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Condenadas 5 personas por el asesinato de una mujer que murió tras denunciar al dueño de un club de alterne

El proxeneta organizó el crimen desde la cárcel y contrató a dos sicarios que acabaron con su vida por 8.000 euros

Acudió engañada a un falso encargo de trabajo para ofrecer sus servicios de estética en una vivienda de la urbanización de Cordovilla, cerca de Pamplona. Era las 8 de la mañana del 25 de abril de 2009 y estaba acompañada por su hijo, de 13 años. Yamiled Giraldo Quintero, de 33, fue asesinada a tiros en plena calle, víctima de un crimen organizado por venganza, y por dinero. En 2002, la mujer había denunciado al dueño de un club de alterne y declarado en el juicio que acabó con el proxeneta en prisión. Desde allí, él mismo planificó y encargó su muerte. Hoy jueves se ha conocido la sentencia que condena a este hombre a 19 años de cárcel por inducción al asesinato y 3 años más por un delito de obstrucción a la justicia. Los dos autores materiales cumplirán 21 años por asesinato y 7 meses más tenencia ilícita de armas. Hay otros dos condenados por distinto grado de colaboración.

Tras dejar atrás varios empleos en distintos clubs, Yamiled Giraldo, de origen colombiano, había conseguido rehacer su vida con un nuevo trabajo de esteticista. Se había casado hacía ocho años y residía en la localidad navarra de Ituren con su marido y sus cuatro hijos, los dos que tenían en común, y otros dos más de una relación anterior. Sin embargo, vivía con miedo. Según el testimonio del viudo durante el juicio, ella temía la venganza. "Yo mismo le animé a denunciar a ese hombre y le decía: esto no es Colombia, sino otro país. Ahora me siento culpable", lamentó.

La sentencia considera probado que José L.L., de 51 años y vecino de Irún, planeó el asesinato poco antes de obtener el tercer grado y encargó a dos reclusos con los que coincidió en prisión, Karlos I.M. y Pedro G.P. (condenados a 20 años y 6 meses de cárcel como cooperadores necesarios del crimen) que buscaran los medios para llevarlo a cabo, lo que a cambio de dinero, 8.000 euros, ejecutaron Nira A.M., y Rodrigo S.S..

A estos dos últimos les absuelve de la acusación de tentativa de asesinato del hijo de la víctima que, según su propio testimonio, fue apuntado con la misma pistola que mató a su madre instantes después de que ésta cayera abatida. La relación entre Yamiled y José L.L, y el intenso tráfico de llamadas registradas entre el resto de acusados, dirigieron desde el principio la línea de investigación de la Policía Foral.

Durante el juicio, el acusado de ordenar el crimen, que deberá además indemnizar con 800.000 euros a la familia de la víctima, negó cualquier implicación en el caso. Los únicos que sí reconocieron su participación fueron los dos autores materiales, que lo hicieron "por dinero". Rodrigo S.S, de 27 años y autor de los disparos, negó conocer el motivo del "trabajo", ni quién lo pagaba y solo reconoció que el encargo se gestó en la cárcel, donde meses antes había coincidido con Karlos I.M quien se lo propuso.

Nira A.M, de 27 años, "arrepentida", también reconoció haber aceptado el encargo de su ex marido, Karlos I.M para engañar a la mujer, al citarla para maquillar a una novia. Ella conducía el vehículo desde el que Rodrigo S.S disparó y con el que huyeron. No fue el único día que lo intentaron, pero finalmente eligieron ese lugar por tratarse de una urbanización "solitaria y en obras" y con fácil huída.

Durante el juicio, el Fiscal no tuvo dudas: "el dueño del club de alterne es el único de los cinco acusados que conocía a la joven", sólo él "tenía un motivo" para acabar con su vida, y ninguno, salvo él, disponía de dinero para organizar el crimen. Y la acusación particular incidió: "No puede permitir que le vuelva a pasar lo mismo, las desprecia pero las necesita porque vive de ellas. Y de paso, a las siguientes con las que va a trabajar les advierte de que "conmigo no se juega". Por último, dibujó la personalidad de Yamiled: "Era una de las mujeres más decentes, dignas, cívicas y valientes que he podido conocer. Fue tiroteada en plena juventud, cuando era madre de cuatro hijos, por cumplir su obligación legal y moral de denunciar una explotación sexual. Y con su denuncia impidió que siguiera haciéndolo con otras mujeres".

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