nuevo decreto. Además de la posible demanda, los nuevos grados deberán tener en cuenta "la estructura económica de Galicia, las necesidades del mercado laboral, procurando la incorporación de perfiles profesionales de futuro y vinculados a sectores estratégicos". El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, insistió en que la oferta universitaria debe responder mejor a las "necesidades objetivas" del mercado laboral. El jefe del Ejecutivo gallego apuntó que el decreto pretende "evitar la multiplicidad" de las titulaciones, ya que se revisará que los nuevos planes de estudio que se propongan no coincidan con los objetivos y contenidos de carreras que ya se impartan en cada universidad, así como contar con un plan de viabilidad económica.
El nuevo decreto obliga a los grados que se creen a cumplir con al menos dos requisitos relacionados con el uso de Internet para las actividades docentes y de evaluación, favorecer "la retención de talento en el contorno socioeconómico gallego" y la empleabilidad o la movilidad de estudiantes. Este último requisito está relacionado también con que los grados deben incluir la aspiración de ser interuniversitarios, es decir, que en su docencia participen por lo menos dos universidades gallegas. El sistema de cupos afecta también a los másteres, que deberán tener más de 20 alumnos, pero atender también a la salida laboral de sus estudiantes. Su programación no puede olvidar la orientación laboral, así como justificar el apoyo y la colaboración de empresas e instituciones que garanticen las prácticas de los alumnos. En el caso de los doctorados, el estudiantado mínimo es de 10 personas, pero además deberán acreditar al menos cuatro tesis leídas en un periodo de cuatro años.
El decreto busca evitar duplicidades y adaptar los estudios al mercado laboral
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