Un apabullante mar de posibilidades para el estudiante
La feria Aula ofrece información a miles de jóvenes, a través de 242 puestos, para decidir un futuro profesional
Mientras unos dudan, otros empiezan a descartar alternativas. Miles de adolescentes, mochila a la espalda, abarrotan en plena mañana la decimonovena edición de Aula: el Salón del Estudiante y de la Oferta Educativa, que se celebra del 2 al 6 en el recinto ferial Ifema de Madrid. En este segundo día, puede verse a padres y profesores, a cuenta gotas, que acompañan a los chavales para informarse antes de tomar la decisión que determine su futuro laboral. "Quiero hacer algo de finanzas, comercio internacional; pero con tanto grado, master, cursos... estoy más liada que antes de venir", cuenta Marina, de 17 años y estudiante de 2º de bachillerato en el Colegio "Jesús Maestro".
Unas 242 entidades participantes (universidades, escuelas y centros formativos) se han sumado a esta feria (un 7% más que el año pasado, según la organización) para dar a conocer sus últimas novedades, donde destacan tanto las apuestas por grados ya existentes como por los de nueva creación. Participan también más de 60 empresas y entidades extranjeras procedentes de 13 países, que supone un aumento de casi un 27% del área internacional, donde Rusia acude como país invitado.
Con la plena adaptación de los títulos universitarios a los nuevos planes de Bolonia, este curso 2010-2011 se ha iniciado con un total de 2.338 grados, cifra extraída del informe Datos y cifras del Sistema Universitario Español del Ministerio de Educación. Entre el millón y medio de estudiantes universitarios que hay matriculados actualmente, algunos cursan un Grado en Moda o en Diseño y Desarrollo de Videojuegos, como se ofertan en esta feria. Una variedad que abarca especialidades nunca antes contempladas en el catálogo elaborado por el ministerio. Ahora cada universidad o centro de enseñanza puede diseñar sus propios estudios superiores, adecuados a lo reglado en Europa.
Son las 12.00 y es imposible caminar en línea recta por este pabellón que, según Ifema, recibió más de 115.000 visitas el año pasado. Los mostradores casi no se ven. En algunos puestos hay tal cantidad de jóvenes agrupados que dificultan el tránsito por el pasillo central. Al otro lado, los voluntarios intentan solventar las dudas que estos les plantean, aunque la atención prestada suele reducirse a rellenar un cuestionario para recibir información personalizada más adelante (y participar en sorteos). Una buena estrategia también para inflar el registro de futuros destinatarios de publicidad.
Las artes se prestan a hacerlo todo más llamativo. Por eso tienen mayor facilidad para atraer la atención, mientras otras titulaciones de Ciencia o Humanidades quedan en un segundo plano al ser menos vistosas. Tres veinteañeras permanecen inmóviles encima de una silla cada una. Forman parte del espectáculo en el que, durante unos minutos, harán de marionetas con vida al antojo del espectador, en representación de la Universidad de Nebrija, haciéndose eco de su eslogan "La Universidad en vivo". Otras profesiones se presentan como en la calle, como ocurre con la muestra de maquillaje que ofrece el centro de alto rendimiento en Imagen Personal DNI, que ha convertido la caseta de información en un salón de belleza.
"Algunos están muy perdidos, sobre todo los [estudiantes] de la ESO; otros, como esta chica, lo tienen claro", apunta Eva Bravo, asesora de la Escuela Superior de Arte y Espectáculos TAI. Bravo se refiere a Marina Gallardo, de 16 años, que marca sin dudarlo la casilla de "Música" del formulario. Especialidad que requiere haber obtenido el cuarto nivel de conservatorio profesional y que se ha convertido en uno de los dos grados universitarios que, junto a Artes Escénicas, estrena esta escuela privada el próximo septiembre.
Una apuesta por la Formación Profesional y la Escuela 2.0
La reflexión y el debate tienen su espacio en el centro del pabellón, donde se encuentra la carpa del Ministerio de Educación, promotor de la feria. Dividido en cuatro zonas, hay cabida para la información, actuaciones de danza, conferencias y hasta para la "Escuela 2.0", un lugar dedicado a grupos escolares para que, por un día, puedan trasladar la clase a este entorno, con acceso a pizarras digitales y ordenadores portátiles.
