_
_
_
_

Pobreza en medio de riqueza

Un Encuentro Panamazónico celebrado en Brasil en noviembre ya advertía del peligro para la región de un cambio en la normativa brasileña. El evento concretó un diagnóstico de la Amazonia

Bajos niveles educativos, marginación de la mujer, desnutrición, analfabetismo, deforestación y, por lo general, una mirada distante, desde las capitales o centros de poder, hacia la región, es lo que caracteriza a la actual Amazonía. Ese es el diagnóstico que dieron más de 350 representantes de seis países amazónicos durante el Encuentro Panamazónico, celebrado el pasado noviembre en la ciudad brasileña Belém do Pará.

Dos de los ocho Objetivos del Milenio de la ONU, por ejemplo, la incidencia del sida y la mortalidad materna, aumentaron en la región amazónica. En Bolivia,el caso más dramático, mueren en su franja amazónica 376 madres por cada cien mil niños nacidos vivos; en Perú, 194. El aumento del sida ha sido notable, sobre todo en Surinam, donde hay 683 casos por cada 100.000 habitantes.

Cerca de la mitad de los habitantes de la región amazónica vive por debajo de la línea de pobreza
La mayoría de la población de los países amazónicos adolece de indiferencia o ignorancia sobre su región

Estos y otros datos fueron debatidos en los sucesivos paneles del evento titulado Escenarios y Perspectivas de la Panamazonía, organizado por ARA (Articulación Regional Amazónica), un colectivo de ONG de los seis países amazónicos. ARA presentó, precisamente, el libro La Amazonia y los Objetivos del Milenio, en el que se exponen analizan los datos antes mencionados y otros que dibujan un panorama aún sombrío. Cerca de la mitad de los habitantes de la región amazónica, por referirnos a otro de los objetivos, vive por debajo de la línea de pobreza, salvo en Brasil y la Guayana Francesa. En Bolivia, el 60% de los pobladores de dicha zona vive en esa condición.

La mortalidad infantil sí disminuyó en los países amazónicos, pero no a los niveles a los que aspiran las Metas del Milenio (reducirla a dos terceras partes para el 2015). El único país que ha logrado ese objetivo es Venezuela, que hoy tiene 17 niños fallecidos por cada 1.000 nacidos vivos, cuando en 1990 tenía 53. Bolivia, en cambio, nuevamente, alcanza la alarmante cifra de 73 niños que se van, por cada 1.000 que nacen en su zona amazónica.

Todo esto ocurre, por añadidura, en un contexto en el cual la mayoría de la población de los países amazónicos adolece de indiferencia o ignorancia con respecto a la región amazónica. El fenómeno es visible en Venezuela, Bolivia, Perú y Colombia. Wendy Arenas, representante de la ONG ALISOS (Alianza para la Sostenibilidad) presentó durante el evento cifras que son bastante clarificadoras sobre tal tendencia.

Según el estudio Amazonia 2030, expuesto por Arenas, siete de cada 10 colombianos (67%) desconocen esta región de su país, a pesar de ocupa el 42% del territorio nacional. Paradójicamente, nueve de cada 10 ciudadanos de este país consideran que debe ser conservada y ocho de cada 10 son pesimistas con respecto al futuro amazónico. Otro 34% (3 de cada 10) opina, a su vez, que la región amazónica es patrimonio de la humanidad.

Arenas sostuvo que esto podría deberse, en parte, al fenómeno la violencia política, que ha tenido como escenario privilegiado las selvas tropicales colombianas. Con todo, la mirada de costado a la Amazonía es recurrente en otros países, como Perú, que,en una reciente campaña promocional de la Marca Perú, hizo menciones mínimas a una región que ocupa el 60.9% del territorio nacional.

En cuanto a la deforestación, se recordó que es el factor que más contribuye al calentamiento global desde la región amazónica y que hace que Brasil sea el cuarto emisor de gases invernadero del mundo. Algunos representantes brasileños recordaron, por eso, cómo ha disminuido la deforestación en el gigante sudamericano: de 1.648.000 hectáreas en 2001 bajó a 700.000 hectáreas en 2010.

Como nada en la Amazonia parece ser realmente sostenible, Marina Silva, ex candidata presidencial y ex ministra del Medio Ambiente del presidente Lula (cargo al que renunció justamente por discrepancias en torno a sus políticas ambientales), hizo notar el peligro de que se cambiaran algunos artículos de la Ley Forestal, un cuerpo avanzado de normas que ella aprobó desde su cargo. Sus predicciones se han visto cumplidas esta misma semana con la aprobación de una reforma del Código Forestal brasileño que flexibiliza las normas para preservar la vegetación y abre la puerta a una amnistía para aquellos que han sido condenados por delitos de deforestación.

A lo largo del encuentro también se presentaron iniciativas interesantes, como la valoración económica del bosque con fines privados que procura hacer la multinacional de cosméticos brasileños Natura. Y se planteó, nuevamente, el debate sobre las características de la denominada Economía Verde, una iniciativa promovida incluso por el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente).

Marc Dourojeanni, experto peruanoen el tema amazónico, sostuvo en su intervención que en esta región "con una mano se construye y con otra se destruye". Según Dourojeanni no se necesitan tantos estudios, sino decisiones de Estado, políticas públicas que partan de un planificación articulada y que den lugar a infraestructura adecuada, un manejo sostenible de los recursos, un plan de desarrollo.

Difícilmente, esto se encuentra a la vista en los países amazónicos, donde los asuntos de Estado están dominados por otras pasiones e intereses, según coincidieron todos los expertos. Y donde se esperaría que la OTCA (Organización del Tratado de Cooperación Amazónica), que agrupa a los ocho países que tienen territorios en la Amazonía, tuviera mayor peso político, que se sintiera más en los foros internacionales.

Vista aérea del tramo del río Xingú en Belo Monte, Para, en la Amazonia de Brasil.
Vista aérea del tramo del río Xingú en Belo Monte, Para, en la Amazonia de Brasil.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_