Igualdad cree que la imitación está presente en el 25% de los asesinatos machistas
Hay 1,67 posibilidades más de que se produzca un crimen de género después de otro, según un estudio del Ministerio de Sanidad
El efecto imitación puede estar presente en el 25% de los asesinatos machistas. Esta es una de las conclusiones de un estudio del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, elaborado por la Universidad de Granada. El informe, en el que se han analizado los 545 crímenes de género ocurridos de 2003 a 2010, muestra que hay una concentración temporal de los casos, y sostiene que existe una probabilidad, que no puede ser atribuida al azar, de que un asesinato machista suceda a otro.
Así, tras un crimen de género hay 1,67 posibilidades más de que se produzca otro, según el estudio. Un dato que el delegado del Gobierno contra la Violencia de Genero, Miguel Lorente, atribuyó a un efecto imitación o paso a la acción. "Hay hombres que están pensando actuar contra sus parejas y que al ver en las noticias que otra persona lo ha hecho deciden pasar a la acción", asegura.
El riesgo de que se lleve a cabo otro asesinato machista tras un primero se diluye con el paso de los días, hasta llegar al décimo. En esa fecha, la probabilidad aumenta de nuevo. Un resultado cambiante que, sin embargo, según Juan de Dios Luna del Castillo, catedrático de Bioestadística de la Universidad de Granada y autor del estudio, no altera las conclusiones "concluyentes". "Hay hombres que solo necesitan conocer un caso para tomar la iniciativa, pero hay otros que están en fase de construcción de esa decisión y que necesitan más tiempo para derribar los frenos para su conducta", dice Lorente, que asegura que ese efecto imitación puede estar relacionado con 14 o 15 asesinatos al año.
El estudio muestra también que los homicidios cometidos por extranjeros se concentran más en el tiempo y que existe una probabilidad mayor de que un asesinato suceda a otro (1,92 veces frente a 1,76 de los españoles).
Esa tendencia se ha incrementado en los últimos años, sobre todo desde 2008. Pero ese elemento de imitación también se percibe si se analizan las armas empleadas en los crímenes, según el área de Igualdad. Y ese será el siguiente paso del estudio. "De momento, hemos observado que hay imitación en procedimientos de muerte poco frecuentes, como en el caso de un descuartizamiento ocurrido el 10 de junio de 2010, al que siguió otro dos días después. O en dos casos con un intervalo de dos días en los que se usó un martillo", argumenta Lorente.
El debate, para Igualdad, está ahora en la influencia que las noticias sobre los crímenes machistas pueden tener en los asesinos. "No decimos que sea causa o responsabilidad de la información, pero es la referencia que utilizan para reforzar su conducta. No se trata de no informar sino de emplear más elementos más críticos con el agresor", declara Lorente.
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