"Las preguntas más frecuentes de los estudiantes tienen que ver con la prueba de acceso a la Universidad (notas de corte, tipo de examen), ofertas para estudiar idiomas en verano y todo lo referido al arte y diseño", dice Maite González, consejera técnica del ministerio, frente al escenario diseñado por los alumnos de la Escuela de Arte Superior de Diseño de Valencia, donde acaba de terminar un pase de modelos. González asegura que los estudios más demandados continúan siendo las relacionadas con Ciencias de la Salud (Medicina, Odontología, Veterinaria), ingenierías y algunas de Humanidades (Periodismo, Comunicación Audiovisual). Entre las menos demandadas, Antropología.
En este sentido, desde el ministerio existe un interés por seguir impulsando la Formación Profesional (FP), con más de 150 titulaciones, porque consideran que la inserción laboral es "más directa" que al cursar estudios universitarios. Así lo cree también Eduardo, de 17 años, que quiere ser informático pero aún no ha decidido qué camino escoger. "La Universidad te da prestigio, pero en la FP el aprendizaje está más orientado al trabajo puro y duro. Aprendes más", sintetiza. "Hay ciclos de grado superior con plazas que no llegan a cubrirse, como por ejemplo Mecánica o las referentes a medio ambiente, que aún no se han implantado en todas la comunidades autónomas", explica González.
Según el Ministerio de Educación, la tasa de abandono de los estudios universitarios se sitúa en torno al 30% del total matriculado. Por eso es fundamental no solo conocer qué se va a estudiar durante la carrera sino en qué va a consistir la profesión que se ejerza después. En este sentido, algunos centros educativos apuestan por las escuelas de verano que, como la Summer School de la Universidad Francisco de Vitoria, ofrece más de 1.000 becas a estudiantes de 1º y 2º de Bachillerato de toda España para vivir en primera persona, durante cinco días intensivos, la experiencia universitaria a través de talleres prácticos, conferencias y visitas a lugares de trabajo, como un estudio de un famoso arquitecto, una empresa multinacional o los estudios de televisión de una cadena nacional.
A escasos metros de la multitud, un señor observa la escena desde una de las zonas de descanso: "Los veo ir y venir de un lado para otro, coger papelitos y regalos [obsequios que ofrecen en cada stand: carpetas, bolígrafos, caramelos], pero no creo que saquen mucho en claro", dice Pedro, profesor de inglés, con 38 años de experiencia (rehúsa decir su edad y apellido). Otros, en cambio, aseguran que "ha merecido la pena" acercarse a la feria: "Hay un montón de estudios que no sabía ni que existían", dice Ana, de 18 años, que se decanta por estudiar Medicina el próximo año. Su amigo Luis, en cambio, tiene claro que no va a ir a la Universidad: "Quiero trabajar ya. Haré algo de mecánica o agricultura, que es lo que me gusta".
La calle de los idiomas
Cada vez hay más jóvenes conscientes de la importancia de una formación internacional, para la que es imprescindible desenvolverse con soltura en diferentes lenguas extranjeras. Aula ha concentrado en una sola calle del pabellón a 22 empresas especializadas en la enseñanza de idiomas, donde se encuentra también la caseta de Rusía, el país invitado. En ellas es posible realizar una prueba de inglés gratuita con resultados al momento.
Desde estancias largas a cortas en el extranjero, solos o en familia, existen diferentes propuestas para ampliar conocimientos de una lengua y la cultura de un país. Entre otros, destacan el circuito English on the road en Canadá, que permite conocer distintas ciudades del país a través de actividades y cursos intensivos de inglés durante la ruta; o los cursos dirigidos al colectivo gay para orientar el aprendizaje de la lengua en localidades donde la vida homosexual es más común.
Aprender un idioma a través de una actividad deportiva, el trabajo o programas de voluntariado son otras opciones a tener en cuenta. La reciente oferta por parte de Alemania de entre 500.000 y 800.000 puestos de trabajo o la propuesta de empleo para trabajar en el parque temático Disneyland París son solo algunos ejemplos, pero además existe la posibilidad de perfeccionar un idioma mientras se vive y ayuda a una familia con los hijos, popularmente conocido como estancia au-pair.
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