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La crisis por la ternera radiactiva en Japón se extiende

El número de casos se duplica, alcanzando las 1.200 cabezas de ganado que se alimentó con heno contaminado

El temor desencadenado por la venta y el consumo de ternera con radiación ha crecido en Japón, después de que las autoridades incrementaran el número de animales que comió heno con altos niveles de cesio radiactivo a 1.256 -el periódico Yomiuri habla de 1.485-, más del doble de los identificados dos días antes. El anuncio se ha producido después de que el martes pasado el Gobierno ordenara la suspensión de todos los suministros de ganado vacuno de la prefectura de Fukushima, porque ha sido descubierto que reses alimentadas con forraje de plantas de arroz radiactivo fueron vendidas y distribuidas por todo el país. Supermercados, incluidos Aeon -el mayor del país-, dijeron que habían vendido carne de ternera, que luego se comprobó que estaba contaminada, en Tokio y otras ciudades.

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El heno resultó afectado por la radiactividad procedente de la central de Fukushima 1, gravemente dañada por el terremoto y el tsunami que arrasó la costa noreste de Japón el pasado 11 de marzo. El ganado comió el forraje que fue dejado en los arrozales a pesar de que la planta atómica no ha dejado de emitir radiación desde que se produjo la catástrofe. La hierba seca utilizada como alimento animal en Fukushima tenía hasta 690.000 becquereles, cuando el máximo admitido es de 300.

La ternera potencialmente radiactiva ha sido distribuida en 45 de las 47 prefecturas japonesas, según la agencia Kyodo. Parte de la carne, con niveles de cesio superiores al límite de seguridad, fue vendida a los consumidores y fue servida en menús escolares, según han asegurado el Gobierno metropolitano de Tokio y otras ciudades. Alrededor de 437 kilogramos de ternera de una granja de Minami Soma -población situada 25 kilómetros al norte de la central nuclear- fueron consumidos en ochos prefecturas.

Los expertos aseguran que las consecuencias para la salud de una persona que haya comido carne con radiactividad no están claras, aunque creen que las implicaciones a largo plazo son muy pequeñas. El Gobierno, que ha sido muy criticado por la gestión de la crisis, se ha comprometido a compensar a los granjeros por las pérdidas originadas por el problema alimentario.

Las autoridades afirmaron el miércoles pasado que no pueden descartar que parte de la carne de vacuno potencialmente contaminada haya sido exportada, aunque dijeron que la posibilidad era muy pequeña, ya que la mayoría de los países han incrementado los controles sobre las importaciones de ternera japonesa o las han prohibido.

Fukushima es la décima mayor región productora de vacuno en Japón, con alrededor del 3% del total. El país asiático exportó 541 toneladas de ternera el año pasado, mientras que en los meses de marzo, abril y mayo pasados envió al extranjero 58,6, 50,6 y 49,1 toneladas, respectivamente.

Desde que se produjo el desastre nuclear, han sido detectados casos de pescado, marisco, espinacas, setas, brotes de bambú, té, leche, ciruelas y agua de grifo contaminados con cesio y yodo radiactivos en lugares situados hasta 360 kilómetros de la planta atómica. El Gobierno central ha prohibido la venta de algunas verduras, leche y pescado de Fukushima y otras áreas, incluido té cultivado al sur de Tokio, que se encuentra a 240 kilómetros de la central.

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