Vecinos de Can Batlló llegan a un acuerdo con la propiedad para evitar la ocupación

No habrá ocupación, sino inauguración. La intención de la 'Plataforma Can Batlló és pel barri' de ocupar la fábrica, que ocupa una cuarta parte de La Bordeta (la parte sur del barrio de Sants de Barcelona), ha dado un giro con el acuerdo que se firmó ayer entre los vecinos, reunidos con el Ayuntamiento y la junta de compensación del espacio. La junta cede al Ayuntamiento una nave de 800 metros cuadrados, que este cede a su vez a la entidad vecinal. 'Can Batlló és pel barri' prevé la creación allí de la Biblioteca Popular Autogestionada Josep Pons, además de un centro para jóvenes y gente mayor. El acuerdo también incluye la conexión del parking abierto hace unos meses en el recinto por la calle Amadeu Oller.

La reconversión de Can Batlló es una reivindicación histórica del barrio que este año cumple 35, desde que se decidió dedicar el complejo a equipamientos en el plan general metropolitano de 1976. El proyecto, parado desde entonces, parecía que se iba a desencallar en 2009 con la propuesta del grupo Gaudir, la inmobiliaria que heredó en 1991 Can Batlló de su último propietario.

El proyecto preveía la construcción de cinco torres y varios bloques con los que se financiarían los usos públicos, entre ellos las zonas verdes. Sin embargo, la crisis económica ha paralizado todo el plan.

La plataforma vecinal anunció hace semanas que quería ocupar de forma simbólica el recinto el próximo 11 de junio, coincidiendo con la constitución del ayuntamiento de Barcelona. Sin embargo, el acuerdo ha salvado la operación por el momento. Can Batlló és pel barri considera que esta es la fase 0 de la reconversión, por lo que mantiene el programa previsto para este fin de semana, pero replanteado como una inauguración festiva. Mañana se entrará en el recinto en marcha popular que quiere ser multitudinaria y se prevén actividades hasta el lunes.

La plataforma mantiene en un comunicado la exigencia al Ayuntamiento de la construcción de las viviendas de protección oficial previstas y otros equipamientos como el parque y un área básica de salud, además de las indemnizaciones y realojo de los vecinos afectados y los industriales aún presentes y una solución para la nave principal, que tenga relación con el pasado industrial del barrio.

El deseo de ver Can Batlló integrado en el barrio, con los muros de la fachada, en la calle Constitució, derribados y las naves industriales dedicadas a usos sociales, se hace evidente paseando por los alrededores, en los que la presencia de pancartas colgadas en balcones es significativa. En la parroquia de Sant Medir, vecina de Can Batlló, un gran lienzo cuelga del campanario anunciando la toma de mañana, prevista, de hecho, desde hace dos años, cuando se dio el 1 de junio de 2011 como data límite.

La junta de compensación, en otro comunicado, ha lamentado el hecho que con anterioridad había ofrecido otra nave de unos 600 metros cuadrados sin obtener respuesta y ha negado que los actos previstos para los próximos tres días hayan servido para presionar la propiedad y forzar el acuerdo. Sea como sea, los vecinos de Sants verán mañana como su sueño de 35 años empieza a hacerse realidad.